Tchouameni apuntala al l¨ªder antes de la batalla del Etihad
Un trallazo del franc¨¦s da la victoria contra el Mallorca al Madrid, que mantiene la ventaja con el Bar?a en la Liga, a cuatro d¨ªas antes de la vuelta de los cuartos de la Champions contra el Manchester City
Inmerso en los nueve d¨ªas determinantes del curso, el Real Madrid hizo en Mallorca lo que necesitaba, una mezcla de guardar piernas para la vuelta de los cuartos de final del mi¨¦rcoles contra el Manchester City y de sostener la ventaja que ten¨ªa en la Liga con el Barcelona, que visita el Bernab¨¦u el domingo que tiene. Lo consigui¨® en un partido de control en el que dio siempre la sensaci¨®n de tener algo m¨¢s si era necesario, un duelo que intent¨® descifrar Brahim con el regate y que resolvi¨® con un trallazo Tchouameni, el ¨²nico que no podr¨¢ jugar en el Etihad. Aunque tembl¨® en el ¨²ltimo instante, cuando a Lunin se le escurri¨® un bal¨®n a¨¦reo que apuntaba a Muriqi (otro), y que el kosovar envi¨® fuera justo antes del ¨²ltimo silbatazo del ¨¢rbitro.
El Mallorca tambi¨¦n llegaba de una cita que le exprimi¨® al l¨ªmite, la final de la Copa del Rey que perdi¨® en los penaltis contra el Athletic. A¨²n le quedaban heridas por digerir, como el desagravio en el minuto 9 a Abd¨®n Prats de una grada poblada con 5.000 caretas con el rostro del delantero local que se qued¨® sin un minuto en La Cartuja. Despu¨¦s de aquello, Aguirre refresc¨® el equipo con cinco cambios.
Como Ancelotti, que, con la vista en M¨¢nchester, dej¨® de entrada en el banquillo a Vinicius, Rodrygo, Kroos, Camavinga y Carvajal. Tampoco arriesg¨® de entrada con Milit?o, al que dio otro sorbo, cinco minutos al final. Despu¨¦s de casi ocho meses parado, la pareja de R¨¹diger volvi¨® a ser Nacho, bajo sospecha este curso, pero necesario el mi¨¦rcoles. En Mallorca no chirri¨® al lado del alem¨¢n, jefe indiscutible de la zaga.
Con este paisaje, el despliegue no tuvo la crudeza de la ¨²ltima vez del Real en Mallorca, cuando los locales acumularon 29 faltas, 10 de ellas a Vinicius, en una de las tardes m¨¢s estresantes del brasile?o. Los bermellones, m¨¢s contemplativos, se quedaron en 18. El Madrid tampoco luci¨® la agitaci¨®n del martes. La tarde requer¨ªa otro tipo de funci¨®n. Sin sus dos delanteros brasile?os, es un equipo mucho m¨¢s estrecho, con las bandas mutiladas por un d¨ªa. Ni siquiera para buscar la cabeza de Joselu con alg¨²n centro.
El mando lo ejerc¨ªan por el centro Modric y, sobre todo, Bellingham. Por ese canal aparec¨ªa el ingl¨¦s para girarse y abrir camino en el armaz¨®n del Mallorca. Y por all¨ª asomaba tambi¨¦n la magia de Brahim, el futbolista que m¨¢s desconcert¨® a los de Aguirre, iluminado en el regate y con la determinaci¨®n siempre incendiada, aunque cuando se encontr¨® con una pelota para empujarla solo ante Rajkovic, se hizo un peque?o l¨ªo y termin¨® tropez¨¢ndose con ella. Pero el malague?o portaba el foco del equipo en una fase inicial m¨¢s brumosa y de bajas revoluciones.
La pelota era del Real y el Mallorca se fiaba a su dominio de los cielos, con la referencia de Muriqi, vigilado por el guerrero R¨¹diger. El batall¨®n de Aguirre buscaba la v¨ªa directa en los breves ratos en los que rescataba el bal¨®n. La potente presencia del delantero kosovar promete transformar meteoritos en instantes de peligro. Mientras el Madrid tocaba y exploraba el centro, la mejor ocasi¨®n la tuvo el Mallorca en un c¨®rner que cabece¨® Ra¨ªllo. Lunin la sac¨® con un manotazo de buenos reflejos. Enseguida respondi¨® Bellingham con un tiro al larguero.
Al ingl¨¦s lo coloc¨® en la rampa de lanzamiento Tchouameni en la primera jugada en la que se desatornillo del pivote. El franc¨¦s, que regresaba al centro del campo despu¨¦s de jugar como central contra el City, acumul¨® una buena colecci¨®n de balones capturados y fue liber¨¢ndose con el paso de los minutos. Hasta que ya en el segundo acto, cuando el Madrid subi¨® las revoluciones, se desahog¨® con un trallazo que termin¨® en la red despu¨¦s de rozar en Morlanes.
El paisaje hab¨ªa cambiado. Rajkovic empez¨® a verse bajo un chaparr¨®n. El portero serbio solucion¨® el resto de su faena y lanz¨® el ataque m¨¢s peligroso del Mallorca: balonazo largo que termin¨® en un centro que Abd¨®n remat¨® al cuerpo de Nacho.
El Madrid se mov¨ªa a otro paso y todav¨ªa faltaba la entrada de Vinicius para desarmar lo que quedaba del rival. En sus primeros tres minutos sobre el campo, se escap¨® hasta la l¨ªnea de fondo y tiro tres veces. ?l estaba reci¨¦n salido del envase y los defensas acumulaban 70 minutos. Parec¨ªa volar. Resultaba inalcanzable. Una de sus fugas le dej¨® la pelota a Valverde, que no acert¨® con el segundo pese a tener el portero en el suelo. El gol parec¨ªa inevitable, pero el encuentro se cerr¨® con un sofoc¨®n a¨¦reo para el Madrid. Lunin salt¨® a un centro desesperado con Muriqi, se le escurri¨® el bal¨®n y al delantero se le escap¨® la oportunidad. El Madrid complet¨® la faena que necesitaba a las puertas de dos noches determinantes.
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