Cata Coll, el cambio por sorpresa en la porter¨ªa de Espa?a

No lo hablaron. Tampoco se lo sugiri¨® ni se lo advirti¨®. El seleccionador Jorge Vilda, simplemente, en la charla en el vestuario antes de medirse contra Suiza, empez¨® con su nombre a escribir la alineaci¨®n en la pizarra. ¡°Lo vi y¡­ ?hostia, no me lo esperaba!¡±, relataba despu¨¦s del encuentro Cata Coll, portera suplente en el Barcelona, bajo la sombra de Sandra Pa?os. Tambi¨¦n suplente en la selecci¨®n; hasta que lleg¨® la primera ronda eliminatoria y sustituy¨® a Misa en el once. Vilda ya lo hab¨ªa advertido cuando, por sorpresa, la incluy¨® en la plantilla para afrontar la Copa del Mundo. ¡°Cata Coll llama la atenci¨®n por su personalidad. Lo que siente el equipo cuando est¨¢ ella, con pocas se siente. Nunca se va a arrugar y es muy dif¨ªcil que le pasen por encima. Es una garant¨ªa, una portera del futuro¡±, reflexion¨® el t¨¦cnico, que ya la hab¨ªa dirigido en las categor¨ªas inferiores de Espa?a.

Y el futuro se convirti¨® en presente en los octavos del Mundial. Vilda confi¨® en otras manoplas a mitad de torneo. Nunca hab¨ªa hecho algo similar; decisi¨®n tan intervencionista como atrevida del t¨¦cnico, quiz¨¢ tambi¨¦n arriesgada, porque el de guardameta es un puesto que no suele admitir muchos cambios: la confianza es capital.

Desde que Jorge Vilda se ocupara del banquillo de la selecci¨®n femenina en 2015, despu¨¦s del Mundial y de que las jugadoras ganaran un pulso con su predecesor Ignacio Quereda al exigir su despido, el t¨¦cnico no hab¨ªa dado muchas vueltas a la figura de la portera; al contrario, s¨ª lo hace con el resto de las posiciones. As¨ª, durante las fases de clasificaci¨®n de los grandes torneos alternaba a Sandra Pa?os con Lola Gallardo, arquera del Atl¨¦tico, pero cuando tocaba disputar Eurocopas (2017 y 2022) o Copas del Mundo (2019) la ¨²nica que se pon¨ªa bajo el larguero era la azulgrana.

Vilda ten¨ªa confianza plena en Pa?os. Incluso cuando en la pasada Euro celebrada en Inglaterra acumul¨® errores chirigoteros, ninguno como el de Alemania: regal¨® el bal¨®n y el gol a Klara B¨¹hl. ¡°Una palmada en la espalda, ¨¢nimo y en el v¨ªdeo a reforzarla porque todos podemos cometer errores. En los equipos estamos para ayudarnos, juntarnos y tirar para hacia delante¡±, resolvi¨® Vilda entonces. Y no le quit¨® del sitio. No ocurri¨® lo mismo en este Mundial. Primero, porque Pa?os no sigue bajo los palos. Tambi¨¦n porque Coll ha relegado a Misa en plena competici¨®n.

Cata Coll lleg¨® al equipo casi de rebote: hab¨ªa pasado un a?o muy malo porque se rompi¨® el ligamento cruzado de la rodilla izquierda, adem¨¢s, en la prelista era considerada una figurante porque parec¨ªa que Elene Lete (Real Sociedad) ten¨ªa todas las papeletas para ocupar el lugar junto a Enith Sal¨®n, la ¨²nica que todav¨ªa no ha debutado en este Mundial. Que Cata llegara a La Roja, adem¨¢s, fue posible porque Pa?os decidi¨® tras la pasada Eurocopa enviar el mail a la federaci¨®n junto con otras 14 jugadoras para declararse no convocable, disconforme con la gesti¨®n de la federaci¨®n y la falta de profesionalismo. Un gesto de dif¨ªcil digesti¨®n para Vilda, que le hab¨ªa entregado siempre la porter¨ªa tanto en las buenas como en las malas. Y aunque la guardameta se retract¨® antes de comenzar la Copa del Mundo, como otras tantas (caso de Aitana, Mariona y Ona, por ejemplo), el t¨¦cnico no le acept¨® la bandera blanca.

Confiaba en Misa, titular en la fase de clasificaci¨®n, tambi¨¦n en los tres primeros encuentros del Mundial. Pero los cuatro goles de Jap¨®n en cuatro disparos que fueron a puerta resultaron una losa muy grande para la guardameta. As¨ª se vio en Eden Park en el envite ante Suiza: ten¨ªa el gesto apagado y el ¨¢nimo alica¨ªdo. ¡°No s¨¦ si hab¨ªa justificaci¨®n para tanto cambio, pero me sorprendi¨® que lo hiciera en una posici¨®n como la porter¨ªa¡±, convino Inka Grigns, la seleccionadora helv¨¦tica.

Nervios ante el debut

No se ha dado otro cambio bajo los palos en ning¨²n equipo del Mundial, acaso el forzado por expulsi¨®n y lesi¨®n de Zambia, pues ante Espa?a sali¨® la tercera portera. Pero Vilda cambi¨® a la carrera. ¡°Despu¨¦s de la charla he llamado a mi padre, aunque fueran las cinco de la ma?ana¡±, explic¨® Coll, que tuvo bastantes nervios hasta que empez¨® a vestirse. ¡°Aunque al entrar en el campo, me dije: ¡®llevas un a?o malo dif¨ªcil y este partido es en el que te toca resurgir¡±, cont¨®. Otra cosa es que al poco de empezar, todav¨ªa sin hacer una parada, Laia Codina le envi¨® un pase que se torn¨® en disparo y le pill¨® fuera del ¨¢rea, por lo que acab¨® en gol. ¡°La he mirado como si Dios¡­, te voy a matar. Pero se ha quedado en an¨¦cdota bonita, ahora Laia puede decir que ya ha marcado dos goles en un Mundial¡±, bromea, despu¨¦s segura y tranquila bajo el larguero. ¡°Antes de empezar estaba nerviosa, pero Cata tiene un car¨¢cter muy peculiar y cuando pisa el campo se calma. Tiene una sangre fr¨ªa que pocas porteras tienen¡±, se?alaba Mar¨ªa P¨¦rez. ¡°Nos ha dado mucha seguridad¡±, se sum¨® Tere Abelleira. ¡°Es que tiene un car¨¢cter incre¨ªble¡±, se sum¨® Esther Gonz¨¢lez. Aunque todas remarcaron: ¡°Tenemos tres porterazas, cualquiera de puede jugar¡±. Y aunque no explic¨® los motivos del cambio, Vilda cerr¨®: ¡°Que somos 23 no solo son palabras, sino hechos¡±.

De Pa?os a Misa y de Misa a Cata, una secuencia que ahora, en pleno Mundial, tiene su relevo. Coll se march¨® al hotel, donde la mantearon primero y despu¨¦s le hicieron bailar delante de todas ¡ª¡±No soy muy vergonzosa, por lo que lo har¨¦ encantada¡±, replicaba ella¡ª, una novatada que comportaba felicidad. Ella ha recogido el guante, ella es la nueva portera de Espa?a si el t¨¦cnico no dicta lo contrario.

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