Un estudio relaciona los golpes en la cabeza en el f¨²tbol con un mayor riesgo de padecer alzh¨¦imer y p¨¢rkinson
El Hospital Cl¨ªnic de Barcelona presenta las conclusiones de un trabajo publicado en ¡®The Lancet¡¯ que ha estudiado decenas de partidos de diferentes ¨¦pocas y que demuestra el impacto en la salud de los jugadores
El pasado 29 de septiembre Robin Le Normand, el central del Atl¨¦tico de Madrid y de la selecci¨®n espa?ola, tuvo que abandonar el campo en los ¨²ltimos minutos del derbi madrile?o disputado en el estadio C¨ªvitas Metropolitano tras sufrir un duro golpe en la cabeza al chocar con el centrocampista del Real Madrid Aur¨¦lien Tchoaumeni. Resultado: un traumatismo craneoencef¨¢lico con hematoma subdural que le impedir¨¢ volver a los terrenos de juego hasta que el hematoma se reabsorba. Fue un lance del juego. Un golpe fortuito en la cabeza que, sin embargo, seg¨²n un estudio publicado en la prestigiosa revista cient¨ªfica Lancet Neurology y presentado esta ma?ana en el Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, es cada vez m¨¢s habitual.
¡°Llevo 50 a?os viendo f¨²tbol y mi impresi¨®n era que en las ¨²ltimas d¨¦cadas el f¨²tbol se hab¨ªa vuelto m¨¢s competitivo, m¨¢s f¨ªsico, m¨¢s agresivo; y que cada vez se ve¨ªan m¨¢s golpes en la cabeza que requieren de asistencia m¨¦dica¡±, sostiene el doctor Alex Iranzo, neur¨®logo y jefe de la Unidad del Sue?o del Hospital Cl¨ªnic. Para corroborar su hip¨®tesis, los autores del estudio, liderados por Iranzo, se propusieron analizar los partidos de mundiales de diferentes d¨¦cadas. Eligieron el de Alemania Federal de 1974, el de Italia de 1990, el de Alemania de 2006 y el de Qatar 2022, la ¨²ltima Copa del Mundo de f¨²tbol celebrada hasta la fecha. De cada uno de esos torneos, Irina Mart¨ªn, estudiante de Medicina de la Universitat de Barcelona, vio 30 partidos elegidos al azar y tom¨® nota de cada golpeo a la cabeza con el bal¨®n y de cada golpe recibido por la cabeza de un futbolista, ya fuese al chocar con otro jugador, contra un poste o contra el c¨¦sped.
Los resultados corroboran la hip¨®tesis de Iranzo. En el Mundial de 1974 se contabilizaron alrededor de 1.800 cabezazos a la pelota, por los 2.600 del torneo de 1990, los 2.700 de 2006 o los 2.500 de 2022. Con todo, el dato m¨¢s significativo del estudio es el de los golpes recibidos por los futbolistas en la cabeza, que pasaron de los 17 de 1974 ¡ªapenas uno por cada dos partidos¡ª, a 22 en Italia 1990, 46 en Alemania 2006 y 50 en Qatar 2022 ¡ªm¨¢s de 1,5 por partido¡ª. De todas estas colisiones en la cabeza registradas, el 33% requirieron de asistencia m¨¦dica y solo en cinco el golpe oblig¨® a la retirada del campo del futbolista. Las cinco, curiosamente, en los dos ¨²ltimos mundiales analizados, 2006 y 2022.
La recopilaci¨®n de estos datos tiene m¨¢s importancia de la que puede parecer a simple vista. ¡°Hemos medido esto porque los golpes repetitivos de baja intensidad (cabezazos) y las colisiones en la cabeza se asocian a largo plazo con un mayor riesgo de desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el alzh¨¦imer y el p¨¢rkinson¡±, sostiene Alex Iranzo.
La relaci¨®n entre golpes en la cabeza y demencia est¨¢ mucho m¨¢s estudiada en deportes donde el contacto f¨ªsico es mucho mayor, como el f¨²tbol americano, el hockey sobre hielo o el rugby. De hecho, seg¨²n datos de FIFPRO, la entidad que re¨²ne a los sindicatos de futbolistas de todo el mundo, se calcula que por cada caso de conmoci¨®n cerebral en el f¨²tbol hay 150 casos en el f¨²tbol americano o el hockey sobre hielo, y 300 en el rugby. En el f¨²tbol, no obstante, las alarmas empezaron a saltar tras la muerte en 2002 a los 59 a?os del goleador brit¨¢nico Jeff Astle, reconocido por su poder¨ªo en el juego a¨¦reo. Y se dispararon cuando los h¨¦roes del Mundial de 1966 de Inglaterra empezaron a sucumbir v¨ªctimas de enfermedades neurodegenerativas. De los 11 que saltaron como titulares al c¨¦sped de Wembley en la final contra Alemania, cinco han muerto con demencia (Ray Wilson, Martin Pieters, Nobby Stiles, Jack Charlton y Bobby Charlton).
