Dressel se despide con r¨¦cord ol¨ªmpico en 50 libre y r¨¦cord mundial en 4x100 estilos
El estadounidense se cuelga cinco oros en Tokio tras nadar la posta de 100 mariposa m¨¢s r¨¢pida de todos los tiempos en 49,03s y batir con 3m 26,78s la plusmarca de Estados Unidos en 2009
¡°La nataci¨®n era m¨¢s divertida cuando nadie me conoc¨ªa¡±, dijo Caeleb Dressel este s¨¢bado, desubicado, nervioso y aturdido por el ruido medi¨¢tico. Los Juegos le hab¨ªan descubierto inquieto como un animal salvaje en la calle mayor.
La epopeya de este joven t¨ªmido criado en los bosques de Florida acab¨® este domingo cuando bati¨®, en el espacio de una hora, un r¨¦cord ol¨ªmpico en 50 libre y un r¨¦cord mundial en el relevo de estilos, camino de su cuarta y su quinta medalla de oro en los campeonatos de nataci¨®n de Tokio. Al nadador estadounidense, el m¨¢s r¨¢pido y espl¨¦ndido de la competici¨®n, lo acompa?¨® la nadadora m¨¢s r¨¢pida y comedida, la australiana Emma McKeon, hija del nadador ol¨ªmpico Ron McKeon y sobrina de Rob Woodhouse, ¨²nico medallista australiano de la historia en 400 estilos, digna heredera de Dawn Fraser y Jodie Henry, conquistadora de su tercer y cuarto oro ol¨ªmpico en el trasiego desaforado que constituye la ¨²ltima jornada de carreras hasta la coda m¨¢gica de las finales de relevos.
Las finales de relevos de estilos cierran la fiesta ol¨ªmpica en la piscina. Lo manda la tradici¨®n. Una atm¨®sfera de fugacidad, de inexorable cambio, de misticismo, se apodera de los 64 nadadores, mujeres y hombres, reunidos junto al agua para celebrar las carreras que cierran el c¨ªrculo cuatrienal de los Juegos. El sentido de comunidad estimula emociones desconocidas y lo que en situaciones normales mide el fisi¨®logo, el f¨ªsico o el biomec¨¢nico, durante unos minutos resulta inconmensurable. El misterio del alma humana, y algunos cambios t¨¦cnicos en las condiciones de las salidas, explica que se verifiquen fen¨®menos como que Adam Peaty, que gan¨® el oro en 100 braza con 57,37s, nade su posta del relevo en 56,46s, por debajo del r¨¦cord mundial.
Gran Breta?a, que sumaba dos oros en relevos en Tokio, comenz¨® muy mal la carrera. Luke Greenbank, responsable de la posta de espalda, acab¨® el primer 100 en s¨¦ptima posici¨®n y oblig¨® a Peaty a nadar contra corriente en la braza. Privado de agua limpia, movi¨¦ndose en los remolinos que provocaban los rusos y los italianos en las calles adyacentes, el col¨¦rico Peaty obr¨® el prodigio de nadar sus dos largos al menos dos segundos m¨¢s r¨¢pido que sus competidores. Cuando toc¨® la pared, Gran Breta?a iba primera. Sus 56,46s hicieron de su posta de braza la m¨¢s r¨¢pida jam¨¢s registrada. Entonces saltaron al agua los mariposistas. Y all¨¢ fue Dressel.
Hundido a la tercera posici¨®n, por detr¨¢s de brit¨¢nicos e italianos, el equipo de Estados Unidos precis¨® de un superhombre que lo sacara del fregado. Dressel, que una hora antes se hab¨ªa colgado el oro en la final de 50 libre con un r¨¦cord ol¨ªmpico de 21,07s, cumpli¨® su papel con algo m¨¢s que rigor profesional. Desinhibido, liberado en su condici¨®n de campe¨®n ol¨ªmpico, e inflamado por el clima de neurosis colectiva que alteraba a todos, el muchacho de Florida trajin¨® su calle como una Moulinex y regres¨® sin respirar, no sea que por sacar la cabeza fuera del agua perdiera tiempo. No muri¨® ahogado. Estableci¨® la posta de mariposa m¨¢s r¨¢pida de la historia, lo que equivale a confirmar que nunca un hombre nad¨® m¨¢s r¨¢pido un 100 metros mariposa.
