La metamorfosis de Marc M¨¢rquez: menos r¨¢pido y m¨¢s precavido, pero igual de peligroso
El ocho veces campe¨®n del mundo insiste en mantener un perfil bajo a pesar de su buen debut con Ducati, y reconoce incluso que ya no podr¨¢ ser tan veloz como lo fue anta?o
Marc M¨¢rquez las ha pasado canutas los ¨²ltimos cuatro a?os, y a fuerza de golpes y decepciones ha completado una metamorfosis absoluta. Al menos en apariencia, poco queda ya de aquel chaval que en 2013 irrumpi¨® en MotoGP sin miedo y con ganas de comerse al mundo. Y lo hizo. Seis coronas despu¨¦s, apartado las ¨²ltimas cuatro temporadas de los puestos de cabeza por culpa de las lesiones y el naufragio de Honda, el espa?ol ha iniciado un nuevo cap¨ªtulo en Ducati sin echar las campanas al vuelo, agachando la cabeza por primera vez en su carrera.
La gran referencia de la ¨²ltima d¨¦cada, que intenta bajar el sufl¨¦ en cada comparecencia p¨²blica, despliega dentro y fuera de la pista su versi¨®n m¨¢s sosegada y paciente. Tambi¨¦n la m¨¢s honesta, sin miedo a reconocer sus debilidades. ¡°Ya no ser¨¦ m¨¢s r¨¢pido de lo que fui en el pasado¡±, aseguraba antes de subirse a la moto en el GP de Portugal. ¡°Cuando eres joven tienes esa chispa y no eres tan consciente de lo que vas haciendo, ahora tengo m¨¢s experiencia y quiz¨¢s soy m¨¢s conservador¡±, a?ad¨ªa. Con 31 a?os, su cuerpo ya no est¨¢ para tomar riesgos tan excesivos como los que le llevaron a la cumbre en el pasado.
Hace justo un a?o, en este mismo escenario, M¨¢rquez todav¨ªa quiso intentar lo imposible con su antigua moto japonesa. Ven¨ªa de declarar en pretemporada que su objetivo era ganar el t¨ªtulo. Todav¨ªa est¨¢n frescas en su cabeza las heridas de una de sus ¨²ltimas salvajadas sobre la pista. Contra todo pron¨®stico logr¨® la ¡®pole¡¯ y subi¨® al podio inaugural del formato ¡®sprint¡¯ en Portimao, aunque luego el domingo forz¨® tanto que se llev¨® puestos a varios rivales y termin¨® lesionado y operado. Hoy sigue estirando efusivamente las manos, flexionando una y otra vez los dedos, antes de subirse a la moto, una man¨ªa heredada de aquella fractura en el pulgar, la en¨¦sima de su trayectoria. En el espejo comparecen cada d¨ªa las cicatrices que le recuerdan de d¨®nde viene y hacia d¨®nde se dirige.
Otra buena dosis de trastazos con la Honda le hizo abandonar el mejor contrato de la parrilla y renunciar a la condici¨®n de piloto oficial para quedarse con la ¨²ltima de las Ducati disponibles. Aprendida la lecci¨®n el curso pasado, su objetivo es menos ambicioso esta pretemporada, a pesar de que todos los focos le apuntan.
¡°En el deporte, lo importante es el presente, no el pasado. Ahora mismo hay tres pilotos m¨¢s r¨¢pidos que yo, y debo aprender de ellos¡±, dice el catal¨¢n sobre Pecco Bagnaia, Brad Binder y Jorge Mart¨ªn, los ¨²nicos que fueron m¨¢s r¨¢pidos en el gran premio inaugural de la temporada. No quiso pasarse de frenada y arriesgar una ca¨ªda para atraparles, y su hermano ?lex, compa?ero de garaje en Gresini, resume con dos adjetivos esta versi¨®n menos agresiva de su hermano: ¡°No hace nada excepcional, pero lo est¨¢ haciendo todo bien¡±. El nuevo Marc quiere hacerse fuerte siendo regular, sin superar los l¨ªmites.
En el desierto, M¨¢rquez segu¨ªa mandando mensajes agazapado, a pesar de que su cuarta posici¨®n en carrera cumpli¨® de lleno con sus pron¨®sticos. ¡°Todos los atletas tienen su momento¡±, subrayaba. Por resultados, el de Cervera no parece estar enga?ando a nadie. Este jueves dijo que su primer objetivo en Portugal era colarse entre los diez mejores para luchar directamente por la pole, y el viernes cumpli¨® a pesar de firmar su primera ca¨ªda del a?o. ¡°Marc ya ha demostrado todo su talento y clase a trav¨¦s de una capacidad innata de adaptaci¨®n. Ya es un competidor temible sobre una moto completamente nueva para ¨¦l¡±, valora Gigi Dall¡¯Igna, m¨¢ximo responsable de Ducati. ¡°La experiencia y las ganas de un campe¨®n que quiere volver a decir la suya marcar¨¢n la diferencia¡±, vaticina el gur¨² t¨¦cnico de la categor¨ªa reina.
Con el tercer mejor crono en la pr¨¢ctica de Portimao, sin arriesgar m¨¢s de la cuenta, su progresi¨®n sigue imparable y el resto de la parrilla desconf¨ªa con su metamorfosis. ?l sonr¨ªe cuando le inquieren y reconoce que se siente mucho m¨¢s confiado este fin de semana. Todos los dem¨¢s pilotos siguen vi¨¦ndole como un lobo con piel de cordero. Ser¨¢ otro, vale, pero sigue siendo Marc M¨¢rquez.
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