Edinson Cavani: ¡°Uruguay mantiene la esencia que el f¨²tbol moderno te quita¡±
El delantero de Uruguay, el primer campe¨®n de la historia, afronta su cuarto Mundial decepcionado, dice, con una industria que promueve el individualismo
Tres d¨¦cadas de faenas en el ¨¢mbito salvaje que va del f¨²tbol a las pampas de la banda oriental del Paran¨¢ han labrado el cuerpo de decatleta que luce Edinson Cavani (Salto, Uruguay; 35 a?os) cuando se baja de su camioneta en Paterna calzado con zapatillas de trekking. Parece listo para cualquier eventualidad agropecuaria mientras hace un alto y se sienta a charlar sobre un asunto que le resulta tan familiar como sus peque?os pies de gamo. A las puertas de su cuarto Mundial, pocos futbolistas representan mejor el esp¨ªritu de un pa¨ªs orgulloso de haber sido el primer campe¨®n.
Pregunta. Usted hizo algo que ¨²nicamente est¨¢ al alcance de los superdotados para desplazarse en el campo. Empez¨® como carrilero en el Palermo y acab¨® de nueve en el PSG. ?Qu¨¦ lo convierte en un delantero extraordinario, el remate o el movimiento?
Respuesta. La intuici¨®n. Para tener intuici¨®n tienes que ser inteligente para leer el f¨²tbol, ver c¨®mo se va a dar una jugada, d¨®nde tienes que llegar a cerrar, si hay un compa?ero que necesita una ayuda, si puedes salir sin descubrir a tus defensas¡ La lectura del f¨²tbol me llev¨® a poder cumplir ese rol de jugar por la banda atacando y defendiendo y haciendo un buen trabajo t¨¢ctico. En la selecci¨®n jugu¨¦ seis a?os en la banda. La intuici¨®n no se ve f¨¢cilmente. La ves en futbolistas que no son corredores, no son velocistas, no son resistentes, pero siempre los encuentras bien parados. Y eso es muy importante para ganarle tempo al rival. Imaginar las cosas que pueden pasar y que sucedan. Luego como delantero, esa misma intuici¨®n es la que te hace ganarle la posici¨®n al defensa, hacer un cierre o hacer una vuelta a la defensa.
Prefiero buscar el movimiento para no tener que ir al choque. Ir al choque te hace perder tiempo. Si vas al contacto en una pelota dividida siempre te quedas por detr¨¢s, por m¨¢s que le ganes al defensa
P. Muchos nueves, tipos como Lewandowski o Giroud, se sienten c¨®modos cuando contactan con el central. Pastore dec¨ªa que a usted, a pesar de medir 1,90, no le gustaba ni rozarse con los defensas. Siempre quer¨ªa la pelota al espacio. ?Por qu¨¦?
R. Hay delanteros a los que les gusta jugar m¨¢s con el f¨ªsico, chocar, saltar con el defensor. Casi siempre el nueve se caracteriza por esa funci¨®n. Yo soy de chocar cuando hay que chocar. Si hay que disputar el bal¨®n se disputa. Nosotros muchas veces jugamos con el defensor atr¨¢s y con frecuencia tenemos que saltar para peinar un bal¨®n y siempre con el defensor atr¨¢s. Pero ah¨ª incluso hay que buscar otra forma de moverse. Yo prefiero intuir la jugada para ganar un tiempo y no tener que ir al choque. Pero no porque no quiera sino porque me parece que ir al choque te hace perder tiempo. Si vas al contacto en una pelota dividida y saltas y chocas con el defensa, por m¨¢s que la toques y la ganes ya te quedas por detr¨¢s, porque has tenido que caer y has tenido que reincorporarte a la jugada¡ En cambio, si intentas mirar por d¨®nde puede venir el bal¨®n y a d¨®nde est¨¢ tu marcador, puedes hacerle un doble ritmo delante de ¨¦l para peinarla y autom¨¢ticamente quedar posicionado para seguir corriendo.
P. ?La intuici¨®n es la capacidad de esconderte para volver a aparecer?
R. Si tienes intuici¨®n, tienes un tiempo m¨¢s. El problema es que a veces encuentras defensas que tienen la intuici¨®n y te la complican porque ellos tambi¨¦n est¨¢n viendo d¨®nde podr¨ªa llegar ese bal¨®n. ?Qu¨¦ pasa? Entras en un juego con el defensor.
