Si estos son los JJ OO de la ¡®banlieue¡¯, Karim Bouamrane es su alcalde. Y algo m¨¢s
El pol¨ªtico de Saint-Ouen, en el extrarradio parisino, es una figura pol¨ªtica emergente en la Francia fracturada: ¡°Nuestro primer patrimonio es la dignidad, el respeto y el orgullo.¡±
Hay un malentendido en torno a Par¨ªs 2024 y ha llegado la hora de deshacerlo. El malentendido es el siguiente. Estos no son, estrictamente, los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs. O no solo. Son los Juegos de la banlieue.
En la banlieue, el extrarradio joven, pobre y multicultural de Par¨ªs, se encuentra la Villa Ol¨ªmpica, el Stade de France y el Centro Acu¨¢tico. Es en la banlieue, que habitualmente apareceen los telediarios y las portadas por los disturbios, el islamismo o la marginaci¨®n, donde estos Juegos van a dejar la huella m¨¢s tangible. As¨ª que el peat¨®n se sube a la l¨ªnea 13 del metro, cord¨®n umbilical entre la capital y el extrarradio norte, y se planta a primera hora del martes en el despacho de Karim Bouamrane, el alcalde socialista de Saint-Ouen.
¡°Siempre lo he dicho, y lo digo con todo el respeto que siento por los parisinos y la alcaldesa de Par¨ªs¡±, declara el alcalde, medio en broma y medio en serio. ¡°Par¨ªs se convertir¨¢ en una banlieue de Saint-Ouen.¡± La idea es que los Juegos precipiten la transformaci¨®n de la banlieue de modo que municipios como Saint-Ouen dejen de estar descentrados respecto a la vecina capital, y sean estos municipios el nuevo centro. ¡°Para m¨ª¡±, dice Bouamrane, ¡°los Juegos Ol¨ªmpicos son un arma pol¨ªtica que me permite ir m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s alto, m¨¢s fuerte.¡±
El alcalde habla del triple legado de los Juegos para este municipio de 50.000 habitantes que abarca una parte de la Villa Ol¨ªmpica y varios terrenos de entrenamiento para los JJ OO.
El primer legado, dice, es inmaterial, ¡°el sentimiento de orgullo para los ni?os y ni?as¡± en una zona que arrastra una mala reputaci¨®n. ¡°Cuando se viene de un ambiente popular como el m¨ªo, el primer patrimonio es la dignidad, el respeto y el orgullo¡±, dice, y se pasa al espa?ol, lengua que habla, como el ¨¢rabe, el ingl¨¦s, el italiano y el portugu¨¦s: ¡°Como en Barcelona 92, el sentimiento de orgullo es h¨ª-per-im-por-tan-te.¡±
Segundo legado: el sentimiento de seguridad, que, dice, no es solo cuesti¨®n de polic¨ªas, aunque tambi¨¦n, sino de ¡°belleza¡± en el espacio p¨²blico.
Y tercer legado: la remodelaci¨®n urban¨ªstica. Solo en la Villa Ol¨ªmpica, dos escuelas, un parque de tres hect¨¢reas y mil viviendas nuevas, de las cuales 250 ser¨¢n vivienda social. M¨¢s all¨¢ de estas construcciones, est¨¢ en marcha el ambicioso Gran Par¨ªs que debe integrar toda la regi¨®n en una red de transportes que contribuya a desenclavar la banlieue.
¡°Esto es como una bicicleta¡±, dice el alcalde. ¡°Estoy en buenas condiciones y pedaleo, pero ahora nos han puesto una bater¨ªa el¨¦ctrica. ?Vamos m¨¢s r¨¢pido! ?Pero debemos seguir pedaleando!¡±
Pedalear, en el sentido figurado, es algo que Bouamrane ha hecho toda la vida. Sus padres eran inmigrantes marroqu¨ªes. ?l creci¨® en un edificio insalubre en Saint-Ouen en el que los vecinos de planta deb¨ªan compartir el lavabo con tres familias en la misma planta, y no hab¨ªa duchas. Para ducharse deb¨ªan ir a las duchas municipales.
¡°Mi infancia fue feliz, porque tuve la suerte de que en mi familia hubiese mucho amor¡±, recuerda. ¡°No ¨¦ramos conscientes de nuestra pobreza.¡±
De peque?o, Karim se pasaba los ratos libres chutando la pelota contra un muro. Adoraba la selecci¨®n de Brasil en el Mundial 82 en Espa?a. Su ¨ªdolo era S¨®crates.
¡°Yo me cre¨ªa S¨®crates¡±, dice, ¡°aunque entonces todav¨ªa no sab¨ªa que S¨®crates era un futbolista implicado pol¨ªticamente¡±. Y ah¨ª viene el giro en la historia, que ni el mejor guionista habr¨ªa podido idear. De aquel muro y aquella casa insalubre de la banlieue pobre pero feliz de los setenta y ochenta, no queda nada. ?Y qu¨¦ hay hoy en el mismo lugar? La Villa Ol¨ªmpica. Es m¨¢s, la calle del doctor S¨®crates. ¡°?Donde yo viv¨ªa!¡±, exclama. ¡°?Exactamente el mismo lugar!¡±. En el caso de Bouamrane, que antes de entrar en pol¨ªtica fue empresario en el sector de la ciberseguridad y es alcalde desde 2020, la meritocracia republicana funcion¨®. ?Es as¨ª todav¨ªa?
