Xabi Alonso, el amor y Florentino P¨¦rez

Las citas entre sentimientos y resultados suelen terminar en reyerta en la puerta del restaurante antes de pagar la cuenta. Quiz¨¢ por eso, cuando uno toma decisiones importantes, casi siempre evita utilizar el amor como hoja de calco o inspiraci¨®n. Si no fuera as¨ª, seguramente el mundo nos parecer¨ªa mejor, pero funcionar¨ªa mucho peor. Y es cierto que usted tiene derecho a elegir ser un rom¨¢ntico. Pero tarde o temprano alguien con hedor a hiena en el aliento le recordar¨¢ aquello de que business is business. Especialmente en este f¨²tbol. Aunque tambi¨¦n haya anomal¨ªas, claro.

Xabi Alonso, por ejemplo, se queda un a?o m¨¢s en el Leverkusen, y no parece que sea por dinero, poder o, ni siquiera, estrategia. En apariencia, solo hay riesgo. Un a?o m¨¢s en la ciudad de la aspirina podr¨ªa liquidar esa aura que ha conquistado. Otra temporada como la que acaba de aceptar, ser¨ªa l¨®gico pensar, podr¨ªa condenarle a la fr¨ªa realidad de la ciencia que gobierna el f¨²tbol. O sea, a 13 o 15 puntos del Bayern, que es el lugar que la historia ha reservado siempre al club de Leverkusen (tambi¨¦n conocido como Neverkusen, por su obstinada inclinaci¨®n al fracaso). Y ser¨ªa lo normal, porque este deporte es cada vez m¨¢s un amasijo de n¨²meros, t¨¢ctica y estad¨ªstica. Pero Xabi Alonso, anunci¨® el pasado viernes, eleg¨ªa el amor.

La decisi¨®n de permanecer un a?o m¨¢s en el equipo con el que est¨¢ a punto de ganar su primera Bundesliga (la del club y la suya), y eso lo m¨¢s extra?o, ni siquiera puede clasificarse como la historia de un hombre enamorado de su pareja de siempre. El Bayer 04 Leverkusen solo hab¨ªa sido un rival durante sus a?os en el Bayern, que este fin de semana se ha quedado a 13 puntos del liderato. Sus v¨ªnculos personales eran nulos. Y el club de su vida, o uno de ellos, era en realidad el que le ofrec¨ªa un contrato fabuloso para comenzar una nueva era despu¨¦s del glorioso tiempo de J¨¹rgen Klopp. El Liverpool deber¨¢ buscar a otro t¨¦cnico. Tambi¨¦n el Bayern.

Xabi Alonso lo tiene todo. Es listo, guapo, le planta cara a la ultraderecha alemana con argumentos, es educado, habla idiomas y es un entrenador superdotado que se curti¨® en un filial importante como el de la Real Sociedad y eligi¨® una carrera tranquila e inteligente sin tener que pasar por las dunas de pa¨ªses ex¨®ticos a hacer caja. Xabi es hoy el entrenador emergente m¨¢s admirado de Europa y el objeto de deseo de cualquier secretar¨ªa t¨¦cnica. Pero ¨¦l ha decidido quedarse.

Esta suerte de romanticismo futbol¨ªstico es cada vez m¨¢s raro. En Italia, por ejemplo, un pa¨ªs donde la extrema promiscuidad de los jugadores les permite jugar en dos o tres equipos rivales durante su carrera sin que nadie se moleste (Ibrahimovic, Simeone, Ronaldo¡­), Francesco Totti prefiri¨® quedarse en la Roma. Y s¨ª, ya sabemos el Real Madrid le ofreci¨® un contrato estupendo y la posibilidad, c¨®mo no, de ganar un Bal¨®n de Oro. Lo cuenta el propio Capitano diez segundos despu¨¦s de comenzar cualquier entrevista y 20 antes de convertirse en un nuevo meme. Y le sucedi¨® algo parecido con el mismo equipo a Julen Guerrero. Pero el apego por un banquillo es algo m¨¢s raro.

Habl¨¦ con amigos de este asunto. Algunos creen que el t¨¦cnico quiere explorar los l¨ªmites de su creaci¨®n y probar c¨®mo funciona su artefacto una segunda temporada. ¡°Hemos creado una mentalidad ganadora¡±, dijo el propio t¨¦cnico tras ganarle este fin de semana al Hoffenheim. Otro sosten¨ªa que, justamente, esa mentalidad le servir¨¢ para jugar la Champions y continuar viendo las pancartas en la grada con el ¡°Danke, Xabi¡± de este fin de semana. Y eso es un est¨ªmulo suficiente para no aceptar la oferta del Liverpool. Un tercer amigo, el m¨¢s cenizo -y el que siempre acierta- me record¨® algo inquietante: solo hay un motivo m¨¢s poderoso en el f¨²tbol que el amor: una llamada de Florentino P¨¦rez. Esperemos que triunfen los sentimientos.

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