Carlos Alcaraz: ¡°Estoy captando a mucha gente que no segu¨ªa el tenis¡±
El murciano, coronado de nuevo en Londres, atiende a EL PA?S y charla sobre juventud, juego e impacto. ?Su objetivo? Multiplicar la resonancia de su deporte
El d¨ªa despu¨¦s de coronarse por segunda vez en Wimbledon y de alzar su cuarto grande, Carlos Alcaraz (El Palmar, Murcia; 21 a?os) atiende a EL PA?S en la terraza del club reservada a los jugadores. Antes de sentarse a departir sobre la silla de madera, el tenista saluda al jefe de comunicaci¨®n de la ATP y le transmite, remarcando la emoci¨®n: ¡°Ayer fue un d¨ªa muy feliz; un d¨ªa muuuuuy feliz¡±. Va envuelto en una sudadera blanca y luce unas sneakers (suele decir ¨¦l, refiri¨¦ndose a las zapatillas) de colorines que asoman cuando entrecruza las piernas. Refleja el campe¨®n la misma cercan¨ªa y la misma normalidad de siempre, pese a que el d¨ªa anterior zarandease en La Catedral al mayor dominador de la historia de su deporte, Novak Djokovic. Pero quiere m¨¢s Alcaraz, mucho m¨¢s. El murciano aspira a un reto superior, el de trascender como la figura que ilumin¨® su deporte cuando se avecinaba una era de incertidumbre. El cambio de guardia va consum¨¢ndose y ¨¦l se erige como el nuevo l¨ªder. Lo hace a su manera: a contracorriente. Marca el ritmo bailando dentro y fuera de la pista, y dice no saber d¨®nde est¨¢n sus l¨ªmites, pero anticipa que lo conseguido hasta ahora le sabe a poco. ¡°Hay que ir a por m¨¢s, sin duda¡±, desliza. Est¨¢ cansado y tiene ganas de volver a Murcia, su Murcia; en la distancia corta, fuera de micro, se le multiplica el acento. Y antes de charlar, bromea con el operador de c¨¢mara: ¡°Ah, ?pero t¨² vives aqu¨ª, en Londres? M¨¢ndale entonces fotos de paella y playita¡¡±. Carlitos, o hacer historia de otra manera.
Pregunta. Me ha negado ya un par de veces que sea un elegido, pero no podr¨¢ hacerlo una tercera.
Respuesta. ?Por?
P. ?Porque no suda jugando! ?Le suena eso?
R. Pues ayer sud¨¦, ?eh? Aunque no lo parezca, sud¨¦, sud¨¦¡ [risas]. La verdad es que desde siempre me ha costado sudar, y de peque?o era de los pocos que jugaba con manga larga y pantal¨®n largo, o sea que imag¨ªnese¡ Pero s¨ª, tomamos eso como una ventaja.
P. Con un tal Federer suced¨ªa lo mismo, ?recuerda?
R. Es verdad, ¨¦l jugaba y se mov¨ªa con tanta elegancia, que la verdad es que parec¨ªa no hac¨ªa ning¨²n esfuerzo y que no sudaba.
Se te pasan mil fantasmas por la cabeza, pero intento no tener miedo; ya pienso en ganar el quinto grande¡±
P. Est¨¢ acostumbrando a todo el mundo a verle triunfar. ?Se llega a acostumbrar uno a todo esto, que en el fondo no deja de ser lo extraordinario?
R. Intentamos normalizarlo y tom¨¢rnoslo con naturalidad, pero a la vez sabemos que no es algo normal; no es normal ganar Grand Slams, tampoco lo es defender el t¨ªtulo en Wimbledon, ni ganar Roland Garros y este torneo seguidos¡ Obviamente, intentamos celebrarlo y¡ [pausa para pensar], c¨®mo decirlo, vivirlo de una forma especial, pero a la vez intentamos no darlo por hecho.
P. Dice que quiere sentarse en la mesa de los grandes y desde Alemania, otro de su quinta, Nico Williams, acaba de ganar la Eurocopa y ya apunta al pr¨®ximo Mundial. ?Son ustedes la generaci¨®n sin miedo?