Desde entonces, futbolistas ya retirados de la talla de Alan Shearer o Gary Lineker han mostrado su preocupaci¨®n al respecto y han promovido incluso partidos de f¨²tbol sin cabezazos. M¨¢s recientemente, el ex central del Real Madrid Raphael Varane explicaba en una entrevista publicada en el diario deportivo franc¨¦s L¡¯?quipe que recomendaba a su hijo de siete a?os ¡°no dar cabezazos en los entrenamientos y partidos¡±. Esa misma recomendaci¨®n, de manera oficial, la tom¨® ya la federaci¨®n estadounidense de f¨²tbol en 2015, al prohibir los cabezazos en los entrenamientos a los menores de 10 a?os. Le siguieron m¨¢s tarde otras federaciones de f¨²tbol como la inglesa, la escocesa o la de Irlanda del Norte, que proh¨ªben golpear o rematar de cabeza a los menores de 12 a?os.
Estas prohibiciones se sustentan en las ¨²ltimas evidencias cient¨ªficas. Seg¨²n un estudio realizado en Escocia en 2019 con el apoyo de la federaci¨®n inglesa y del sindicato de jugadores, los futbolistas tendr¨ªan 3,5 veces m¨¢s probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas en el futuro que la poblaci¨®n general. Otro estudio m¨¢s reciente, realizado en Suecia, se?alaba que los futbolistas de ¨¦lite tienen 1,5 veces m¨¢s de posibilidades que el resto de la poblaci¨®n de desarrollar demencia o alzh¨¦imer. Desde el propio Hospital Cl¨ªnic, el doctor Alex Iranzo lider¨® otra investigaci¨®n que concluy¨® que ser futbolista profesional incrementa el riesgo de sufrir trastorno del sue?o REM, un trastorno considerado un s¨ªntoma precoz de la enfermedad de Parkinson.
¡°Lo m¨¢s importante es no ser alarmista. La gran mayor¨ªa de los jugadores de f¨²tbol nunca van a desarrollar una demencia o p¨¢rkinson, pero s¨ª est¨¢n m¨¢s predispuestos que la poblaci¨®n que no se pega golpes a diario en la cabeza. Estos golpes van dejando peque?as marcas en el cerebro que al cabo de 30 o 40 a?os, en personas con predisposici¨®n, pueden ser la gota que hace que aparezcan estas enfermedades¡±, explica. El investigador es consciente de que eliminar el golpeo de cabeza en el f¨²tbol es una quimera: ¡°?Imag¨ªnate, nos habr¨ªamos quedado sin el gol de Puyol a Alemania en el Mundial de 2010 o sin el de Merino de la ¨²ltima Eurocopa!¡±; pero defiende la necesidad de educar a futbolistas y a entrenadores en la importancia de ¡°no arriesgar la cabeza, ni la de uno ni la de los dem¨¢s¡±; y anima a las federaciones y competiciones de f¨²tbol a adoptar estrategias preventivas como programas educativos, regulaciones de juego limpio, tarjetas rojas autom¨¢ticas para golpes intencionados en la cabeza, reducci¨®n del n¨²mero de partidos jugados por futbolista cada temporada o el uso de equipos de protecci¨®n.
La Federaci¨®n y la AFE, de la mano
Claudio V¨¢zquez Colomo, jefe de Servicios M¨¦dicos de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF), explica a EL PA?S que este tipo de investigaciones ¡°son importantes¡± porque permiten seguir avanzando y generando conocimiento sobre el hecho de que ser futbolista pueda ser considerado un factor de riesgo para desarrollar enfermedades neurodegenerativas. ¡°Es verdad que hace unas d¨¦cadas el tipo de juego era diferente y la pelota tambi¨¦n, pero independientemente de eso parece que el riesgo est¨¢ ah¨ª, ya que todo hace indicar que los golpes constantes incrementan el riesgo de estas enfermedades. Adem¨¢s, en el estudio realizado en Suecia se vio que los porteros no estaban afectados, lo cual refuerza m¨¢s si cabe la idea de que los jugadores de campo est¨¢n m¨¢s expuestos a estas enfermedades¡±, se?ala.
