Al Cholo no le asust¨® el sorteo de la Champions
A m¨ª no me hizo gracia. Prefiero que los espa?oles duren lo m¨¢s posible y temo que esta eliminatoria llegue en un momento m¨¢s crispado de lo normal
A partir de la semana entrante el Atl¨¦tico encadenar¨¢ ocho partidos de los que tres ser¨¢n contra el Bar?a (las semifinales de Copa m¨¢s el correspondiente a la segunda vuelta de Liga) y dos contra el Madrid (octavos de Champions). No recuerdo un carrusel de dificultades as¨ª, que intercala con tres partidos de Liga: el Athletic en casa y las visitas al Getafe, siempre un hueso, y al Espanyol, ¨²nico aparente alivio, perd¨®nenme mis amigos periquitos. Es la consecuencia del alto nivel de autoexigencia que ha alcanzado el Atl¨¦tico, metido de lleno en la disputa de las tres competiciones. Tambi¨¦n est¨¢n el Madrid y el Bar?a, pero no es lo mismo: el Madrid tiene su doble encuentro en la Copa con la Real, y el Bar?a el suyo en la Champions con el Benfica. Hay diferencia. Y eso sin entrar en los partidos de la Liga intercalados, que tambi¨¦n suenan a m¨¢s ben¨¦volos.
Es normal que a muchos atl¨¦ticos les haya sentado como un tiro el sorteo, que les enfrenta a un vecino que ya les ha batido cinco veces en el frente europeo. Frente a esa especie de pesimismo ambiental se alz¨® la voz del Cholo: ¡°?Partidazo!¡±, dijo. Una oportunidad, pensar¨¢, para invertir la historia. De esas cinco veces, s¨®lo en una, las semifinales de la 58-59, que necesitaron de desempate en Zaragoza, no estaba el Cholo. Las otras cuatro son recientes, ya de su ¨¦poca, dos se produjeron en finales y en ambas estuvo cerca de ganar. El Cholo se ha impuesto la tarea de vencer el fatalismo hist¨®rico del Atl¨¦tico en esta competici¨®n y as¨ª lo expres¨®, tratando de sacudir la mufa ambiental que provoc¨® el sorteo.
El que aspira a ganar la competici¨®n no puede andarse con remilgos. Se trata de ser el ¨²ltimo superviviente, as¨ª que en el camino habr¨¢ que pasar por encima de todos los candidatos, bien elimin¨¢ndoles directamente, bien eliminando a los que les apearon antes, que viene a ser lo mismo. Ese es el esp¨ªritu con que Mbapp¨¦ habl¨® tras el partido del City, cuando fue preguntado sobre si prefer¨ªa Atl¨¦tico o Leverkusen. Tras una breve duda respondi¨®, alegre: ¡°El Atl¨¦tico, al menos as¨ª no viajamos¡±. No hab¨ªa tufo de menosprecio, simplemente quiere ganar la Champions y puestos a elegir a lo m¨¢s que aspira es a quitar un viaje de su ajetreada vida de futbolista de ¨¦lite.
Confieso que a m¨ª tampoco me hizo gracia el sorteo. Prefiero que los espa?oles duren lo m¨¢s posible y temo que esta eliminatoria llegue en un momento m¨¢s crispado de lo normal. Est¨¢ caliente a¨²n el comunicado del Madrid, seguido de un reguero de tuits y memes burlones de los atl¨¦ticos; los madridistas no han olvidado aquel comunicado del Atl¨¦tico meses atr¨¢s, la ¨²ltima visita al Metropolitano tuvo feos incidentes en torno a Courtois¡ En 2014 celebramos todos el civismo con que dos masas de aficionados de colores antag¨®nicos viajaron a Lisboa por la misma carretera sin el menor incidente. Ahora conviene que cada cual en lo m¨¢s ¨ªntimo apele a la paz, que en nuestro fuero interno consigamos ignorar tanto el desastroso ejemplo del Frente, que el Atl¨¦tico no sabe, no quiere o no puede desarticular, como la fobia que destilan los videos antiarbitrales de RMTV, tinta en la que moj¨® su pluma el tenebroso comunicado del club, empe?ado en desacreditar la Liga en busca de justificaciones para la fantasmag¨®rica Superliga de Florentino y Laporta, vaya par de gemelos.
Por lo dem¨¢s, es de celebrar que a octavos hayan llegado tres equipos de la Liga, tantos como de la Premier, por uno de la Serie A, el Inter. Eso da muchas posibilidades de tener un quinto representante en la pr¨®xima edici¨®n, derecho para los dos campeonatos que mejor puntuaci¨®n hayan conseguido en el curso. Tambi¨¦n quedan y punt¨²an, aunque menos, el Athletic y la Real en la Europa League y el Betis en la Conference. Seis de siete, s¨®lo perdimos al Girona. La Liga pisa fuerte.
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