Fran?ois Hollande, expresidente y ahora candidato de la izquierda: ¡°La democracia?es fr¨¢gil, y no solo en Francia¡±
El dirigente socialista irrita a su disc¨ªpulo Macron al volver al ruedo electoral y presentarse en su viejo feudo rural de Corr¨¨ze
Fran?ois Hollande ha regresado. Y vi¨¦ndolo hacer campa?a en su feudo de toda la vida queda una sensaci¨®n extra?a. En Tulle, en el departamento rural de Corr¨¨ze, lo quieren, y ¨¦l se deja querer, y saluda a todo el mundo, firma aut¨®grafos y recuerda rostros y nombres como los pol¨ªticos de antes. ¡°Aqu¨ª ¨¦l est¨¢ en casa¡±, dice un jubilado que acaba de asistir al mitin del expresidente franc¨¦s. ¡°Es muy popular en Tulle¡±.
El socialista Hollande, hoy candidato por la coalici¨®n de izquierdas Nuevo Frente Popular a las elecciones legislativas de este domingo, est¨¢ en su elemento. Se nota que echaba de menos las campa?as. Hizo muchas en Corr¨¨ze, en el centro de Francia, lejos de todo, donde se forj¨® como pol¨ªtico y fue diputado antes que presidente, igual que uno de sus antecesores en el mismo distrito, Jacques Chirac.
Despu¨¦s de siete a?os lejos del poder y m¨¢s de una d¨¦cada lejos de las campa?as electorales, Hollande dice que no es el momento de rehuir las responsabilidades. Sostiene que, si hab¨ªa un momento para saltar de nuevo al ruedo, era este, cuando el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen se encuentra a las puertas del poder.
¡°?Acaso soy presa de una especie de v¨¦rtigo y retorno a los a?os de juventud para rechazar el inexorable envejecimiento que, como a los dem¨¢s, a m¨ª me alcanza?¡±, arranc¨® el discurso del jueves por la noche en una sala de actos en Tulle. Risas en la sala. Y semblantes m¨¢s serios cuando a?adi¨®: ¡°No, si estoy aqu¨ª es porque la hora es grave y porque he considerado que todos debemos hacer algo m¨¢s que simplemente votar: comprometernos¡±.
Hollande hablar¨¢ durante 40 minutos ante una sala donde la media de edad sobrepasa los 50 a?os. Despu¨¦s, declarar¨¢ a EL PA?S: ¡°No creo que la democracia est¨¦ en peligro en el sentido de que un partido tome el poder y suprima las elecciones, no. Pero la democracia, en el sentido de la representaci¨®n de los partidos, de tener alternancias que puedan ser cre¨ªbles, es fr¨¢gil, y no solo en Francia. Por doquier hay un desmoronamiento de la vida pol¨ªtica, un debilitamiento de los partidos y esto es un peligro para todas las democracias¡±.
Estas son unas elecciones an¨®malas, por varios motivos. Por la convocatoria sorpresa anunciada por el presidente Emmanuel Macron en la noche del 9 de junio tras encajar en las europeas la peor derrota electoral de su carrera. Y por la rapidez de la campa?a, solo tres semanas. Sobre todo, porque las legislativas, cuya segunda vuelta se celebrar¨¢ el 7 de julio, pueden desembocar en un Gobierno y un primer ministro de extrema derecha.
Entre las anomal¨ªas, hay otra: la de un expresidente que aspira a ser diputado. No es el primero. Si sale elegido, seguir¨ªa los pasos de otro de sus antecesores, Val¨¦ry Giscard D¡¯Estaing, quien ocup¨® un esca?o en la Asamblea Nacional despu¨¦s de haber sido, como Hollande, un presidente de un solo mandato, y de haber abandonado el El¨ªseo con una popularidad por los suelos.