Aunque considera que a¨²n queda camino por recorrer, el doctor opina que se ha avanzado bastante en la concienciaci¨®n de entrenadores y futbolistas sobre la importancia de cuidar estos golpes en la cabeza. ¡°Dentro del mundo del f¨²tbol, los m¨¦dicos llevamos a?os luchando para conseguir una mayor conciencia social y deportiva de la importancia del traumatismo craneoencef¨¢lico. Hasta hace muy poco tiempo a un jugador que sufr¨ªa un golpe fuerte en la cabeza casi se le met¨ªa en el campo sobre la marcha sin examinarle. Ahora hemos conseguido que ante lo que se llama conmoci¨®n cerebral un ¨¢rbitro pueda parar el juego durante tres minutos para que se pueda explorar al futbolista y ante cualquier signo de alarma se le pueda cambiar¡±, explica V¨¢zquez. En ese sentido, el galeno de la selecci¨®n recuerda que el pasado 1 de julio entr¨® en vigor un protocolo en fase de ensayo creado por la International Football Association Board (IFAB) que, en aquellas competiciones que lo adopten, permitir¨¢ sustituir a los futbolistas que han sufrido una conmoci¨®n sin que dicho cambio cuente en el c¨®mputo de las cinco sustituciones permitidas en las principales competiciones internacionales. El objetivo, apunta el doctor, es evitar lo que se conoce como el s¨ªndrome del segundo impacto. Y es que, como se?ala el experto, si un futbolista sufre una segunda conmoci¨®n en el mismo partido o durante las semanas que dure la recuperaci¨®n de la primera, las consecuencias ¡°podr¨ªan ser grav¨ªsimas¡±.
Sabe de esos avances Eugenio Mart¨ªnez de las Heras Geni, que tras debutar con el Real Madrid en la temporada 1984-1985 desarroll¨® una carrera de 17 a?os por equipos de 2? y 2?B (hoy Primera Federaci¨®n). A lo largo de esa carrera como defensa central sufri¨® dos conmociones cerebrales. La primera vistiendo la camiseta del Madrid Castilla, en 2? Divisi¨®n. ¡°Me hice una brecha en la sien y no sab¨ªa muy bien d¨®nde estaba¡±. La segunda como futbolista del Burgos en la temporada 1987-1988, en un duelo contra el H¨¦rcules: ¡°Me dieron un golpe en la nuca y segu¨ª jugando aturdido, como si estuviese en una pel¨ªcula¡±.
Hoy, a¨²n ligado al f¨²tbol y como responsable del Departamento de Salud de la Asociaci¨®n de Futbolistas Espa?oles (AFE), reconoce que una situaci¨®n as¨ª ser¨ªa inviable. La propia AFE y La Liga presentaron a principios de la temporada 2023-2024 un protocolo sobre conmociones cerebrales. La campa?a tambi¨¦n incluye un apartado de concienciaci¨®n para los futbolistas, en el que a trav¨¦s de un v¨ªdeo divulgativo se informa de los s¨ªntomas de un traumatismo craneoencef¨¢lico y de la importancia de abandonar el terreno de juego en caso de sufrirlo.
¡°Es un tema que nos preocupa, como demuestra esta campa?a, pero tambi¨¦n nos preocupa bastante dar una visi¨®n alarmista¡±, afirma Geni. El exfutbolista se muestra esc¨¦ptico con el impacto que pueden tener los cabezazos al bal¨®n en un posible desarrollo futuro de demencia, m¨¢s ahora que ¡°el material del bal¨®n es cada vez m¨¢s ligero y menos pesado¡±. ¡°Es cierto que los balones de ahora no son tan pesados¡±, reconoce el doctor Alex Iranzo; que, no obstante, matiza que esa ligereza no necesariamente disminuye el riesgo, ya que como contrapartida aumenta la velocidad del bal¨®n: ¡°Hoy, si te dan un balonazo en la cabeza o rematas un c¨®rner, al ser la velocidad de la pelota mayor, la desaceleraci¨®n tambi¨¦n es mayor y el cerebro rebota varias veces contra el cr¨¢neo¡±.
Geni, por ¨²ltimo, tambi¨¦n muestra sus discrepancias con los resultados del estudio, sobre todo en lo referente a las cifras de cabezazos dados a la pelota. ¡°Yo viv¨ª el f¨²tbol en los a?os 80 y 90, los campos de barro, el bal¨®n Mikasa que se hinchaba con el agua y pesaba dos kilos, lo cual propiciaba que se jugara m¨¢s directo y que hubiese m¨¢s juego a¨¦reo. Hoy se da un juego m¨¢s de combinaci¨®n, con delanteros centros m¨¢s bajitos, extremos a pierna cambiada, y eso hace que haya muchos menos golpeos de cabeza en un partido que hace d¨¦cadas y muchos menos balones divididos, que es donde se producen la mayor¨ªa de los golpes¡±, argumenta. Geni, no obstante, s¨ª reivindica la necesidad de concienciar a los futbolistas sobre los riesgos de las conmociones cerebrales. ¡°Es una parte importante del protocolo, porque con la adrenalina de los partidos, a veces te dan un golpe en la cabeza y t¨² lo ¨²nico que quieres es volver a salir a jugar. Ah¨ª est¨¢ el peligro y por eso es importante entender cu¨¢ndo hay que salir del campo¡±, concluye.
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