Maialen Chourraut y la pesadilla de la puerta dos
La triple medallista ol¨ªmpica acaba ¨²ltima en la final de K1, condenada por un error en un obst¨¢culo al inicio del recorrido que no fue capaz de descifrar en todo el fin de semana
En direcci¨®n a Disneyland, en medio de la naturaleza y caminando entre senderos se abre el estadio n¨¢utico de Vaires-sur-Marne, a una hora al este de Par¨ªs. Un lugar aparentemente buc¨®lico que, para Maialen Chourraut, termin¨® convertido en un enclave indescifrable por la dichosa puerta dos del recorrido. En ella tropez¨® en las series del s¨¢bado, y ayer en la semifinal y la final. A falta de una vez, tres en plena competici¨®n. Y la ¨²ltima, la peor. Se la salt¨®, le cay¨® la penalizaci¨®n de 50 segundos y ah¨ª, nada m¨¢s empezar, se acab¨® el sue?o de la cuarta medalla ol¨ªmpica de esta gipuzkoana, ganadora del bronce en Londres 2012, el oro en R¨ªo 2016 y la plata en Tokio. Una losa que la conden¨® a la ¨²ltima posici¨®n entre las 12 finalistas. La reina, como era previsible, fue la australiana Jessica Fox, que seste¨® en semifinales y dio el hachazo con el oro en juego.
A los 41 a?os, Chourraut, la m¨¢s veterana de todas las clasificadas en su disciplina para esta edici¨®n (K-1 de pirag¨¹ismo en aguas bravas), no ocult¨® que su tiempo en la ¨¦lite se agota. ¡°Seguramente, estos ser¨¢n mis ¨²ltimos Juegos¡±, admiti¨® entre la pena y el orgullo por el camino. ¡°Pero no ser¨¢ mi ¨²ltimo minuto en una piragua de slalom. De aqu¨ª me voy con pena, aunque ya me levantar¨¦. La vida se trata de ir superando pruebas. Me levantar¨¦ m¨¢s f¨¢cilmente porque le doy m¨¢s importancia al recorrido que al resultado¡±, subray¨®. Sus quintos Juegos, en todo caso, contin¨²an porque a partir del viernes le queda el kayak cross, la nueva modalidad de bajadas en grupo que fue la gasolina que le hizo pelear por estar en Francia despu¨¦s del ¨¦xito de 2021 en Jap¨®n. Se agarr¨® tal cabreo una semana despu¨¦s del bronce en Tokio cuando le sali¨® mal una competici¨®n de kayak cross que decidi¨® seguir solo por eso.
¡°Si digo la verdad, en los entrenos tampoco me sal¨ªa esa puerta dos¡±, desvel¨® Chourraut. ¡°Hemos trabajado el m¨¢ximo de trayectorias posibles, pero a m¨ª no me sal¨ªa cuando a todo el mundo s¨ª y parece que era sencilla. Pues para m¨ª, no. En todas me parec¨ªa que la ten¨ªa, pero luego no la ten¨ªa¡±, no paraba de repetir media hora despu¨¦s de bajarse de la embarcaci¨®n.
El peor fallo
El circuito de 210 metros de longitud constaba de 23 puertas, pero al final todo lo que hizo desde que se lanz¨® al canal se redujo a su pesadilla en esa n¨²mero dos. Un obst¨¢culo insalvable. No hubo espacio para matices a la hora de evaluar su despliegue. Todav¨ªa pudo clasificarse para la final con el pen¨²ltimo mejor tiempo despu¨¦s de fallar en ese maldito paso, donde hizo caballito con la embarcaci¨®n, pero en la ¨²ltima estaci¨®n le cay¨® encima el peor castigo. Se lo salt¨® y ese es el error m¨¢s grave que se puede cometer a la hora de sortear corrientes y remolinos en un canal bajo la m¨²sica electr¨®nica y el ambiente festivo que acompa?a a sus gentes.
¡°Antes de la puerta ya miro para abajo, el agua me afecta mucho en la cola de la piragua y no s¨¦ por qu¨¦. No s¨¦ por qu¨¦ mi piragua no coge un poco m¨¢s de profundidad en el movimiento. Si lo supiera, ya lo har¨ªa, pero no me sale. Pero lo he trabajado, eh, no pens¨¦is que no¡±, trataba de justificarse la palista ante el batall¨®n de periodistas en un discurso que oscilaba entre el orgullo por haber participado en otra final ol¨ªmpica y la pena por el desenlace. ¡°No he sido capaz de poner la guinda al pastel y dar lo mejor de m¨ª misma¡±, se lamentaba.
Encuentro con Macron
Su semana en la Villa Ol¨ªmpica hab¨ªa empezado hablando brevemente con Emmanuel Macron. La escena ocurri¨® cuando quiso acercarse a saludar a Tony Estanguet, expirag¨¹ista y presidente del Comit¨¦ Organizador de los Juegos de Par¨ªs, que se encontraba con el presidente franc¨¦s, y la seguridad la fren¨®. Estanguet se percat¨® de ello y pidi¨® que la dejaran pasar, que la conoc¨ªa perfectamente. As¨ª termin¨® conversando brevemente con Macron. Por aquellos d¨ªas, admit¨ªa que todav¨ªa le quedaba por cogerle el punto al canal, aunque empezaba a sentirse m¨¢s satisfecha. Miembros del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol le preguntaban c¨®mo ve¨ªa el recorrido, si le iba bien a sus caracter¨ªsticas, y ella no respond¨ªa lo que buscaban porque, como les dec¨ªa, eso daba igual. Deb¨ªa prepararse de la misma manera para el trayecto fuera como fuera. Con la dos, sin embargo, nunca pudo.
El circuito, que cambiaba entre las series y las semifinales y final, tuvo dos dise?adores: un alem¨¢n y, curiosamente, una espa?ola, Irati Goicoechea, gipuzkoana y excompa?era de Maialen Chourraut. ¡°Este en concreto¡±, puntualizaba antes de la final Xabi Etxaniz, su entrenador y pareja, ¡°es de un car¨¢cter t¨¦cnico bastante riguroso. Las puertas, por ejemplo, est¨¢n altas. Hay que hacer unas acciones muy claras para funcionar y, aun as¨ª, a veces no funcionan. Eso te lleva a una incertidumbre mayor. Aqu¨ª, como ese rulo de agua se abra o se cierre un poco m¨¢s¡¡±, dejaba en el aire, advirtiendo de los peligros. Pero no se refer¨ªa a ese paso n¨²mero dos, sino en general.
El problema de Chourraut fue en un paso en apariencia sencillo. ¡°Va a so?ar muchos d¨ªas con esa puerta¡±, reconoc¨ªa minutos despu¨¦s Xabi Etxaniz, sin explicaciones. ¡°No s¨¦, porque no era dif¨ªcil¡±, repet¨ªa el hombre sin parar. ¡°La dos, otra vez¡±, le hab¨ªa dicho ella nada m¨¢s terminar el recorrido. En caliente, no hab¨ªa m¨¢s explicaciones. ¡°Hab¨ªa que salir y dirigir adelante en lugar de atr¨¢s para luego darle velocidad y controlar la punta, pero no le ha salido¡±, se lamentaba su preparador.
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