El drama del Valencia o c¨®mo un club hist¨®rico revive el p¨¢nico por el descenso que ya sufri¨® en los 80

El viernes por la noche, despu¨¦s del partido en Legan¨¦s, Pepelu, Sergi Can¨®s y Rub¨¦n Baraja tuvieron que bajarse del autob¨²s para calmar los ¨¢nimos de los aficionados que se hab¨ªan desplazado hasta Butarque para animar a un Valencia en horas cr¨ªticas. Un equipo, uno de los hist¨®ricos de la Liga, que ocupa uno de los puestos de descenso despu¨¦s haber sumado solo una victoria y tres empates en nueve jornadas. Una racha que engancha con un final de la pasada temporada tan p¨¦simo como intrascendente: ocho puntos en las nueve ¨²ltimas jornadas. Las cuentas dicen que el equipo de Rub¨¦n Baraja ha conseguido 14 de los ¨²ltimos 54 puntos.

La hinchada anda caliente y su ira, hasta ahora enfocada ¨²nicamente hacia Peter Lim, el propietario del club desde hace diez a?os, empieza a expandirse. Ya han surgido las primeras voces cr¨ªticas hacia Rub¨¦n Baraja, hasta hace nada una leyenda intocable. Ni de las derrotas se salva un t¨®tem de aquel Valencia brillante y desacomplejado que gan¨® dos ligas y se hizo un nombre en Europa a primeros de los 2000. El Pipo siente que su futuro est¨¢ en el aire si no llegan victorias r¨¢pidamente y m¨¢s ahora que el Valencia se enfrenta a dos jornadas cruciales que pueden marcar toda una temporada: un partido en casa el pr¨®ximo lunes 21 contra el colista, Las Palmas, y, a continuaci¨®n, una visita al Getafe (actualmente decimosexto), seis d¨ªas m¨¢s tarde.

La penosa situaci¨®n deportiva de un equipo con seis t¨ªtulos de Liga, ocho Copas del Rey, dos finales de la Champions, una Recopa o una Copa de la UEFA, es consecuencia de la delicada situaci¨®n financiera de la entidad. El club tiene una deuda estructural que asciende a 335 millones de euros; de ese total, tiene que hacer frente a 135 en los pr¨®ximos 12 meses, lo que ha llevado a los dirigentes a contratar a Goldman Sachs para encontrar 120 millones y tratar de refinanciar la deuda. Por otro lado, Lim, que ha invertido hasta 300 millones en la compra del club, deja sin recursos a la direcci¨®n deportiva, lo que deja una pobre imagen en el c¨¦sped con un equipo cada vez m¨¢s raqu¨ªtico y desarmado. Un equipo que vende a sus estrellas y compra median¨ªas. Un club que ha ingresado 200 millones de euros desde 2020 y que apenas ha invertido 30 en fichajes. El ¨²ltimo verano se ha gastado 1,35 millones de euros, menos que varios clubes de Segunda.

As¨ª es como el Valencia ha llegado a la jornada nueve de la Liga, casi un cuarto del campeonato, en puestos de descenso (17?), algo que no se produc¨ªa desde la temporada 97-98, cuando el equipo de Claudio Ranieri, que hab¨ªa sustituido en el cargo a Jorge Valdano en la tercera jornada, lleg¨® a la novena semana de la Liga decimos¨¦ptimo, en puestos de descenso. Pero el equipo enderez¨® su trayectoria, remont¨® y a¨²n alcanz¨® la ya extinta Intertoto.

Mucho peor fueron los 80. ¡°Durante aquellos a?os el club viv¨ªa un momento econ¨®mico muy malo por una serie de promesas por el Mundial 82 que se jug¨® en Espa?a ¡ªMestalla era una de las sedes¡ª y que no se cumplieron. Ramos Costa se vio obligado a dejar la presidencia en el 83¡å, recuerda el periodista Alfonso Gil, que cubri¨® la informaci¨®n del Valencia durante d¨¦cadas. En medio de esa crisis financiera, lleg¨® el primer aviso. Fue en la temporada 1982-1983. El Valencia marchaba pen¨²ltimo, decimos¨¦ptimo, en la jornada nueve. La salvaci¨®n no se cerr¨® hasta el ¨²ltimo d¨ªa, el primero de mayo de 1983, cuando una carambola a cuatro bandas dej¨® al Valencia en Primera y a Las Palmas, Celta y Santander, en Segunda.

Los aficionados m¨¢s veteranos jam¨¢s olvidar¨¢n aquel d¨ªa ni, sobre todo, aquel gol de Miguel Tendillo. El central le marc¨® al Real Madrid, que se convertir¨ªa en su equipo dos temporadas m¨¢s tarde. Aquel cabezazo que no pudo detener Agust¨ªn acab¨® d¨¢ndole la victoria al Valencia, que llegaba como colista al desenlace de la Liga y al que tambi¨¦n le favorecieron otros tres resultados: la derrota de Las Palmas frente al Athletic de Javier Clemente (1-5), que se llev¨® el t¨ªtulo por encima de un Real Madrid al que le hubiera valido un empate en Mestalla, la del Celta en Valladolid (3-1) y la del Racing ante el Atl¨¦tico de Madrid (3-1).

¡°El Valencia ten¨ªa un buen equipo aquel a?o, con Kempes, Felman, Pablo, Castellanos, Carrete, Arias, Saura, Solsona¡­ Y lo curioso es que la Liga empez¨® con una victoria ante el Barcelona en el debut de Maradona en Espa?a. Esa temporada, el Valencia no logr¨® ninguna victoria fuera de casa, solo dos empates, y aun as¨ª se salv¨®. Pero es curioso que en el recuerdo de muchos valencianistas ha quedado que el equipo no baj¨® ese a?o, pero s¨ª al siguiente, cuando no fue as¨ª, pasaron tres temporadas antes de consumarse el descenso¡±, apunta Gil, autor de varios libros sobre el Valencia y profesor de una asignatura sobre la historia del club en la Universidad de Valencia.

El desastre lleg¨® en la temporada 1985-1986. El club estaba en una situaci¨®n ruinosa con una deuda de casi 2.000 millones de pesetas. El equipo empez¨® la temporada con ?scar Rub¨¦n Valdez en el banquillo, pero cuando la Liga empez¨® a torcerse, el presidente, Vicente Tormo, decidi¨® traer a Alfredo Di St¨¦fano, el t¨¦cnico con el que hab¨ªan ganado su ¨²ltima Liga, la del 71. Aquel equipo lleg¨® a la jornada 9 en d¨¦cima posici¨®n con tres victorias, tres empates y tres derrotas. ¡°Si se tiene en cuenta que la victoria entonces solo val¨ªa dos puntos, podemos decir que llegaron a esa jornada con el doble de puntos que ahora. Tambi¨¦n llama la atenci¨®n que acabaron la Liga con los mismos puntos (25) que la temporada que se salvaron, una cifra que esta vez result¨® insuficiente¡±. El Valencia descendi¨®, por primera y ¨²ltima vez en su historia, el 13 de abril de 1986, a falta de una jornada.

El fichaje estelar de esa temporada fue Manuel S¨¢nchez Torres, un hijo de inmigrantes que hab¨ªa destacado como goleador en el Twente. La apuesta fue un fracaso y el delantero acab¨® la Liga con un gol. Di St¨¦fano, con su sorna habitual, lo retrat¨® en una frase: ¡°El problema que tiene S¨¢nchez Torres es que S¨¢nchez siempre est¨¢ peleado con Torres¡­¡±.