Otra bofetada al Deportivo
El club gallego, uno de los nueve campeones de Liga, vuelve a fracasar en su intento de dejar la tercera categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol y cumplir¨¢ una cuarta temporada en esa penitencia
El alucinante serial que protagoniza el Deportivo en unas catacumbas futbol¨ªsticas en las que resultaba complicado imaginarle anuncia ya su cuarta temporada. La tercera se cerr¨® al estilo de un club que tiene tras s¨ª episodios indescriptibles, capaz de perder una Liga en casa con un penalti fallado en el ¨²ltimo minuto, ganar su primer t¨ªtulo en los ocho minutos de reanudaci¨®n de una final suspendida por un diluvio que remit¨ªa al arca de No¨¦ o caer del f¨²tbol profesional en una jornada final en la que una sucesi¨®n de irregularidades ajenas le impidi¨® saltar al campo. Nada es ordinario en el Deportivo, apeado en las semifinales de las eliminatorias de ascenso a Segunda Divisi¨®n a pesar de ganar el partido de ida y marcar tres goles en el de vuelta en Castell¨®n. All¨ª pen¨® por su incapacidad para conformar un plantel con futbolistas que sepan defender centros al ¨¢rea y tras una desdichada actuaci¨®n de su portero, Ian Mackay, un deportivista que fue esencial en varios ascensos de categor¨ªa en otros equipos y que regres¨® a casa para reeditar esos laureles, cerrar su carrera y lograr algo que para un coru?¨¦s ya alcanza la categor¨ªa de misi¨®n. Esta temporada en 36 partidos dej¨® su puerta a cero en 17, pero en Castalia encaden¨® cat¨¢strofes decisivas.
S¨®lo nueve equipos en Espa?a tuvieron esta temporada m¨¢s abonados que el Deportivo, que supera los 25.000 y es el term¨®metro de una ciudad que late con un equipo que no conoce la indiferencia. As¨ª que la nueva hecatombe provocar¨¢ una catarsis. ¡°Cuando las cosas no salen hay que evaluar y tomar decisiones¡±, reflexiona el entrenador Rub¨¦n de la Barrera, otro deportivista. El de Castalia fue su cuarto partido en su segunda experiencia en el club. En la anterior, la ¨²ltima edici¨®n de una Segunda B de enrevesado formato en la campa?a 2020-21, lleg¨® al equipo para sustituir a Fernando V¨¢zquez, que ten¨ªa al equipo en puestos que conduc¨ªan al objetivo de un regreso inmediato al f¨²tbol profesional. El disparate de aquel Deportivo se comprende si se considera que un ¨²nico jugador, el uruguayo Diego Rolan, cobraba m¨¢s que bastantes plantillas de los rivales con los que se enfrentaba. El equipo no logr¨® entrar en el play-off, el club decidi¨® no darle a De la Barrera la oportunidad de iniciar un proyecto y por el camino defenestr¨® a los responsables deportivos que propiciaron un coste de 12 millones de euros que asumi¨® Abanca, la entidad bancaria propietaria del club.
No todos cayeron entonces. David Villasuso, el hombre que Abanca hab¨ªa designado como director corporativo tras adquirir la mayor¨ªa accionarial del club, pas¨® a ser director general de una entidad en la que el presidente, Antonio Couceiro, no asume labores ejecutivas. ¡°La responsabilidad recaer¨¢ sobre ¨¦l [Villasuso] y no habr¨¢ ninguna interferencia en el d¨ªa a d¨ªa por parte de los miembros del consejo de administraci¨®n¡±, aclar¨® el club a trav¨¦s de Couceiro, un ingeniero con pasado en la pol¨ªtica al que no se le conoc¨ªan pasiones futboleras y que tras la derrota en Castell¨®n anunci¨® ¡°decisiones que satisfar¨¢n al deportivismo¡±. Como si la verdadera satisfacci¨®n no hubiera acabado de pasar de largo.
Licenciado en Ciencias Empresariales y con un Master of Business Administration, Villasuso era responsable del departamento de ¡°impulso empresarial¡± del banco, una tarea que seg¨²n explica en su cuenta de Linkedin ¡°requiere la capacidad comercial de un perfil de negocio y los conocimientos t¨¦cnicos de un perfil de an¨¢lisis y admisi¨®n¡±. Antes hab¨ªa trabajado en el Banco Etcheverr¨ªa, Banco Pastor, Caixanova, Caixa Galicia y Deustche Bank. En el verano de 2021 se aprest¨® a pilotar la elecci¨®n de las personas que deb¨ªan dise?ar el proyecto deportivo de un club que nunca hab¨ªa estado dos campa?as consecutivas en el tercer pelda?o del f¨²tbol espa?ol. No volvi¨® a haber v¨ªa libre para manirrotos ni para disparar con p¨®lvora del rey, pero el Deportivo desde entonces siempre ha acudido al mercado de la categor¨ªa con el poder¨ªo para elegir el primero.
