Laporta-Xavi, Bar?a al cuadrado
La mayor¨ªa de barcelonistas parece que ni se inmuta, entre resignados, cansados y conformistas, conscientes de que est¨¢n en falso desde el traslado del equipo a Montju?c
Laporta y Xavi se llenaron la boca de barcelonismo para celebrar ¨Cm¨¢s que para anunciar¨C la continuidad del t¨¦cnico y el cumplimiento de su contrato hasta el 30 de junio de 2025. No hac¨ªa falta una rueda de prensa tan redundante y vacua para escenificar la unidad del club y el equipo si el presidente y el entrenador tardaron ¡°dos o tres minutos¡± en ponerse de acuerdo despu¨¦s de meses de espera y horas de retransmisi¨®n en directo de conversaciones cambiantes y dif¨ªciles de interpretar entre la Ciudad Deportiva y el domicilio de Laporta. Ya se sabe qu¨¦ pasa con los directivos e intermediarios, y m¨¢s en el caso del FC Barcelona.
Muy bien podr¨ªa ser que no haya un presidente m¨¢s barcelonista que Laporta ni un entrenador m¨¢s cul¨¦ que Xavi. Incluso es muy posible que no haya un solo socio dispuesto a asumir la direcci¨®n de la entidad en un momento tan delicado que no sea Laporta. Tambi¨¦n es probable que la mayor¨ªa de t¨¦cnicos pondr¨ªan condiciones para sentarse en el banquillo y no aceptar¨ªan ¡°ajustes¡± del ¨¢rea deportiva a diferencia de lo ocurrido con Xavi. El servicio a la causa demandaba una cierta enfatizaci¨®n y un ejercicio de ilusi¨®n que se torn¨® en un acto de ilusionismo propio de una entidad que se mueve con palancas desde 2021.
Ahora se trataba de aguardar a que Xavi cambiara de opini¨®n, porque rectificar es de sabios, como as¨ª ha sido, para dar m¨¢s raz¨®n a Laporta. No hubo ning¨²n desencuentro, ¡°ni de egos ni de dinero¡± sino que ¡°han cambiado las circunstancias¡± por m¨¢s que el Bar?a haya vuelto a perder, igual que pas¨® en enero cuando el entrenador anunci¨® su dimisi¨®n despu¨¦s de una derrota por 3-5 contra el Villarreal. Tampoco ha cambiado el entorno, que ¡°ser¨¢ igual de cruel y desagradable¡±, prev¨¦ Xavi. Ahora, sin embargo, se siente con m¨¢s fuerza y energ¨ªa y su marcha atr¨¢s se ha convertido en ¡°la mejor decisi¨®n¡± y ¡°la m¨¢s coherente¡± en palabras de Laporta.
Aunque la comparecencia y la percepci¨®n que tienen el presidente y el entrenador de la vida azulgrana resulta tan sorprendente como discutible, la mayor¨ªa de barcelonistas parece que ni se inmuta, entre resignados, cansados y conformistas, conscientes de que est¨¢n en falso desde el traslado del equipo a Montju?c. ?nicamente 17.500 renovaron sus abonos y, por tanto, hay m¨¢s de 60.000 en excedencia que esperan a diciembre para volver al nuevo Camp Nou y ejercer de socios de pleno derecho del Bar?a. El estadio ol¨ªmpico se ha convertido en un calvario para el equipo de Xavi y ha resultado un alivio para la junta de Laporta.
Nadie ha mirado al palco y la entrega de los aficionados m¨¢s entusiastas ha sido tan incondicional que incluso confundieron el bus del Bar?a con el del PSG. As¨ª que no queda m¨¢s remedio que ganar tiempo con el gas sentimental hasta el regreso al estadio antes de que acabe el a?o o a inicios de 2025. Tiempo de sobras para gobernar con el cartel de ¡°Estimem al Bar?a¡±. El aficionado cul¨¦ atiende y visiona la serie en la sala de espera sin llegar a discernir entre la realidad y la ficci¨®n, excitado adem¨¢s por el VAR. A ojos del espectador, no se sabe muy bien qu¨¦ ha pasado con Xavi y la continuidad del t¨¦cnico parece m¨¢s una decisi¨®n por necesidad que por convencimiento de la junta de Laporta.
El presidente y el entrenador est¨¢n convencidos de que saldr¨¢ bien y de que hicieron todo lo posible para que todos los barcelonistas les creyeran a la espera del pr¨®ximo cap¨ªtulo que se emitir¨¢ el lunes: Bar?a-Valencia. Que Xavi cambie de opini¨®n no es precisamente un problema para Laporta.
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