Alcaraz se agranda ante Paul y apunta a las medallas
El murciano se repone de un baj¨®n en el segundo set (6-3 y 7-6(7) y alcanza las semifinales del torneo ol¨ªmpico, en las que se medir¨¢ con Auger-Aliassime
Desde el box, Virginia le dice a Carlitos que cambie el gesto. ¡°?As¨ª, as¨ª!¡±, dibuja la madre con las manos, pidi¨¦ndole a su hijo que sonr¨ªa y que disfrute porque de esa forma, ya se sabe, todo va mucho mejor. As¨ª que el murciano, chico obediente, deja a un lado la ansiedad, la tensi¨®n y ese soliloquio interminable ¡ª¡±?Vamos, vamos! ??nimo t¨ªo!¡±¡ª, y se reanima para salir del hoyo en el que se ha metido en el segundo set. Atendida la demanda y efectuado el giro ¡ªcu¨¢nta raz¨®n tienen siempre las madres¡ª, todo cambia y la angustia se transforma en el caldo de cultivo ideal para que el espa?ol invierta la din¨¢mica y finalmente triunfe, no sin sufrimiento: 6-3 y 7-6(7), en 2h 01m. Ya est¨¢ ah¨ª entonces, a un pasito de las medallas y, por qu¨¦ no, a dos de convertirse en el campe¨®n ol¨ªmpico m¨¢s joven. En su estreno en unos Juegos, el de El Palmar ya pisa las semifinales, en las que se topar¨¢ este viernes (13.30, Eurosport) con el canadiense Felix Auger-Aliassime (6-4, 6-7(8) y 6-3 a Casper Ruud). Antes, trabajo a destajo y generosa sudada en la central.
Porque no es Paul uno de esos jugadores que especulen. Con un patr¨®n de juego muy definido, orden y derecha, muy directo y asentado sobre un servicio rese?able ¡ªno tanto en cuanto a potencia como a direcci¨®n¡ª, el estadounidense no ofrece fisuras y a sus 27 a?os se dirige hacia una interesante madurez profesional. Crece y se aproxima al top-10 del circuito, coronado en Queen¡¯s este curso y consolid¨¢ndose ya como un rival preferiblemente a evitar. Siempre con el dedo en el gatillo, no suele pens¨¢rselo y a las bajadas de guardia responde con determinaci¨®n. ?l no pregunta. Conoce todas esas virtudes Alcaraz, que le redujo en Wimbledon ¡ªpese a ceder el primer parcial¡ª e intenta no concederle ritmo, muy aplicado de entrada y enredado despu¨¦s. Todo va sobre ruedas, pero a la que uno baja una pizca la intensidad, Paul atropella. Y as¨ª llega el l¨ªo.
El murciano propone la linealidad de estos d¨ªas y en paralelo intenta sobreponerse la fatiga que arrastra, pero termina cayendo en el remolino traicionero que va dibujando el pulso en el segundo set. Se?or marat¨®n el de este ¨²ltimo mes y medio, sin apenas tregua. Pico y pala y raci¨®n doble desde el aterrizaje en Par¨ªs. Despu¨¦s de proclamarse campe¨®n en Roland Garros se dirigi¨® a Queen¡¯s, luego a Wimbledon y tras dos d¨ªas de pausa reemprendi¨® la marcha para readaptarse de nuevo a la arena y llegar lo m¨¢s fino posible a los Juegos. Esta vez no hubo visita a Ibiza, solo descanso en casa. Y una vez embarcado en la aventura ol¨ªmpica, 21 a?itos en la acreditaci¨®n, mucha seriedad y mucha determinaci¨®n, piernas y pulmones extra. Son ya siete partidos en seis d¨ªas. Per no hay queja, dice. Esto es as¨ª.
¡°Es lo que hay, somos tenistas y estamos acostumbrados a este tipo de situaciones. Se han abierto las puertas de las medallas. Hay que luchar y aceptarlo. Hay que dejar todo lo que tienes dentro en cada partido¡±. Y as¨ª, acept¨¢ndolo, ha ido reduciendo sucesivamente (dobles al margen) a Habib, Griekspoor, Safiullin y ahora a Paul, duro de pelar siempre este ¨²ltimo. No es de los que se d¨¦ por vencido con facilidad.
