Espa?a no tiene fin: campeona de la Nations League medio a?o despu¨¦s de ganar el Mundial
La selecci¨®n conquista la Liga de las Naciones con Aitana al frente despu¨¦s de rebajar a una Francia que nada pudo replicar ante el f¨²tbol de posici¨®n y posesi¨®n rival
Hace tiempo que la federaci¨®n espa?ola decidi¨® apostar por una identidad, por un f¨²tbol reconocible que pasaba por la posesi¨®n del bal¨®n y por el juego de posici¨®n, tambi¨¦n por una presi¨®n tan en¨¦rgica como adelantada y por sacar el esf¨¦rico limpio desde la ra¨ªz. La idea pretend¨ªa hacer frente a equipos mucho m¨¢s f¨ªsicos y por entonces profesionales, refugiados en las segundas jugadas y en las individualidades. El paso del tiempo, la paciencia y la creencia en el manual, sin embargo, hizo buena la propuesta de Espa?a, ya con las mismas condiciones que las dem¨¢s, aunque con m¨¢s f¨²tbol. Mucho m¨¢s. Por eso se conquist¨® el pasado Mundial y por eso se ha llevado la Liga de las Naciones, tambi¨¦n el pase ol¨ªmpico y, de paso, el aplauso y el reconocimiento del planeta bal¨®n. En la final de La Cartuja, adem¨¢s, se registr¨® un r¨¦cord de asistencia en un partido de la selecci¨®n en Espa?a: 32.657 espectadores.
El exdelantero ingl¨¦s Gary Lineker dej¨® un ep¨ªtome para la posteridad en el Mundial de Italia 1990 tras caer contra la Mannschaft en semifinales: ¡°El f¨²tbol es un deporte en el que juegan 11 contra 11 en el que siempre gana Alemania¡±. No ocurre lo mismo en el f¨²tbol practicado por mujeres, pues a la monarqu¨ªa de Estados Unidos y la oligarqu¨ªa compartida por los pa¨ªses n¨®rdicos ¡ªs¨ª, tambi¨¦n Alemania¡ª le ha seguido la soberan¨ªa de Espa?a, que tambi¨¦n hace bueno el axioma de que al f¨²tbol juegan dos equipos y la pelota nunca es para el rival. Lo padeci¨® Pa¨ªses Bajos en la semifinal y, con Aitana al frente y tambi¨¦n en el ¨¢rea rival, lo sufri¨® Francia en la final.
El equipo de Herv¨¦ Renard, sabio de las selecciones que decidi¨® probar fortuna con el bal¨®n con coleta, se define por el rigor t¨¢ctico, basado en el f¨ªsico, duro en defensa y el¨¦ctrico en las transiciones. Un bloque gran¨ªtico que apenas ofrece fisuras, que si roba el esf¨¦rico sale escopetado a la contra, chorros de f¨²tbol que descascarillan a cualquiera. O casi. Porque no pudo con Espa?a, tan cruyffista como es su modelo de juego, tan obediente con esa frase de Johan que resum¨ªa su librillo: ¡°Si tienes la pelota, no es preciso que defiendas, porque s¨®lo hay una pelota...¡±. Y con la selecci¨®n siempre tiene el color rojo.
Resulta que a Francia no le quemaba el bal¨®n, pero no sab¨ªa qu¨¦ hacer con ¨¦l, repetido el gatillazo de tratar de sacarlo jugado desde atr¨¢s, enredado por la presi¨®n agobiante de Espa?a, tan alta como intensa y bien ejecutada. Por lo que no le qued¨® otra que buscar el pase que saltara l¨ªneas de presi¨®n, una especie de pelotazo orientado que siempre acababa en la cabeza de Paredes y de ah¨ª a los pies de sus compa?eras. Y con el esf¨¦rico entre las botas, quarterback y palanca que mueve al mundo, no hay nadie mejor que Aitana, que es la m¨¢s inteligente (y estudiosa), la que tiene la Redonda en el entrecejo y el partido en la cabeza, siempre con principios de tort¨ªcolis porque no para de girar el cuello para un lado y retorcerlo para el otro, haci¨¦ndose un croquis mental de d¨®nde est¨¢n las suyas y las rivales. Y sin Tere Abelleira en el tapete, todav¨ªa falta de ritmo por lesi¨®n, Aitana dio un par de pasos hacia atr¨¢s porque entendi¨® que se le requer¨ªa m¨¢s en la sala de m¨¢quinas que en el ¨¢rea rival.
Aitana levantaba la mirada y hac¨ªa jugar a las dem¨¢s, pases equidistantes a ambos lados: con Athenea subray¨¢ndose por la derecha, aunque Bacha era una pareja de baile de cintura flexible y turbos por piernas; con Mariona tir¨¢ndose hacia dentro para dar espacio a Olga Carmona por la izquierda, siempre tan profunda, pisando la l¨ªnea de fondo como Pedro por su casa. Un centro suyo lo caz¨® Salma, que no acab¨® en diana de chiripa.
Pero a Espa?a le sobraba un toque, apenas llegaban las rupturas desde la segunda l¨ªnea y no se daba el pase definitivo, carentes de ingenio ¡ªque no de pie¡ª las futbolistas. Por lo que las jugadas a bal¨®n parado eran un tesoro y un remedio, una argucia que por poco no hace buena Paredes a la salida de un c¨®rner. Lo mismo que pretendi¨® Aleixandri antes del entreacto, testarazo que le gui?o el ojo al poste. Aunque por entonces, Aitana ya hab¨ªa dicho la suya, capaz de ser el inicio y el punto final del juego colectivo, pues acudi¨® desde atr¨¢s a un centro lateral de Carmona para enviar el bal¨®n a la red, para dejar grogui a Francia.
Pretendieron las Bleues dar un giro al envite, presi¨®n y l¨ªnea defensiva m¨¢s alta, alas abiertas y balones a Le Sommer para que desde ah¨ª se significara el equipo. Fue un suspiro, una idea que pronto se torn¨® en chisgarab¨ªs. Porque Espa?a volvi¨® a amasar el bal¨®n, tuya-m¨ªa, bandas abiertas y centros puntuales. En esta ocasi¨®n, fue de Athenea y el remate y el gol fue de Mariona, la m¨¢s pilla.
Con el esf¨¦rico controlado y Francia apesadumbrada ¡ªde nada sirvieron los cambios de Renard¡ª, Espa?a se aliment¨® del ambiente, de los v¨ªtores y, por qu¨¦ no, de ser las mejores. Y es que estas futbolistas no han abierto el camino porque otras llegaron antes y, a pesar de llevarse el rechazo y el escepticismo en el mejor de los casos, supieron luchar contra lo que parec¨ªa imposible; pero s¨ª que, con car¨¢cter y tes¨®n, tambi¨¦n con la pelota entre los pies, han sabido hacerlo transitable. No solo eso, pues lo han adornado con laureles. Porque estas mujeres no sue?an sino que cumplen fantas¨ªas. Porque no son guerreras ni Barbies, son futbolistas; y, como demostraron anoche, son las mejores de Europa y del mundo.
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