Dressel hizo 49,03 segundos. Esto son 42 cent¨¦simas por debajo de su r¨¦cord mundial de 100 mariposa, logrado el s¨¢bado en 49,45s, y 25 cent¨¦simas menos que el r¨¦cord de posta que el propio Dressel marc¨® en el Mundial de 2019, cuando nad¨® en 49,28s. La posta de Michael Phelps el d¨ªa que el equipo de Estados Unidos bati¨® el r¨¦cord en el Mundial de 2009, con monos de poliuretano, fue de 49,72s.
¡°Esto es aterrador¡±
La haza?a situ¨® a Estados Unidos como l¨ªder de la final, a un segundo por delante de Gran Breta?a, en el instante que saltaron al agua los nadadores de crol. Le llaman efecto espejo. Zach Apple, el librista americano, el hombre que se hab¨ªa hundido en la final del 4x200, no solo se redimi¨®. Infectado de genialidad, nad¨® por encima de sus posibilidades. Su marca personal en 100 eran 47,78s. En el relevo hizo 46,95s y bati¨® por una cent¨¦sima a Kyle Chalmers, oro en el 100 libre de R¨ªo, plata en Tokio, y el hombre mejor situado en el r¨¢nking de los ocho especialistas de crol del concurso.
La cadena de entusiasmos y maravillas desemboc¨® en el r¨¦cord mundial. Estados Unidos gan¨® el oro en 3m 26,78 segundos, un segundo m¨¢s r¨¢pido que la plusmarca (3m 27,28s) que Peirsol, Shanteau, Phelps y Walters grabaron en piedra en 2009. Un segundo m¨¢s r¨¢pido que Gran Breta?a, que fue plata, y tres por delante de Italia, que fue bronce.
Por fin, Dressel hab¨ªa concluido su odisea particular tras a?os de lucha por acostumbrar su car¨¢cter retra¨ªdo al barullo de los grandes campeonatos. En plena celebraci¨®n del equipo, rompi¨® a llorar. Su abrazo con Ryan Murphy, su confidente y amigo de la infancia, su viejo compa?ero de colegio en donde empezaron a nadar juntos, en Jacksonville, fue el desahogo de una semana de m¨¢xima tensi¨®n ps¨ªquica por colmar las expectativas medi¨¢ticas que hab¨ªa generado. Le ped¨ªan que fuera el mejor y no decepcion¨®.
¡°Me siento orgulloso¡±, dijo, antes de echar el cierre al centro acu¨¢tico. ¡°Ahora me doy una palmadita en la espalda a m¨ª mismo. Solo quiero ir a casa, dejar esto atr¨¢s y seguir adelante¡±.
El ganador del 100 y el 50 libre, el 100 mariposa y los relevos de 4x100 libre y 4x100 estilos integr¨® este domingo la lista de Mark Spitz, Matt Biondi y Michael Phelps, los ¨²nicos nadadores que lograron cinco medallas de oro en unos Juegos Ol¨ªmpicos. Cuando se lo recordaron, al acabar la faena, a Dressel solo le falt¨® pedir por favor que le dejaran en paz.
¡°Siento alivio¡±, reconoci¨®. Nada de entusiasmo. Nada de sue?os cumplidos.
¡°Para mi, dejar mi peque?o sello en el deporte por supuesto que es especial¡±. dijo. ¡°Pero no quiero quitarle nada a Michael, no quiero quitarle nada a Mark. Claro que estoy feliz con lo que he hecho. Mi objetivo no es superar a nadie sino conseguir completar mi potencial¡±.
Dressel hizo una reflexi¨®n existencial. ?Y si fracasaba? Lleg¨® a Tokio como doble campe¨®n mundial de 100 libre y 100 mariposa, el nadador m¨¢s r¨¢pido del mundo con mucha diferencia, pero a punto de cumplir 25 a?os. Enfrentado al reto de convertirse en la gran figura de la nataci¨®n mundial o en un deportista inconcluso y decepcionante. Sin otra posibilidad que todo o nada. Confes¨® que la disyuntiva le pareci¨® demencial. ¡°Hay tanta presi¨®n en un momento¡±, dijo, ¡°que toda tu vida se cocine en un momento, 20 segundos, 40 segundos. ?No es una locura?. No habr¨ªa dicho esto durante la competici¨®n pero si miro atr¨¢s es aterrador¡±.
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