Batalla de kayaks en las aguas bravas del canal

Manu Ochoa se empe?¨® con seis a?os en hacer pirag¨¹ismo, pero su hermano mayor no ten¨ªa el nivel para ense?arle y su padre, menos. Sin embargo, el hombre se invent¨® un m¨¦todo algo rudimentario para darle gusto al hijo. ¡°Cogi¨® una piragua del club, le puso una cuerda, la at¨® a un poste que usaban los pescadores para amarrar los barcos, me dio 30 metros y a remar¡±, cuenta este kayakista de 26 a?os, hoy ol¨ªmpico en Par¨ªs. Hace una semana, cuando este gallego de Tomi?o (Pontevedra) recordaba la an¨¦cdota, Maialen Chourraut, a su lado, no pod¨ªa evitar la risa ni la sorpresa por estos inicios tan primitivos.

Dos d¨¦cadas despu¨¦s, Manu Ochoa es el integrante m¨¢s especializado del equipo espa?ol en la nueva modalidad ol¨ªmpica, el kayak cross, que termina este lunes con el reparto de medallas. Una disciplina que rompe las normas de las cl¨¢sicas bajadas de slalom en aguas bravas, las que ha visto siempre el p¨²blico medio, y que se enmarca en la tendencia general por intentar atraer a un aficionado m¨¢s joven con modalidades m¨¢s espectaculares. El gallego y Chourraut son los dos espa?oles clasificados para las rondas finales (a partir de las 15.30 los cuartos femeninos y a las 15.52 los masculinos). Miquel Trav¨¦ y Miren Lazkano no superaron las series y quedaron eliminados.

Salvo la cronometrada individual de inicio, los kayakistas no atraviesan el canal de uno en uno sorteando puertas que no pueden tocar, sino que lo hacen en grupos de tres o cuatro, contactando con los obst¨¢culos y chocando las embarcaciones entre s¨ª. Incluso, los participantes pueden llegar a recibir golpes de las piraguas. Toda esa aparatosidad lo convierte en uno de los elementos m¨¢s jugosos para captar nuevos clientes.

¡°Los contactos en los cuerpos de los participantes existen, aunque no se dan tan continuamente¡±, matiza Ochoa. Y unos ¨¢rbitros se ocupan de que nadie se pase de la raya (seg¨²n su interpretaci¨®n). ¡°Existe un tipo de tarjeta roja por conductas que pueden suponer un peligro: contacto punta [de la embarcaci¨®n]-cabeza, punta-cuerpo con mucha agresividad, apartarle una puerta a un rival para que se la salte¡­ T¨² puedes recibir el golpe de un kayak si no es muy agresivo y se ve que no es intencionado¡±, detalla el gallego, que dice que, en todo caso, ¡°los palazos¡±, cuando se dan, se los llevan los de dentro. Para aliviar posibles da?os, los cantos de las palas deben tener un grosor m¨ªnimo de cinco mil¨ªmetros para evitar cortes si golpean en los rivales.

Maialen Chourraut, que sigui¨® en activo tras Tokio 2020 por el reto personal que le supon¨ªa esta prueba, dijo que antes de la cita japonesa la evit¨® por el posible riesgo de lesi¨®n. Estos d¨ªas, en el canal de Vaires-sur-Marne, al este de Par¨ªs, todav¨ªa se se?alaba un golpe que recibi¨® en el cuello.

La naturaleza de la disciplina tambi¨¦n cambia la forma de afrontar una bajada. ¡°A diferencia del slalom tradicional¡±, explica Ochoa, ¡°donde imperan unos componentes f¨ªsicos y t¨¦cnicos, aqu¨ª aparece la t¨¢ctica. Dependes de c¨®mo act¨²a el resto, qu¨¦ decisiones tomas, si defiendes, atacas, te escapas¡­ Hay muchas variantes¡±, desarrolla el gallego, que lleva practicando el kayak cross desde que entr¨® en el programa internacional, en 2018, y que el ¨²ltimo medio a?o ha invertido la mayor parte del tiempo en ¨¦l con vistas a los Juegos.

¡°Aqu¨ª puedes tocar las puertas [en slalom reciben una penalizaci¨®n de dos segundos], pero si te las saltas, es falta [en slalom son 50 segundos y la derrota efectiva]. Y cuanto antes la cometas, peor. Tambi¨¦n hay una barra hinchable que atraviesa el canal y en alg¨²n momento del paso por ese churro tu piragua debe estar completamente volcada¡±, apunta sobre otra de las escenas que a?aden m¨¢s color a la prueba. Son embarcaciones que pesan el doble que las de slalom (18 kilos), miden 2,6 metros frente a los 3,5 de las otras, y son de pl¨¢stico y no de carbono.

Embarcaciones m¨¢s pesadas y m¨¢s cortas

La competici¨®n arranc¨® con descensos individuales que sirven para elegir la rampa de salida. ¡°Suele haber una calle que es ligeramente m¨¢s r¨¢pida y te da algo de ventaja. Aqu¨ª parece que es la de la derecha¡±, indica Ochoa. Y ya a partir de la segunda jornada de competici¨®n empezaron las bajadas en grupo. ¡°Salimos cuatro y los dos primeros, si no tienen faltas, pasan a la siguiente ronda¡±, explica el gallego, que vive al lado del canal de bravas de La Seu d¡¯Urgell (Lleida).

Terminadas las bajadas de slalom, un ejercicio de fuerza y destreza en solitario en el que los palistas bailan sobre corrientes, rulos y remolinos para sortear las puertas, es el turno de las carreras b¨¢rbaras en grupo de kayak.

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