El Deportivo sale de las catacumbas y regresa a Segunda tras cuatro temporadas

Cuatro temporadas en el agujero deportivo m¨¢s hondo de su historia se finiquitaron con un gol de Lucas P¨¦rez al filial del Barcelona, con el que opositaba al ascenso. Vino para eso el ya mito del deporte coru?¨¦s. Renunci¨® a un contrato en Primera Divisi¨®n para sentir algo inigualable. Tras marcar abri¨® los brazos y grit¨® al aire de Riazor su nombre, coreado por todo el estadio. ¡°Luuuucas P¨¦eeerez¡±. El Deportivo, uno de los nueve campeones hist¨®ricos de Liga, regresa al f¨²tbol profesional y deja atr¨¢s una ingrata estancia en el tercer escal¨®n del f¨²tbol espa?ol, estancia por la que apenas hab¨ªa pasado de manera fugaz en otras dos ocasiones.

El ascenso quiz¨¢s no debe ser considerado una haza?a para un club muy superior a sus rivales en m¨²sculo econ¨®mico y, sobre todo, social, pero ante quienes tengan la tentaci¨®n de minusvalorarlo cabe exponer la dureza de un camino que ha fortalecido a la mayor parte de los actores que lo han recorrido. Regresa el Deportivo, vigoroso y empujado por una masa social de 29.000 abonados y una extensa lista de espera para acceder a una butaca en Riazor, tambi¨¦n lo hace con el concurso de acreedores, que tanto le ahog¨® en la ¨²ltima d¨¦cada, a punto de liquidarse. Y todo el mundo tiene claro que ahora, al fin, el deportivismo es una pi?a.

Atr¨¢s quedan las consecuencias de un amargo descenso tras unas campa?as convulsas. En el extra?o verano de 2020 el Deportivo cay¨® a las catacumbas futbol¨ªsticas tras una irreal jornada postrera en la que no pudo saltar al campo para enfrentarse al Fuenlabrada y defender sus opciones de permanencia en paridad con sus rivales. Desde entonces no dej¨® de acumular desastres. En la ¨²ltima temporada de la fenecida Segunda B estuvo a punto de caer a la cuarta categor¨ªa. Sobre la bocina se alist¨® en la nueva Primera RFEF, donde padeci¨® en las dos ¨²ltimas campa?as el dolor de sendas eliminaciones en los minutos postreros de los playoff ante Albacete y Castell¨®n.

Por el camino Abanca consolid¨® su control en el club. La entidad presidida por el banquero venezolano Juan Carlos Escotet hab¨ªa prestado 45 millones de euros al Deportivo en junio de 2017 para que pudiese reestructurar su deuda y evitar los pagos, en condiciones m¨¢s estrictas, a la Agencia Tributaria, con la que lleg¨® a acumular impagos de 99 millones de un total de m¨¢s de 160 con los que entr¨® en el mayor concurso de acreedores conocido en el f¨²tbol. El club recort¨® la deuda en 70 millones de euros durante los cinco a?os de gesti¨®n con Tino Fern¨¢ndez a los mandos y un periplo de cuatro ejercicios en Primera Divisi¨®n. Pero en 2018 descendi¨® y un a?o despu¨¦s sufri¨® una dolorosa derrota contra el Mallorca en la eliminatoria de ascenso a la m¨¢xima categor¨ªa. Fern¨¢ndez, que ahora participa en dos proyectos pujantes como los del Racing de Ferrol y B¨¢squet Coru?a, se hab¨ªa marchado poco antes y en enero de 2020 el banco firm¨® un pr¨¦stamo participativo por el que aportaba 5 millones de euros m¨¢s para hacerse con el control accionarial del D¨¦por que hasta entonces ten¨ªa su capital diseminado entre 25.000 accionistas. Desde entonces cada siniestro futbol¨ªstico ha conllevado una inyecci¨®n de capital del banco, que en diciembre de 2021 aport¨® 12 millones m¨¢s, hace seis meses agreg¨® 11,7 m¨¢s y ahora presta 17 m¨¢s para liquidar el proceso concursal y ordenar unas cuentas que muestran que Abanca es hoy due?o de un club del que ser¨¢ m¨¢ximo y casi ¨²nico acreedor.

