Radiograf¨ªa del ¡®sportswashing¡¯ de Arabia Saud¨ª: al menos 910 contratos en todo el mundo para blanquear la imagen del r¨¦gimen

Arabia Saud¨ª, un r¨¦gimen autocr¨¢tico que vulnera los derechos de las mujeres, criminaliza a la comunidad LGTBIQ+, aplica la pena de muerte y encarcela cualquier atisbo de oposici¨®n que demande m¨¢s libertades, cuenta este a?o con al menos 910 acuerdos comerciales deportivos ¡ªpatrocinios, compras u organizaci¨®n de torneos¡ª en todo el planeta por valor de miles de millones de euros con los que intenta blanquear su imagen de dictadura reaccionaria, seg¨²n una investigaci¨®n de Play the Game a la que ha tenido acceso en exclusiva este diario. La organizaci¨®n danesa, fundada en 1997 y que desde entonces busca elevar los est¨¢ndares ¨¦ticos del deporte, ha realizado un estudio que pone por primera vez cifras a la vasta operaci¨®n de sportswashing ¡ªel elocuente t¨¦rmino ingl¨¦s para referirse al lavado de imagen mediante la influencia del deporte¡ª de Riad, una estrategia geopol¨ªtica con la que la monarqu¨ªa absoluta de los Saud ha transformado el panorama deportivo mundial mientras trata de remodelar la imagen exterior del reino.

La investigaci¨®n desgrana la enorme red de contratos de Arabia Saud¨ª en la ¨¦lite de algunos de los principales deportes ¡ªf¨²tbol (194), boxeo (123), golf (92), artes marciales mixtas (70), motor (54), tenis (36), atletismo (22), ciclismo (14) o p¨¢del (13)¡ª y 1.412 conexiones de altos cargos del r¨¦gimen tanto en entidades pol¨ªticas y empresas estatales saud¨ªes como en organizaciones deportivas, lo que genera conflictos de inter¨¦s que amenazan con socavar la integridad del deporte.

El intrincado mapa de relaciones empresariales, pol¨ªticas y deportivas sirve para que Riad impulse a trav¨¦s del sportswashing el proyecto Visi¨®n 2030, la hoja de ruta para el futuro del Estado dise?ada por el pr¨ªncipe heredero y primer ministro, Mohamed Bin Salm¨¢n, que de facto ejerce el poder que formalmente corresponde a su padre, el rey Salm¨¢n, de 88 a?os. Esta incluye acabar con la dependencia casi absoluta del petr¨®leo en su econom¨ªa y atraer inversiones y turistas al pa¨ªs pese a su fama de dictadura represora de derechos humanos. ¡°Si el sportswashing va a incrementar mi PIB un 1%, entonces seguiremos haciendo sportswashing¡±, dijo Bin Salm¨¢n en una entrevista con Fox News en septiembre de 2023, justo cuando se iban a cumplir cinco a?os del asesinato del periodista cr¨ªtico Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saud¨ª en Estambul por orden directa suya, seg¨²n concluy¨® la CIA.

El deporte en el que m¨¢s dinero invierte Arabia Saud¨ª es el f¨²tbol. Lo hace, sobre todo, mediante dos empresas: el Public Investment Fund (PIF), el poderoso fondo soberano del pa¨ªs, y Aramco, la mayor petrolera del mundo y tambi¨¦n de control estatal. El primero cuenta con 346 contratos ¡ªno solo de f¨²tbol¡ª, mientras que la empresa energ¨¦tica suma 71.

El ¨¦xito del pa¨ªs ¨¢rabe ha alcanzado tal magnitud que en breve ser¨¢ nombrado oficialmente anfitri¨®n del Mundial masculino 2034 ¡ªes la ¨²nica candidatura¡ª, el mayor evento futbol¨ªstico del planeta. La FIFA, organizadora del torneo, public¨® el pasado viernes el informe en el que da luz verde a Riad y en el que pasa por alto las vulneraciones de derechos humanos. ¡°El considerable trabajo realizado por la candidata con vistas a elaborar las propuestas relacionadas con los derechos humanos, as¨ª como los compromisos concretos que ha asumido, proporcionan una base sobre la que todas las partes pueden colaborar de forma constructiva a fin de desarrollar mecanismos que mitiguen estos riesgos¡±, dice el texto de la organizaci¨®n presidida por Gianni Infantino, cuyos estatutos rezan que est¨¢ ¡°comprometida a respetar todos los derechos humanos reconocidos internacionalmente y a esforzarse para promover la protecci¨®n de los mismos¡±.

El f¨²tbol es la piedra angular de la estrategia de blanqueo de imagen que Riad lleva a cabo a trav¨¦s del deporte. Los tent¨¢culos de la monarqu¨ªa absoluta ¡ªdonde el rey controla el legislativo, el ejecutivo y el judicial, por lo que no existe una separaci¨®n de poderes ni un Estado de derecho como en las democracias occidentales¡ª han llegado a las grandes ligas europeas con, por ejemplo, la organizaci¨®n de las Supercopas de Espa?a e Italia en el pa¨ªs ¨¢rabe, pero tambi¨¦n a otras competiciones con menor brillo, como la final de la Copa de Egipto o la de la Supercopa de la Confederaci¨®n Africana de F¨²tbol. Arabia Saud¨ª tiene seis contratos ¡ªcuatro a trav¨¦s de la empresa Vision 2030, o de compa?¨ªas controladas por esta, y dos a trav¨¦s de su federaci¨®n de f¨²tbol¡ª solo con la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF) para que el torneo se celebre all¨ª.

