Los rid¨ªculos y los arrogantes
Francia, exhausta por a?os de atentados y fracturas y tras unas elecciones que pudo ganar la extrema derecha, env¨ªa un mensaje al mundo de universalismo, tolerancia y algo de modestia
Hay dos peligros que siempre acechan a los franceses cuando van por el mundo, y todav¨ªa m¨¢s a los parisinos. Uno es ser rid¨ªculos. El otro, arrogantes.
No lo digo yo, un simple peat¨®n en Par¨ªs que estos d¨ªas observar¨¢ a ras de suelo, caminando por aqu¨ª y por all¨¢, conversando con unos y otros, c¨®mo vive los Juegos Ol¨ªmpicos una ciudad que no cree necesitar para nada unos Juegos Ol¨ªmpicos. Lo de los rid¨ªculos y los arrogantes me lo dijo esta semana, en un caf¨¦ de un barrio popular del norte de Par¨ªs, uno de los art¨ªfices de la ceremonia inaugural en el Sena: el historiador Patrick Boucheron. Boucheron, con un equipo de escritores y dramaturgos, prepar¨® durante meses la escenograf¨ªa y el relato. Lo que preocupaba a este hombre sabio que no es ni rid¨ªculo ni arrogante, era que durante el desfile apareciese esa Francia que mira al resto por encima del hombro y da lecciones.
¡°Francamente¡±, me dijo, ¡°no estamos para dar lecciones.¡±
Y no las dieron. La lluvia desluci¨® algo la fiesta. Al peat¨®n le pareci¨® kitsch a ratos, aburrida en otros, pero esto va con el formato.
Pero no era eso lo importante. Lo importante era qu¨¦ quer¨ªa contar Francia de s¨ª misma. Porque una ceremonia como esta es la manera que tiene un pa¨ªs de presentarse al mundo y explicar qu¨¦ es y sobre todo, qu¨¦ quiere ser. Y la Francia que centenares de miles de telespectadores han visto este viernes es una Francia que dice al mundo: ¡°Lo mejor de Francia es universal. Lo mejor se nutre de lo de fuera y es una mezcla de culturas y gentes. Lo mejor nunca se deja encerrar ni en la identidad ni en el t¨®pico¡±.
De las escenas que se desarrollaron en el r¨ªo durante m¨¢s de tres horas, hay una que en Francia resonar¨¢ durante tiempo, y que dice mucho m¨¢s que cien discursos pol¨ªticos y ensayos. Es la escena n¨²mero 4, la que llevaba por ep¨ªgrafe ¨¦galit¨¦, igualdad. El lugar era el puente de Artes, frente al Instituto de Francia, sede de la Academia francesa. Fundada en el siglo XVII por el cardenal Richelieu, bajo su augusta c¨²pula se sientan los inmortales (as¨ª les llaman) que guardan las esencias de la lengua francesa. Y ah¨ª, en lo que seg¨²n este peat¨®n fue el momento culminante de la ceremonia, surgi¨® Aya Nakamura.
Francesa nacida en Mal¨ª. Criada en el extrarradio parisino, la banlieue siempre asociada a la pobreza, la inmigraci¨®n, los disturbios. Artista autodidacta. Superventas con canciones que cruzan el afroamericano r¡¯n¡¯b con ritmos africanos y m¨²sica antillana como el zouk, y en las que mezcla la lengua de Moli¨¨re con la jerga de la banlieue. Los guardianes de las esencias patrias la miran con recelo, algunos con odio. Cuando en marzo se filtr¨® que participar¨ªa en la ceremonia, la Francia de los Le Pen y los Zemmour salt¨®. Un grup¨²sculo ultra lleg¨® a colgar una pancarta en un puente del Sena en se?al de protesta: ¡°Esto es Par¨ªs, no el mercado de Bamako¡±.
Pues bien, ah¨ª estaba en el jour de gloire de Francia ante el mundo, el glorioso d¨ªa de la inauguraci¨®n de los Juegos, Aya Nakamura cantando los ¨¦xitos de Charles Aznavour y cantando su propio mega¨¦xito Djadja. Y lo hac¨ªa acompa?ada nada menos que de la banda de la Guardia Republicana. El pop y la m¨²sica marcial. El mestizaje y la tradici¨®n. La mujer que reinventa la lengua francesa, y a la que se acus¨® de pervertir la lengua francesa, bailando ante la Acad¨¦mie con las trompetas y uniformes de la banda militar. todos fusionados, todos en una danza y una m¨²sica electrizante.
Voil¨¤ la France, tal como es, y no la imaginaria de los nacionalistas. La actuaci¨®n, y en realidad toda la ceremonia, tuvo un efecto sanador para muchos franceses, despu¨¦s de unas semanas al borde del ataque de nervios.
No hace ni un mes, era posible imaginar que los de Le Pen ganar¨ªan las elecciones que se celebraron 7 de julio y que un primer ministro de su partido se sentar¨ªa este jueves en la tribuna de autoridades. No sucedi¨®, pero este es un pa¨ªs, tambi¨¦n, y una ciudad, que vienen de unos a?os dif¨ªciles: los a?os de los atentados, de los chalecos amarillos, de la pandemia, de las disputas por la identidad, por definir qu¨¦ es franc¨¦s, qui¨¦n lo es y qui¨¦n no.
Los Juegos Ol¨ªmpicos dan una respuesta: una historia sin patrioterismo que conecta lo m¨¢s franc¨¦s con lo multicultural, que reivindica a las hero¨ªnas subversivas y olvidadas, una Francia que quiz¨¢ sea una postal, pero no una postal rancia. No es un bloque, ni es un discurso grabado en piedra, ni en cart¨®n piedra del popular parque de atracciones Puy du Fou, que ensalza el relato m¨ªtico de los reyes y h¨¦roes. La Francia pasada por agua del 26 de julio de 2024 es la Francia del anti-Puy du Fou.
¡°Nosotros nos dijimos: ?qu¨¦ es un franc¨¦s a ojos del mundo?¡±, aclar¨® el historiador Boucheron. ¡°Es, en s¨ªntesis, alguien rid¨ªculo y arrogante. As¨ª que hemos intentado no ser ni rid¨ªculos ni arrogantes.¡± Y en la ceremonia en el Sena no fue rid¨ªcula, ni arrogante, aunque pudo rozar lo rid¨ªculo a veces, y la grandiosidad de cualquier ceremonia ol¨ªmpica, y m¨¢s a¨²n en Par¨ªs, y en el Sena, inevitablemente puede resultar arrogante.
Pero fue otra cosa: un pa¨ªs ¡°fr¨¢gil y vulnerable¡±, por usar las palabras de Boucheron, ¡±que sabe que es el mundo el que ha hecho de Francia lo que es¡±.
¡°?Qu¨¦ quiere que le diga?¡±, concluye el historiador. ¡°La extrema derecha no puede ganar todas las batallas ideol¨®gicas¡±.
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