Es leg¨ªtimo dudarlo. Este es un pa¨ªs marcado por los atentados de la d¨¦cada pasada, por las erupciones de violencia en el extrarradio como las del verano pasado, y tambi¨¦n por las discriminaciones enquistadas. Quien tiene un nombre de origen magreb¨ª, o quienes viven en ciertos barrios, todav¨ªa lo tienen m¨¢s dif¨ªcil para encontrar trabajo y hacer carrera.
¡°Deber¨ªa haber m¨¢s casos como el m¨ªo: luchamos por eso¡±, dice este hombre de izquierdas que defiende con pasi¨®n lo que en Francia llaman los valores republicanos y la laicidad. ¡°Mi filosof¨ªa es: ?eliges tu vida? ?o la sufres?
El problema, seg¨²n Bouamrane, no es la banlieue, o no es solo la banlieue. Es la distancia entre quienes viven en los ¡°hipercentros urbanos¡± y los que viven en las ¡°periferias¡±, sean estas urbanas, como la banlieue, o rurales. ¡°Cuando vives en los h¨ªpercentros¡±, explica, ¡°lo tienes todo: personas con educaci¨®n universitaria, hospitales cerca, buenos transportes, contactos y conexiones. En las periferias tienes menos hospitales, menos educaci¨®n, menos escuelas, menos infraestructura de calidad. Este es el problema social en Francia, y se est¨¢ deteriorando.¡±
El riesgo, seg¨²n el alcalde, es que los Juegos no sean m¨¢s que un ¡°par¨¦ntesis m¨¢gico, una fiesta¡± y que cuando terminen todo vuelva a ser igual. La alternativa, dice, es aprovechar el impulso ¡°para transformar la sociedad y los territorios sobre la base de los valores de igualdad¡±. ¡°Y esto¡±, a?ade, ¡°se prepara antes de la fiesta.
El peat¨®n lleva meses siguiendo a Bouamrane. Lo vio esta primavera, precisamente en la Villa Ol¨ªmpica todav¨ªa vac¨ªa, cuando inaugur¨® la calle del doctor S¨®crates con familiares del futbolista y una nutrida delegaci¨®n brasile?a. Ha coincidido con ¨¦l varias veces en los partidos del Red Star, legendario club de futbol de Saint-Ouen, m¨¢s antiguo que el Bar?a y asociado a la izquierda revolucionaria. La vieja tribuna, ya derruida, recib¨ªa el nombre de Rino della Negra, futbolista del Red Star y resistente contra los nazis hasta que fue detenido y ejecutado en 1944.
¡°Solo veo efectos positivos de los Juegos para Saint-Ouen y Seine-Saint Denis¡±, nos dec¨ªa en mayo, durante el ¨²ltimo partido de la temporada, uno de los asiduos del estadio, el expresidente Fran?ois Hollande, socialista como Bouamrane.
Y este, que ya es un torbellino en circunstancias normales, lo es m¨¢s a¨²n estos d¨ªas ol¨ªmpicos, de una competici¨®n a otra, de una entrevista en su despacho a un encuentro con su otro ¨ªdolo, adem¨¢s de S¨®crates. Es Tommie Smith, el atleta estadounidense que en los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨¦xico, en 1968, gan¨® el oro en los 200 metros y, en el podio, durante la ceremonia, levant¨® el pu?o en una protesta por la discriminaci¨®n de los negros en Estados Unidos, un gesto por la igualdad y los derechos civiles que le cost¨® caro en su momento pero nunca ha dejado de resonar.
Y aqu¨ª, en Saint-Ouen, est¨¢ hoy Tommie Smith, 80 a?os, una figura imponente, rodeado de decenas de j¨®venes en la banlieue, para inaugurar el Terreno deportivo de proximidad Tommie Smith.
El atleta y el alcalde se conocen desde hace a?os. Tommie le llama ¡°hijo¡±. Karim se refiere a ¨¦l como ¡°mi t¨ªo Tommie¡±. En el discurso, el alcalde liga el combate de Tommie Smith con el combate pol¨ªtico que se libr¨® el Francia hace unas semanas con la extrema derecha.
¡°Lo vimos en las ¨²ltimas elecciones. O la Francia de las tinieblas, o la Francia de las luces que encarna Saint-Ouen, que encarna a Rep¨²blica, que encarnan los valores que defiende Tommie Smith¡±, dice el alcalde en su discurso. ¡°Democratizar la excelencia es democratizar lo bello, es democratizar la elegancia, la educaci¨®n para todas y todos, es democratizar el orgullo y lograr ser de Saint-Ouen, ser de Seine-Saint-Denis, ser franc¨¦s, como se vio en la ceremonia inaugural de los Juegos, queda encarnado maravillosamente por el pu?o levantado de Tommie Smith.¡±
Cuando el peat¨®n escucha a Bouamrane, no puede evitar pensar: este hombre apunta alto.
Ya no es tan joven para ser una promesa, y tampoco es una figura conocida en Francia. Su espacio pol¨ªtico, el de la izquierda socialdem¨®crata y moderada, no lo tiene f¨¢cil en el contexto de par¨¢lisis parlamentaria y polarizaci¨®n tras las legislativas del 9 de julio. Y, sin embargo, su mensaje va m¨¢s all¨¢ de Saint-Ouen y la banlieue. Y no es dif¨ªcil imagin¨¢rselo en cargos m¨¢s altos. ?Hasta presidente?
¡°Si empiezo expresando que quiera ser presidente de la Rep¨²blica, ser¨ªa una falta de respeto al pueblo que sufre¡±, responde. ¡°Lo que me interesa, Marc, francamente, es salvar el pa¨ªs.¡± Nada menos.
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