El fondo soberano saud¨ª tambi¨¦n patrocina al Atl¨¦tico de Madrid y su estadio (mediante Riyadh Air), al Manchester City o a la Confederaci¨®n de Norteam¨¦rica, Centroam¨¦rica y el Caribe de F¨²tbol, entre muchos otros. Una de sus mayores operaciones fue la compra del Newcastle, un club de la Premier League, en octubre de 2021. El gobernador del PIF es un hombre de confianza de Bin Salm¨¢n, Yasir Al Rumayyan, que tambi¨¦n ejerce como presidente del equipo ingl¨¦s, de Riyadh Air, de Aramco, de la Federaci¨®n saud¨ª de golf y de la ¨¢rabe o de LIV Golf, la Liga saud¨ª, que desde 2021 ha fichado a algunos de los mejores jugadores del mundo, como Jon Rahm, con cientos y cientos de millones de euros. Este es un elemento fundamental del sportswashing del r¨¦gimen: los dirigentes deportivos saud¨ªes tambi¨¦n ocupan puestos de alto rango dentro del aparato estatal, lo que les otorga una autoridad pol¨ªtica y financiera extraordinaria y una ventaja para negociar y llegar a acuerdos que consideran estrat¨¦gicos.

La Premier acept¨® hace tres a?os la compra del Newcastle tras recibir garant¨ªas de que Riad no dirigir¨ªa el club pese a que el gobernador del PIF es Al Rumayyan y su presidente es Bin Salm¨¢n. Desde la adquisici¨®n del equipo ingl¨¦s, este ha cerrado acuerdos de patrocinio con otras empresas saud¨ªes como Sela, Noon y Savvy Games Group ¡ªpropiedad tambi¨¦n del fondo soberano¡ª y con la aerol¨ªnea estatal Saudia.

Este tipo de conflicto de inter¨¦s tambi¨¦n se da en la Liga saud¨ª, donde Aramco tiene el control del Al Qadsiah y el fondo soberano posee otros cuatro clubes: el Al Ahli, el Al Ittihad ¡ªequipo de Karim Benzema¡ª, el Al Hilal ¡ªde Neymar¡ª y el Al Nassr, donde juega Cristiano Ronaldo. Entre los conjuntos de propiedad estatal ¡ªque se han gastado miles de millones de euros en hacerse con algunos de los mejores futbolistas del mundo¡ª ha habido decenas de traspasos de jugadores en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n el portal especializado Transfermarkt. Adem¨¢s, el Newcastle vendi¨® al delantero franc¨¦s Allan Saint-Maxim en 2023 al Al Ahli. Esta situaci¨®n pone en peligro la integridad de los partidos, seg¨²n Play The Game, y afecta tambi¨¦n a la Liga de Campeones de la Confederaci¨®n Asi¨¢tica de F¨²tbol, donde compiten estos clubes y que est¨¢ patrocinada por Neom, el proyecto megal¨®mano de Bin Salm¨¢n respaldado por el PIF para construir una megaciudad futurista en la provincia de Tabuk (noroeste) que ha provocado desalojos forzosos y sentencias de pena de muerte denunciadas por la ONU.

Al Rumayyan tambi¨¦n es el presidente de Aramco, que el pasado abril firm¨® un ¡°acuerdo global¡± con la FIFA para convertirse en un ¡°socio mundial principal¡± de la organizaci¨®n hasta finales de 2027 junto a firmas como Coca Cola, Adidas, Visa, Qatar Airways o Hyundai-Kia. El contrato provoc¨® que m¨¢s de un centenar de jugadoras profesionales ¡ªentre las que estaban algunas de las mejores del mundo¡ª enviaran una carta a Infantino para pedirle que rompiera con la petrolera al ser una compa?¨ªa estatal de un r¨¦gimen autocr¨¢tico que vulnera los derechos de las mujeres y criminaliza a la comunidad LGTBIQ+, adem¨¢s de contribuir sobremanera al cambio clim¨¢tico.

La FIFA respondi¨® que el acuerdo ayuda con sus billetes ¡ª90 millones de euros anuales, seg¨²n The Times¡ª al desarrollo del f¨²tbol femenino y que no es la ¨²nica organizaci¨®n que recibe dinero de Riad. Las futbolistas, un deporte en el que muchas profesionales forman parte de la comunidad LGTBIQ+, se quedaron solas en su queja y esta vez no han logrado torcer el brazo de Infantino. Sin embargo, su oposici¨®n y la de los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda, sedes del Mundial que conquist¨® Espa?a en el verano de 2023, contribuyeron a que a principios de ese a?o el organismo no sellara un patrocinio de cara al torneo con Visit Saudi, la empresa estatal de turismo.