Busca la grieta el norteamericano, pero a la incursi¨®n reacciona el espa?ol con rotundidad. Seriedad, jerarqu¨ªa y saque. No es mala f¨®rmula. A la hora de la verdad, galones. Pese a su juventud, Alcaraz maneja con precisi¨®n las distancias de los torneos y no se deja absorber por las circunstancias. Asume y procesa con naturalidad, y despu¨¦s de una tarde emocional de la mano de Nadal, punto y aparte, un duelo al gato y al rat¨®n con Paul. Un crucero el estadounidense. Suceda lo que suceda, no baja el pist¨®n, siempre equilibrado; ni muy arriba ni muy abajo. Es un di¨¦sel. Sabe buscarle las cosquillas al espa?ol y tras el certero demarraje del joven en el primer parcial, replica de manera contundente en el segundo. Sin embargo, de la misma forma que tiene a la dispersi¨®n y a enredarse, el de El Palmar ha desarrollado una pasmosa facilidad para escapar del fuego, y del 3-0 y 4-1 adversos se pasa al 5-5. Solo los fueras de serie reaccionan as¨ª, levant¨¢ndose y golpeando.
Se produce entonces el punto de giro definitivo, ese que le dice a Paul que ya no tiene escapatoria. Mala idea eso de permitirle a Alcaraz que coja aire y se crezca, de no rematarle. Hay indulto, as¨ª que el espa?ol, cilindros, escorzos y fe por doquier, se sube al cohete y desliza un mensaje: l¨¢nzamela donde quieras, que ah¨ª llegar¨¦ yo. De nuevo, Bolt. Boquiabierta la Chatrier. Alcaraz resta de rev¨¦s, fuera de plano, y a continuaci¨®n traza una cabalgada salvaje despu¨¦s de darse un garbeo por el Champ-de-Mars, Pigalle y Belleville; llega entonces al costado derecho y conecta un pasante ganador que deja tambaleante al norteamericano, quien aun as¨ª, contesta hasta la recta final. Pero se repite otra vez la escena, y Alcaraz vuelve a subirse a ese cohete ¨²nico que le teletransporta de un lado a otro pulsando el bot¨®n, mete¨®rico, como si fuera f¨¢cil. Desde luego, no lo es; 23x8, las dimensiones de una pista de tenis. Y a todos los rincones llega el ganador, que vuelve a cazar otra dejada aparentemente inalcanzable, sentencia y alza el pu?o: historia ol¨ªmpica, ¨¢brame paso.
A la hora de la verdad, se dispara Alcaraz.
PASE DE DJOKOVIC Y TOPETAZO DE SWIATEK
Ya de noche, Novak Djokovic también logró el billete para las semifinales. Lo consiguió el campeón de 24 grandes al imponerse por 6-3 y 7-6(3) al griego Stefanos Tsitsipas, tras ser atendido de molestias en la rodilla que se operó el 5 de junio. Se encontrará en la penúltima ronda (19.00) con el italiano Lorenzo Musetti, que batió al alemán Alexander Zverev por un doble 7-5.
Después de un torneo relativamente lineal hasta ahora, este jueves se produjo una gran campanada con la eliminación de Iga Swiatek. La polaca, de 23 años y ganadora de las tres ediciones de Roland Garros, cedió contra todo pronóstico frente a la china Qinwen Zheng: 6-2 y 7-5, en 1h 51m.
La asiática, de 21 años y dirigida por el catalán Pere Riba, viene ofreciendo un rendimiento notable esta temporada. Figura como la número siete del mundo y en enero desembarcó en la final de Australia. Ahora firma un prestigioso triunfo contra Swiatek, que se marchó de la pista entre lágrimas.
Para hacerse una idea de la magnitud de lo conseguido por Zheng, basta con recordar que Swiatek no perdía en la Chatrier desde hacía 1.149 días. Enlazaba 25 victorias, resueltas con 25 sets a favor y tan solo cuatro concedidos; diez veces selló alguno de ellos con un 6-0.
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