Lo excepcional, en el caso de Hollande, es que se presenta por una coalici¨®n que incluye a algunos de sus m¨¢s feroces cr¨ªticos cuando entre 2012 y 2017 ocup¨® la jefatura del Estado. De Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder de La Francia Insumisa (LFI), Hollande dec¨ªa que era ¡°el problema de la izquierda¡±, y en el mitin le lanz¨® una de sus iron¨ªas. Se quejaba el expresidente de que los macronistas y la derecha demonizan a LFI para asustar a los votantes, como d¨¦cadas atr¨¢s se les asustaba con los comunistas y el peligro de la URSS. ¡°Es como si ahora LFI se hubiese vuelto el S¨®viet Supremo¡±, dijo, y parec¨ªa que estuviese defendiendo a LFI, pero matiz¨®: ¡°Aunque en algunos puntos y a veces lo sea...¡± M¨¢s risas.
Otro rasgo excepcional de esta campa?a: en Corr¨¨ze se desarrolla un nuevo cap¨ªtulo en una de estas historias de traici¨®n y venganza que tanto abundan en la pol¨ªtica francesa. Hollande se enfrenta estos d¨ªas al RN, pero tambi¨¦n a su disc¨ªpulo m¨¢s avanzado. Se trata de Macron, el hombre que fue su precoz consejero econ¨®mico y ministro de Econom¨ªa; el que, seg¨²n el propio Hollande, le traicion¨® ¡°met¨®dicamente¡± para presentarse a las presidenciales de 2017, ganarlas y liquidarle pol¨ªticamente.
?La hora de la venganza para Hollande? ¡°??l est¨¢ muy por encima de esto!¡±, le defiende entre el p¨²blico de Tulle una simpatizante socialista. ¡°Si fuese para ajustar cuentas¡±, se defiende el propio Hollande al terminar el acto, ¡°yo lo habr¨ªa expresado de otra manera¡±.
La candidatura de Hollande junto a la izquierda en estas legislativas fue un golpe para Macron. Porque Hollande es un socialista moderado, con una visi¨®n similar a la de Macron sobre la UE y el mundo, y una pol¨ªtica econ¨®mica que no fue tan distinta. El apoyo de alguien como ¨¦l a una coalici¨®n de izquierdas que incluye a los radicales de M¨¦lenchon es una manera de decir al votante socialdem¨®crata que duda entre el macronismo y una izquierda a la que Macron califica de extremista: ¡°Puedes votar al Nuevo Frente Popular sin problemas de conciencia¡±.
Macron respondi¨® al movimiento de Hollande con otra venganza. Su candidatura, Ensemble, decidi¨® no presentar candidato a su circunscripci¨®n de Corr¨¨ze y pidi¨® el voto para el rival del expresidente en la derecha de Los Republicanos, el diputado Fran?ois Dubois. Y eso, pese a que Dubois vot¨® hace un a?o a favor de una moci¨®n de censura fallida contra el Gobierno de Macron. Todo perdonado a Dubois; nada a Hollande, quien comenta: ¡°Es verdad que sobre el plano de las reglas humanas dar¨ªa mucho que hablar...¡±.
Ni vanidad por vivir una segunda juventud pol¨ªtica, seg¨²n Hollande, ni ¨¢nimo vengativo: ¡°Lo que me ha decidido a salir de mi reserva es la toma de conciencia del riesgo que corre mi pa¨ªs.¡± ¡°Ma?ana¡±, anticipa el presidente en el mitin, ¡°puede ser un d¨ªa particularmente oscuro¡±.
¡°La hora es grave¡±, repetir¨¢, y, a las preguntas de EL PA?S, afirma: ¡°Si la extrema derecha llega al poder en Francia, hay que tomar conciencia de que Europa va a detenerse. La decisi¨®n que tomar¨¢ el pueblo franc¨¦s va m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Francia¡±.
Hay poca prensa en el mitin, casi toda local, y la de fuera llama la atenci¨®n. ¡°En esta sala, he visto a unos periodistas espa?oles¡±, observa en su discurso el telonero de Hollande, su candidato suplente Philippe Brug¨¨re. ¡°Y pienso en ellos, pienso en el eslogan de los republicanos espa?oles en 1936. Cantadlo conmigo: No pasar¨¢n, no pasar¨¢n, no pasar¨¢n¡±. La sala se uni¨® al coro y Hollande subi¨® al estrado: su ¨²ltimo combate.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.