El Madrid campe¨®n: ¡®Enery¨ªa¡¯ frente a estrategia

Enery¨ªa, claro, es energ¨ªa en la boca de Ancelotti, al que todo le sienta bien, incluidas sus dificultades con el castellano, que nos hacen evocar las de otro personaje muy bien recordado aqu¨ª, Vujadin Boskov. Energ¨ªa es el nuevo camino que en el f¨²tbol buscan muchos, despu¨¦s de ese excurso por el tiqui-taca que ya se empieza a ver como una f¨®rmula s¨®lo aplicable cuando se tiene a Xavi e Iniesta juntos en el mismo equipo, y eso s¨®lo ha pasado una vez en la historia y el tiempo se los llev¨®. Fue fascinante, lleg¨® a inspirar incluso a la selecci¨®n alemana, pero ya ni el Bar?a, origen de la escuela, apuesta por eso, por m¨¢s que Xavi Hern¨¢ndez trate de sugerir una y otra vez que s¨ª, que se mantiene fiel al dogma.

El Liverpool de Klopp, con su descomunal energ¨ªa, provoc¨® un pendulazo. Estas cosas son frecuentes en el f¨²tbol, que va variando de camino seg¨²n las corrientes de la historia. El pensamiento actual es que no se puede salir adelante sin enery¨ªa, Ancelotti lo ha dicho expl¨ªcitamente varias veces, y de hecho las ¨²ltimas decisiones t¨¦cnicas del Madrid han ido en esa l¨ªnea: la elevaci¨®n definitiva de Valverde a titular¨ªsimo, los fichajes de Tchouameni y Camavinga para la media, la potenciaci¨®n de la defensa con el imponente R¨¹diger, y hasta, podr¨ªamos decir, el recurso a Joselu para parchear cuando fuera preciso el boquete que dej¨® Benzema.

Y nunca, salvo en peligro de muerte o se ha de comulgar, Kroos y Modric juntos. La pareja que guiaba al equipo, hecha de m¨¢s talento que m¨²sculo, pas¨® a ser sospechosa de obsolescencia. S¨®lo se salv¨® uno de los dos, el alem¨¢n. El papel de Modric ha sido residual.

Pero esta Liga de la que se ha apoderado el Madrid tiene mucho m¨¢s que deber a Kroos que a todos los musculosos inagotables con los que se ha pretendido prefigurar el futuro. No gana tantos duelos, no intimida por su aspecto, pero ha sido, en ausencia de Modric, el gran estratega del grupo. El imprescindible. El hombre que marca la pausa y el ritmo, que elige el juego corto o largo, que permite al Madrid variar su f¨²tbol seg¨²n las necesidades del partido. Guardiola le confes¨® a Valdano que en el estudio intensivo que en el City hicieron en grupo antes de la eliminatoria de cuartos, llegaron a la conclusi¨®n de que el Madrid es un equipo sin patr¨®n definido. Les result¨® imposible saber a qu¨¦ se iban a enfrentar. De hecho, los muchos que vemos todos los partidos del Madrid en la temporada no podemos estar m¨¢s de acuerdo en eso. El Madrid es varios Madrids. Pero en cualquiera de sus f¨®rmulas, la pieza maestra ha sido Kroos.

Varios otros jugadores tienen gran m¨¦rito en esta Liga, una de las que m¨¢s brillantemente ha ganado el club de Chamart¨ªn. R¨¹diger y Nacho, suplentes en el primer reparto de papeles, han cerrado bien el centro de la defensa; a la derecha, Carvajal ha hecho su mejor temporada, tras superar con cambios de nutrici¨®n una tendencia a las lesiones musculares que le ten¨ªa amargado; Bellingham hizo un primer cuatrimestre sublime, acumulando trabajo, inspiraci¨®n y goles; Vinicius super¨® una lesi¨®n de dos meses tras la que consigui¨® recuperar su explosiva velocidad, a la que ahora une su sorprendente lucidez a la hora de definir o entregar el pase; Rodrygo ha hecho pesar su oportunismo; Lunin, Lucas V¨¢zquez, Brahim y Joselu han sabido ser ¨²tiles desde la suplencia siempre que fueron requeridos¡­

Y Ancelotti ha hecho un capolavoro en el manejo de la plantilla, acertando al compensar unas bajas tremendas: Benzema antes de empezar la temporada, sin reemplazo posible, las largas lesiones de Milit?o y Alaba, a las que en alg¨²n momento se unieron las de sus suplentes. La de Courtois. Pero sobre todo ha acertado al no abrazar plenamente la f¨®rmula de la enery¨ªa y mantener a Kroos como clave del arco, con apariciones espaciadas de Modric cuando ha sido preciso.

El f¨²tbol necesita la fuerza, siempre la necesit¨®. Pero es dif¨ªcil sustituir el papel del estratega, el que entiende y mueve el partido en la direcci¨®n correcta, porque el bal¨®n le obedece y sus compa?eros tambi¨¦n. Ese jugador es Kroos. Esperemos verle al menos un a?o m¨¢s.

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