Que Wembley ilumine a un Madrid de cine
Crec¨ª sabiendo que los equipos son de cristal. La pregunta que me hago este s¨¢bado de gloria es: ?por qu¨¦ el cristal de este Madrid parece blindado?
Hay algo de fin de viaje en el Madrid de hoy y eso es tan cierto como que hay algo de principio de viaje. La culminaci¨®n es para aquellos jugadores que se juegan esta noche su sexta Champions; el comienzo lo definir¨¢ la madurez de los que tienen la obligaci¨®n de mantener la antorcha en lo m¨¢s alto, con Bellingham, Vinicius y, quiz¨¢s, Mbapp¨¦ al frente. A los que se est¨¢n marchando y a los que se van a quedar les espera el Borussia Dortmund, con su espesor de gran equipo y su emocionante hinchada.
La frase m¨¢s o¨ªda en estos d¨ªas es ¡°no hay que confiarse¡±, lo cual lleva impl¨ªcito un exceso de confianza porque da por descontado que el Madrid es el favorito. Tengo la impresi¨®n de que el pueblo madridista est¨¢ mucho m¨¢s preocupado por el traidor f¨²tbol que por el Borussia. Siento mucho repetirlo, pero represento al aficionado medio, por lo tanto, d¨¦jenme decir que ¡°no hay que confiarse¡±.
Pero pongamos perspectiva. La traves¨ªa por la historia nunca es f¨¢cil en un club tan grande como el Madrid. Desde principio de siglo hubo que enfrentarse al mejor Barcelona de la historia; a la marcha de Cristiano Ronaldo y sus cincuenta goles; a la baja de Sergio Ramos y su incomparable liderazgo; a la abrupta dimisi¨®n de Florentino y a su sorprendente regreso, que esta noche puede convertirse en estelar.
Crec¨ª sabiendo que los equipos son de cristal. La pregunta que me hago este s¨¢bado de gloria es: ?por qu¨¦ el cristal de este Madrid parece blindado? Ya hemos hablado del talento, de la herencia cultural, del poder del Bernab¨¦u. Hasta de la suerte. Pero ve¨¢moslo desde otro prisma: ?qu¨¦ pasa cuando un jugador abandona una cultura que el tiempo hizo tan s¨®lida? Los futbolistas llevan muy mal bajar un escal¨®n y la mayor¨ªa de los que se van del club, lo pagan con decadencia. Mi consejo ser¨ªa: nunca le compres un jugador al Real Madrid.
Vayamos a cuestiones menos interpretables. En el Madrid se sabe qui¨¦n manda. Florentino aprendi¨® mucho en el camino y ha acumulado un poder que sabe manejar y que le autoriza a asumir riesgos que a un presidente con menos autoridad no le hubieran permitido. Las marchas de los ya mencionados Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos son un buen ejemplo.
Por otra parte, en un medio donde el sentido de la inmediatez marea a todo el mundo, el Madrid piensa a medio y largo plazo. Una perspectiva de gran valor estrat¨¦gico que permite que el mejor inter¨¦s se imponga al urgente. Fichar a j¨®venes de gran nivel puede salir mal, pero precisamente por tratarse de jugadores j¨®venes encontrar¨¢n valor de post venta. Si sale bien, todo son ventajas y, adem¨¢s, de largo alcance. Esta renovaci¨®n de la plantilla es un buen ejemplo, pero el gran ejemplo es que la camiseta n¨²mero 9 del Madrid est¨¦ vac¨ªa esperando a Mbapp¨¦. Esa paciencia es casi heroica en un territorio tan pasional.
As¨ª que enciende tus luces, Wembley, para iluminar una historia que es a¨²n m¨¢s larga que la tuya. Y si se trata de enfocar, empieza por Toni Kroos, un sabio de mente r¨¢pida, cuerpo enga?ador y juego majestuoso que es estrat¨¦gico hasta para marcharse. Y que las luces apunten a Nacho, ese defensa pesimista que encarna las profundidades del club desde su origen canterano hasta su orgullosa capitan¨ªa. Un tipo discreto que, de momento, aguanta el peso de la plater¨ªa de cinco Champions. Se me termina el art¨ªculo, Wembley, pero tu sigue iluminando la porf¨ªa de Vinicius, la dignidad de Modric, la clase de Bellingham¡ Luz, m¨¢s luz para este Madrid cinematogr¨¢fico.
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