Correa y el contragolpe incendian Par¨ªs: el Atl¨¦tico gana al PSG en el descuento
Un gol del argentino en la ¨²ltima jugada da el triunfo a los rojiblancos ante un conjunto franc¨¦s que domin¨® y tuvo ocasiones para ganar, pero el equipo de Luis Enrique se encontr¨® con la mejor noche de Oblak
El Atl¨¦tico resist¨ªa numantino las ¨²ltimas embestidas del PSG cuando Oblak sac¨® largo para Griezmann, que hab¨ªa firmado una noche impropia de su clase. La recuper¨® con un cambio de juego a Correa que entraba libre por el otro costado. Una vez m¨¢s, el instinto de potrero de Correa le llev¨® a sentar a su par y a superar a Donnarumma con un toque cruzado. Defensa, sufrimiemnto y contragolpe. Cholismo en vena para un triunfo en la ¨²ltima jugada que rehabilita al Atl¨¦tico en la competici¨®n.
La alineacion delat¨® una b¨²squeda de ritmo y piernas y en esa ecuaci¨®n a Simeone no le entr¨® Koke. La decisi¨®n es una se?al de que el Cholo prepara una transici¨®n dulce para el capit¨¢n. Koke va a jugar muchos partidos, pero cuando se trate de ¡°meter bomba en medio¡±, como dec¨ªa Germ¨¢n Burgos, lo tendr¨¢ complicado ante rivales como el PSG. La base del tri¨¢ngulo de centrocampistas fue para Barrios, al que Simeone y el equipo echaron mucho de menos en el mes que ha estado ausente. ?l es el elegido por delante de De Paul y Gallagher para ser el nuevo seis en ausencia de Koke. Estos dos le acompa?aron para rodearle de jerarqu¨ªa. La trascendencia del duelo, la entidad del rival y el escenario lo requer¨ªan, pero el Atl¨¦tico no ense?¨® ni un gramo en el inicio del partido. Tard¨® casi un cuarto de hora en pasar por primera vez del centro del campo. Con ese problema cr¨®nico de no dar tres pases seguidos limpios para romper las l¨ªneas de presi¨®n y expuesto a tener que defenderse con una zaga de remiendos por las lesiones de Llorente, Le Normand y Azpilicueta y la baja por sanci¨®n de Gim¨¦nez. En cinco minutos Hakimi y Demb¨¦l¨¦ ya hab¨ªan rozado el gol. El extremo encontr¨® un para¨ªso a la espalda de Gallagher y Javi Gal¨¢n. No sab¨ªan si seguir al exazulgrana o a Hakimi, siempre amenazante o por fuera por dentro. Cuando no los reventaba con un desmarque al espacio los quebraba cinture¨¢ndoles. Sobre todo a Gal¨¢n, que retado sin descanso, las pas¨® canutas.
El paisaje era n¨ªtido, invasi¨®n masiva del PSG en campo contrario y su rival encastillado. Si el duelo requer¨ªa jerarqu¨ªa, el Atl¨¦tico se raj¨® por ah¨ª. Lenglet, uno de los se?alados para imponer temple le entreg¨® la pelota a Demb¨¦l¨¦ en el punto de penalti. A su derecha, libre de marca Za?re-Emery hizo vencerse a Oblak con una finta y le levant¨® suave la pelota.
Parec¨ªa condenado el Atl¨¦tico a una tunda. No hab¨ªa engarzado dos pases y hab¨ªa recibido un gol antes del primer cuarto de hora. Sucedi¨® que Giuliano mostr¨® tener m¨¢s piel dura que muchos de sus compa?eros que le sacan unas cuantas horas de vuelo. A la primera que se desenganch¨® solt¨® un derechazo que repeli¨® Donnarumma. Cogi¨® el rechace y su centro, tras rebotar en un defenas del PSG, le cay¨® a Nahuel Molina. Este resolvi¨® con un zurdazo cruzado. Diestro como es y ahora reconvertido a central por necesidad, todo resulta ex¨®tico en ¨¦l. Tanto los errores groseros como los aciertos.
El empate no vari¨® el guion, pese a que el Atl¨¦tico demostr¨® que ahora mismo el PSG es un rival de mand¨ªbula de cristal. El PSG, cimentado en esa turbina constante que es Vitinha, gobernaba el duelo y se lo entregaba a Demb¨¦l¨¦ para que lo resolviera. Ah¨ª pec¨® quiz¨¢ en exceso de volcar demasiado el juego hacia el exazulgrana. A la derecha estaba Barcola, tan culebrero como Demb¨¦l¨¦ en las pocas ocasiones que el PSG gir¨® el juego hacia su costado. En el medio, Marco Asensio viv¨ªa el ostracismo de los falsos nueves. Siempre fijo para clavar a los centrales y con poca intervenci¨®n para recibir y girarse o descargar juego. Convertido en un mon¨®logo de Demb¨¦le, que buscaba un gol maradoniano en cada embestida, el duelo se fue al descanso. Del intermedio pareci¨® salir un Atl¨¦tico m¨¢s recio y fiable con la pelota. Menos hundido y dispuesto a hacerle sufrir al PSG con las transiciones a las que se expone por presionar tan arriba y jugar al filo. Ah¨ª es un fundamentalista innegociable Luis Enrique. Esa mejor pinta del Atl¨¦tico pareci¨® confirmarse con las entradas de Koke, Riquelme y Reinildo por De Paul, Giuliano y Gal¨¢n. Los dos carrileros mortificados por Demb¨¦l¨¦ y Barcola.
La progresi¨®n del Atl¨¦tico se vio truncada porque Griezmann estaba firmando una noche aciaga como encargado de afinar el juego en los ¨²ltimos metros. No poder estirarse conden¨® al Atl¨¦tico a encomendarse a Oblak, salvador del Atl¨¦tico a disparos a quemarropa de Barcola y Hakimi. El ¨²ltimo propici¨® que Oblak sacara con la mano en largo para que Griezmann sacara por primera vez brillo a su bota izquierda y asistiera a Correa para incendiar Par¨ªs con el arma preferida del Cholo. El contragolpe.
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
23
ATM
|
6 | 4 | 2 | 0 | 2 |
24
PSV
|
5 | 4 | 1 | 2 | 1 |
25
PSG
|
4 | 4 | 1 | 1 | 2 |
26
SPP
|
4 | 4 | 1 | 1 | 2 |
27
STU
|
4 | 4 | 1 | 1 | 2 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
21
FEY
|
6 | 4 | 2 | 0 | 2 |
22
BRU
|
6 | 4 | 2 | 0 | 2 |
23
ATM
|
6 | 4 | 2 | 0 | 2 |
24
PSV
|
5 | 4 | 1 | 2 | 1 |
25
PSG
|
4 | 4 | 1 | 1 | 2 |
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