R. Intentamos no tenerlo. Somos j¨®venes y, l¨®gicamente, se nos pasan mil fantasmas por la cabeza; intentamos que no nos afecten y mandarlos fuera, e ir a por todas. Yo acabo de ganar mi cuarto Grand Slam, el segundo Wimbledon, y ya estoy pensando en ir a por el quinto, y ellos m¨¢s de lo mismo. Han ganado la cuarta Eurocopa, que es la primera para la gran mayor¨ªa de los del equipo, y Nico ya quiere m¨¢s. Creo que es bonito que sea un grupo con gente joven y con esa ambici¨®n; vale, han conseguido algo muy, muy grande para el deporte y el f¨²tbol espa?ol, pero ya est¨¢n pensando en algo todav¨ªa m¨¢s grande. Eso es maravilloso.
Pertenece Alcaraz a esa nueva serie de excepciones que no act¨²an estrictamente conforme al viejo modelo, sino a los est¨¢ndares de la nueva juventud. Se profesionalizan antes que nunca y se preparan de acuerdo con los m¨¦todos m¨¢s rigurosos, todo milim¨¦trico; sin embargo, detr¨¢s de cada estudio, de cada medici¨®n y de cada movimiento calculado subsiste la esencia. La vuelta al origen: el juego. No concibe el murciano competir sin a?adirle al sacrificio el factor de la diversi¨®n, de modo que cada vez que salta a la pista lo hace con el objetivo de enganchar al aficionado. Pero, sobre todo, a aquellos y aquellas que no lo son. Su lema, por tanto, es por ahora intocable.
P. Usted est¨¢ cambiando el paradigma. Siempre se ha asociado el tenis al sufrimiento, pero en su caso est¨¢ triunfando y a la vez disfrutando, sin olvidar, obviamente, todo lo que hay detr¨¢s. ?Se considera un revolucionario?
R. Puede ser, puede ser. Hay mucha gente que me dice que nunca hab¨ªan visto a nadie jugar con la alegr¨ªa con la que yo juego, transmitir esa tranquilidad y esa naturalidad en la pista; mucha gente no lo hab¨ªa visto, as¨ª que escuchar todas esas palabras me encanta y las agradezco un mont¨®n. Puede ser que est¨¦ cambiando un poco la manera de ver el deporte, de ver el tenis; creo que he captado mucha atenci¨®n de gente que no segu¨ªa el tenis o el deporte, pero sobre todo no tanto por la manera de jugar, como por la manera de comportarme y con la que aprocho [del verbo approach en ingl¨¦s, ¡®encaro¡¯] todos los partidos y este deporte. Eso para m¨ª es incre¨ªble porque al final juego para m¨ª y mi equipo, pero tambi¨¦n para la industria del tenis. Quiero intentar captar a toda la gente posible para que vea el tenis.
P. Comentaba estos d¨ªas que quiz¨¢, m¨¢s adelante, conforme madure pueda cambiar su estilo de juego. Pero, ?por qu¨¦ tocar lo que funciona?
R. Yo siempre digo que, si todo va bien, ?por qu¨¦ hay que cambiar la vela o las cosas? Al final, si todo va bien no hay que cambiar nada, pero la gente madura y crece, y a lo mejor puedo hacer otras cosas que me van mucho mejor, siguiendo con la misma alegr¨ªa, e incluso puedo captar a m¨¢s gente. Qui¨¦n sabe. De momento, vamos a intentar seguir la misma l¨ªnea que llevamos.
Quiz¨¢ est¨¦ cambiando un poco la manera de ver este deporte, sobre todo por mi forma de comportarme¡±
P. Con su forma de jugar y de afrontar las cosas, desmonta con mucha frecuencia los planes y las teor¨ªas de su equipo. Pero, en el fondo, no pueden decirle nada, ?no?
R. Ellos me dicen las cosas y yo intento hacerles el m¨¢ximo caso posible, pero ya saben c¨®mo soy, y entonces me transmiten las cosas partiendo de esa base. Pero bueno, intentamos hacerles caso en todo lo posible.
P. Para cerrar. ?Qu¨¦ me dice del viaje a Ibiza? ?Empez¨® ah¨ª a ganar este torneo?
R. Voy a intentar tomarlo como una rutina¡ [risas]. El a?o pasado me fue bien y este tambi¨¦n, as¨ª que yo creo que es una muy bonita manera de desconectar y de recargar las pilas, sobre todo mentalmente, para seguir haciendo lo que estamos haciendo.
P. Ganar bailando, entonces.
R. ?Efectivamente! [risas].
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