Villasuso, que rebaja su perfil p¨²blico de manera que nunca ha concedido una entrevista u ofrecido declaraciones en rueda de prensa, le otorg¨® la responsabilidad de la secretar¨ªa t¨¦cnica a Carlos Rosende, un coru?¨¦s de 33 a?os sin experiencia en esas lides y que hac¨ªa meses que se hab¨ªa incorporado a la estructura del club tras trabajar para varios medios de comunicaci¨®n en los que se centraba sobre todo en el an¨¢lisis futbol¨ªstico. Rosende hizo equipo con Juan Gim¨¦nez, tambi¨¦n de su quinta, al que reclut¨® del Cornell¨¢. Este lunes, en cualquier caso, fueron despedidos. Pero sus primeros meses de faena suscitaron una generalizada catarata de elogios con el equipo disparado en el liderato camino de un ascenso directo que en la categor¨ªa s¨®lo obtiene el primer clasificado. Pero el equipo se cay¨® entre febrero y marzo, con dos triunfos en nueve partidos y la incapacidad para seguir el ritmo del Racing de Santander. Con todo, la bala del play-off parec¨ªa asequible y m¨¢s con un formato que le daba el ascenso al equipo con empatar dos partidos en Riazor, uno contra el Linares y el postrero ante el Albacete. Pero en la pr¨®rroga del duelo final el ascenso se esfum¨® tras dos centros al ¨¢rea de un rival entrenador por Rub¨¦n de la Barrera, que en las fotos de la celebraci¨®n luci¨® circunspecto.
Rosende, Gim¨¦nez, y por supuesto, Villasuso optaron por darle continuidad al proyecto. Abanca apost¨® por el sosiego. Su presidente, el venezolano, Juan Carlos Escotet nunca ha ocultado su intenci¨®n de deshacerse de su inversi¨®n en el Deportivo y trata al club, uno de los nueve que han ganado al menos una Liga, como una m¨¢s de la veintena de compa?¨ªas en las que mantiene una participaci¨®n accionarial. El pasado verano envi¨® un mensaje de calma. ¡°Evito comentar las cosas de las que no s¨¦ y yo de f¨²tbol no s¨¦, pero nuestras participadas siempre est¨¢n debidamente dotadas y con un personal gerencial lo suficientemente competitivo para sacarlas adelante. Con cualquiera de nuestras participadas y si hay una apuesta estrat¨¦gica, que en algunos casos es forzada, mantenemos esa pol¨ªtica que siempre ha sido costumbre en esta casa¡±, matiz¨® el propietario de la entidad bancaria con mayor implantaci¨®n en Galicia, heredera de su mayor y desaparecida Caja de Ahorros.
As¨ª que se renovaron confianzas e ilusiones. El entrenador Borja Jim¨¦nez sigui¨® en su puesto, quiz¨¢s azuzados los mandatarios porque en la historia reciente los volantazos que dio el club, incluso cuando no los necesitaba, rara vez sirvieron para enderezar rumbos. En los ¨²ltimos 11 a?os pasaron 14 entrenadores por un banquillo que semeja una silla el¨¦ctrica y desde el que esta temporada ni Jim¨¦nez primero, antes de recibir el finiquito a primeros de octubre, ni ?scar Cano despu¨¦s, fueron capaces de situar al equipo l¨ªder ni siquiera una jornada.
La destituci¨®n del contestad¨ªsimo Cano abri¨® un tiempo de esperanza con el regreso de De la Barrera, cuyo discurso se centr¨® en desterrar la idea de un fatalismo que ni equipo ni afici¨®n logran orillar. Incluso con el equipo abocado a disputar la vuelta de los play-off en terreno contrario, donde no hab¨ªa logrado ganar en sus siete ¨²ltimos partidos, el deportivismo volvi¨® a esperanzarse, invadi¨® las calles, ti?¨® la ciudad de blanquiazul. ¡°Todo lo que parece que va ir mal, va a salir bien¡±, areng¨® el entrenador antes de viajar a Castell¨®n.
Y otra vez lleg¨® la bofetada sonora, dolorosa y guionizada con giros crueles que se reproducen como un monstruo de m¨²ltiples cabezas. Tantas veces repetido el sinsabor apenas resta la fortaleza de quienes acumulan desastres para guiar a los m¨¢s d¨¦biles, a la prole de j¨®venes que ven al club de su coraz¨®n en el mayor de los agujeros de una historia que empez¨® a escribirse en 1906. ¡°Los coru?eses y el deportivismo tenemos algo diferente. No vamos a rendirnos nunca¡±, advierte el capit¨¢n ?lex Berganti?os, tambi¨¦n descarnado en alguna reflexi¨®n y en la petici¨®n de cambios: ¡°El objetivo era el ascenso directo y fuimos cuartos. El f¨²tbol nos ha puesto en donde nos ha puesto, as¨ª que esto es lo que nos merecemos¡±. Ese discurso resiliente es el que entona una vez m¨¢s el sufrido deportivismo. ¡°Cabeza arriba y a seguir. El a?o que viene nos prepararemos mejor para afrontar otra temporada dura, pero yo estoy mentalizado ya para prepararla¡±, asegur¨® tras el partido con los ojos enrojecidos Lucas P¨¦rez, llegado en enero tras abandonar voluntariamente el oropel de la m¨¢xima categor¨ªa para cumplir esa misi¨®n redentora que el buen deportivista lleva tatuada a sangre y fuego. El lema que este domingo cantaron miles de coru?eses con l¨¢grimas en los ojos sigue vigente: ¡°?Nos van a ver volver!¡±.
Continuar¨¢.
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