Esta compa?¨ªa, que cuenta con 38 contratos comerciales deportivos a nivel mundial, est¨¢ controlada por la Autoridad de Turismo Saud¨ª (STA, en sus siglas en ingl¨¦s). El presidente de la STA es Ahmed Al Khateeb, otra de las principales figuras del r¨¦gimen. Al Khateeb, ministro de Turismo, ha conseguido algunos de los principales acuerdos de Riad: en 2020 logr¨® que el Dakar se celebrase en su pa¨ªs, un a?o m¨¢s tarde implant¨® un Gran Premio del Mundial de F¨®rmula 1 en Yeda, ha celebrado combates de boxeo con Tyson Fury y Oleksandr Usyk y ha firmado un contrato de patrocinio con LaLiga. Adem¨¢s, en 2022 sell¨® una asociaci¨®n con Leo Messi para designarlo emabajador tur¨ªstico del pa¨ªs. Seg¨²n desvel¨® The New York Times, el contrato reporta al crack argentino unos 23,6 millones de euros durante tres a?os por unas pocas apariciones comerciales, publicaciones en redes sociales y vacaciones familiares con todos los gastos pagados. El acuerdo incluye una cl¨¢usula que proh¨ªbe al delantero ¡ªcon m¨¢s de 500 millones de seguidores en Instagram¡ª hacer declaraciones que da?en la imagen de Arabia Saud¨ª.

Otro deporte en el que Riad ha ganado influencia en los ¨²ltimos a?os es el tenis. De los 36 contratos que tiene, 22 los firm¨® su fondo soberano o compa?¨ªas controladas por este. Hace poco m¨¢s de un mes, la empresa estatal saud¨ª General Entertainment Authority (GEA) ¡ªdirigida por Turki Al Sheikh, el propietario y presidente del Almer¨ªa¡ª organiz¨® el Six Kings Slam, la mayor exhibici¨®n millonaria de la historia de la raqueta. El evento, celebrado en la capital del pa¨ªs en octubre, reuni¨® a los mejores jugadores del mundo, entre los que estaban el n¨²mero uno, el italiano Jannik Sinner; el 24 veces campe¨®n de Grand Slam, Novak Djokovic; los espa?oles Carlos Alcaraz y Rafa Nadal, el ruso Daniil Medvedev y el dan¨¦s Holger Rune. El torneo dio a cada uno de ellos 1,3 millones de euros solo por saltar a la pista, y Sinner se llev¨® unos 5,5 millones por ganar la final al murciano, un premio que est¨¢ muy por encima incluso de los concedidos por los cuatro majors, los torneos m¨¢s prestigiosos de la temporada.

Uno de los participantes en el Six Kings Slam, el reci¨¦n retirado Rafael Nadal, firm¨® el pasado enero un contrato con la Federaci¨®n Saud¨ª de Tenis para convertirse en su embajador. El balear, ganador de 22 grandes, tiene una imagen potent¨ªsima: es reconocido internacionalmente como uno de los grandes competidores de la historia del deporte con un comportamiento intachable dentro de la pista.

El evento m¨¢s relevante que ha celebrado Arabia Saud¨ª hasta ahora en el mundo de la raqueta son las WTA Finals de este a?o, donde se enfrentaron en noviembre las ocho mejores tenistas del curso y donde el r¨¦gimen trat¨® de lanzar el mensaje de que las mujeres han ganado derechos en el pa¨ªs, en el que a¨²n rige el sistema de tutela masculina, que deja en manos del hombre tutor libertades y derechos de ellas, como elegir con qui¨¦n casarse o la posibilidad de emprender un trabajo por su cuenta.

El torneo lo gan¨® Coco Gauff, que afirm¨® que esperaba inspirar a las j¨®venes saud¨ªes a creer que ¡°sus sue?os son posibles¡±. Cuando la hermana de Manahel al Otaibi ¡ªuna instructora de entrenamiento f¨ªsico de 30 a?os que fue condenada en enero a 11 a?os de prisi¨®n por llevar mal puesta la abaya (el vestido suelto que evita mostrar las formas del cuerpo de las mujeres) y por publicar mensajes feministas¡ª escuch¨® las palabras de la estadounidense, dijo a ABC Australia: ¡°Me siento fatal al ver a mi hermana en prisi¨®n mientras mujeres extranjeras vienen a jugar [al tenis]¡±.

EL PA?S ha seleccionado para esta informaci¨®n algunas de las historias m¨¢s relevantes de la investigaci¨®n de Play the Game, pero en los pr¨®ximos d¨ªas publicar¨¢ otras en las que se observa c¨®mo Arabia Saud¨ª trata de mejorar su imagen exterior mediante el poder blando que le reporta su influencia en el deporte.

En los gr¨¢ficos que acompa?an esta pieza se pueden consultar los al menos 910 contratos comerciales deportivos con los que cuenta la monarqu¨ªa absoluta de los Saud este 2024 y las conexiones deportivas, pol¨ªticas y empresariales de los altos cargos del r¨¦gimen.