El capricho de la pelota ha obligado a Abanca a redoblar apuestas. Tampoco le tembl¨® el pulso a Escotet que el pasado mes de junio con el cad¨¢ver del equipo caliente tras la dolorosa derrota en Castell¨®n acometi¨® una demolici¨®n que afect¨® a todos los estamentos del club. Tomaron la manija entonces una serie de ejecutivos forjados en las florecientes escuelas de negocios vinculadas al deporte. Pronto se pusieron manos a la obra para aplacar una movilizaci¨®n social liderada por la Federaci¨®n de Pe?as y Riazor Blues que desfilaron en manifestaci¨®n por el centro de la ciudad hasta la sede del banco en una convocatoria que exig¨ªa respeto por el club y solicitaba una junta de accionistas presencial en la que el deportivismo tuviese la oportunidad de expresar su opini¨®n. El club respondi¨® convocando una junta telem¨¢tica en una ma?ana laborable del mes de julio en la que pidieron la palabra nueve peque?os accionistas que no expresaron discordancias. Tampoco las hubo en la ¨²ltima, ya presencial, celebrada el pasado mes de diciembre a pesar de que el equipo ven¨ªa de una primera vuelta catastr¨®fica en la que lleg¨® a ocupar puestos de descenso a Segunda RFEF.

En esas v¨ªsperas navide?as los nuevos ejecutivos del club ya hab¨ªan tendido s¨®lidos puentes con una parte del tejido social que les rodeaba, as¨ª que el foco apenas apuntaba al entrenador, que s¨®lo atend¨ªa al bal¨®n. En aquellas convulsiones tras el final de la campa?a pasada lati¨® una ruidosa contestaci¨®n a la elecci¨®n de Imanol Idiakez como t¨¦cnico en sustituci¨®n del coru?¨¦s Rub¨¦n de la Barrera. Pero, a¨²n en plena crisis de resultados, incluso con una humillante derrota en casa ante el segundo equipo del Celta, el entrenador no dej¨® de destilar una honestidad que ha calado en un amplio sector de la grada. Con todo, una derrota con goleada en Ir¨²n, un empate en Tarazona y un gatillazo en Riazor ante el filial de Osasuna le dejaron contra las cuerdas. Los abucheos opacaron simpat¨ªas y Fernando Soriano, el director deportivo que le hab¨ªa sostenido contra viento y marea, prepar¨® un plan para sustituirle. Idiakez tuvo las maletas en la puerta de salida mientras se fajaba en sendos partidos en casa de Arenteiro y Barcelona Atl¨¦tic, pero dos goles de Davo, uno de los futbolistas m¨¢s malqueridos por la grada, le salvaron sobre la bocina. Comi¨® el turr¨®n y las uvas y desde entonces el Deportivo suma 48 de 57 puntos posibles, apenas una derrota, tres empates y quince victorias. Si supera las dos ¨²ltimas jornadas sin perder habr¨¢ firmado la mejor racha hist¨®rica como invicto en una campa?a, hito que se remonta a la temporada 1980-81 con 18 partidos sin tacha.

El equipo que entr¨® en 2024 a nueve puntos del liderato es ahora campe¨®n y le sobran dos partidos. El que hab¨ªa marcado 18 goles en 17 partidos anot¨® 40 en los 17 siguientes. La mutaci¨®n tiene que ver con el indudable liderazgo de Lucas P¨¦rez, pero sobre todo con la qu¨ªmica del emblema deportivista con Yeremay y Mella, dos j¨®venes canteranos que desataron cors¨¦s en un combo sostenido en la zaga por futbolistas expertos (Balenziaga, Ximo Navarro, Pablo V¨¢zquez y el franc¨¦s Pablo Mart¨ªnez) y en el que los veteranos Valcarce y Salva Sevilla, dos de las principales apuestas de Soriano, han virado hacia la irrelevancia. La segunda vuelta liber¨® tambi¨¦n a Lucas para ejercer entre l¨ªneas en cuanto el equipo recuper¨® a Barbero, un nueve que se lesion¨® en la cuarta jornada y para el que la direcci¨®n deportiva no hab¨ªa previsto alternativa.

Cuando todo se aline¨® e Idi¨¢kez encontr¨® entre 11 y 14 piezas de confianza, el entrenador arm¨® un mecano invencible en una categor¨ªa en la que los rivales no dejaron de achatarse. Quienes antes le abucheaban ahora le jalean. Vuelve el Deportivo tras leer varios cap¨ªtulos del libro del fracaso y memorizar lecciones que no deber¨ªa olvidar f¨¢cilmente.

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