P. ?C¨®mo se evita ese choque cuando el defensa lee la jugada tan r¨¢pido como el delantero?
R. Lo mejor es el doble ritmo. El contramovimiento. Por eso es muy importante conocer al compa?ero. Porque cuando ellos empiezan a entender que si vas al segundo es porque ir¨¢s al primero, entonces se empieza a ganar tiempo y espacio. Hay que saber el tiempo que tienes para poder aprovechar el espacio que hay. Eso te va a marcar las diferencias en cualquier lugar del campo. Como delantero tengo que ver cu¨¢nto tiempo y cu¨¢nto espacio tiene mi compa?ero para tirarme un centro, y yo qu¨¦ tiempo y qu¨¦ espacio tengo para moverme dentro del ¨¢rea con un defensor que te marca delante y otro detr¨¢s. La intuici¨®n es lo principal. Y por eso te toca hacer goles: porque cuando le¨ªste lo que iba a pasar t¨² llegas preparado para poder rematar coordinado con el gesto que quieres hacer.
P. ?Qui¨¦n le ense?¨® a leer el f¨²tbol?
R. Nadie.
P. ?Nadie le dijo que pensara antes de recibir la pelota?
R. Eso s¨ª. Mi padre, Luis, que fue uno de esos delanteros a los que les gustaba ir a romper y a romperse, que siempre jug¨® al f¨²tbol, que fue entrenador en Salto, siempre me dec¨ªa que antes de descargar un bal¨®n o de pivotear, o de iniciar un contragolpe, viera lo que iba a hacer antes de que me llegara el bal¨®n para tener preparada la jugada. ?A d¨®nde vas a descargar? ?Vas a descargar y te vas a ir? ?Vas a controlar y te lo vas a llevar? ?O de primera vas a meter un cambio de frente?
Lo ¨²nico que no me gusta del f¨²tbol es que me aleja de la naturaleza. Yo estando debajo de un ¨¢rbol, a la sombra, en un lugar donde corra un poco de aire, ya encuentro un momento que me hace bien
P. ?Se siente un producto de ese mundo rural que rodea a Salto?
R. Lo ¨²nico que no me gusta del f¨²tbol es que me aleja del trabajo en el campo. Nosotros producimos carne. Criamos ganado y siempre hay mucho por hacer. A veces arrendamos terrenos y en otros campos nosotros mismos hacemos todo el ciclo de cr¨ªa, recr¨ªa y terminaci¨®n del ganado.
P. Hay una leyenda que le retrata como cazador de jabal¨ªes.
R. Me gusta la naturaleza, la parte salvaje del mundo, y ah¨ª hay un mont¨®n de cosas que pueden pasar. Me gusta mucho la pesca. Los jabal¨ªes son un tema delicado. Es mejor no manifestar algunas cosas porque que se pueden tomar a mal.
P. ?Esa vinculaci¨®n con el campo le convierte en un futbolista distinto?
R. At¨ªpico. Siempre fue as¨ª: se relaciona el ¨¦xito con los lujos, la fama y la buena vida. Yo tambi¨¦n tengo mi buena vida, pero mi buena vida es muy simple. Hay algo en m¨ª que me saca de esta din¨¢mica del mundo real contempor¨¢neo, de los agobios, de las redes sociales. Lo que me atrae es buscar esos lugares salvajes. Siempre hay una monta?a cerca, un bosque, un verde, agua¡ Yo estando debajo de un ¨¢rbol, a la sombra, en un lugar donde corra un poco de aire, sin escuchar el ruido de los coches, ya encuentro un momento que me hace bien.
P. ?Qu¨¦ tiene Uruguay para competir a un nivel tan alto con solo tres millones de habitantes?
R. Que a nosotros nos ense?an a competir. Venimos de un pa¨ªs donde los campitos de f¨²tbol existen en todos los lugares carenciados. Donde hay un espacio vac¨ªo hacemos un partido. Eso nos da el sentido de competencia. Muchos de nosotros hemos competido descalzos, con lluvia, con piedras, rompi¨¦ndote un dedo y jugando con el dedo roto porque quer¨ªamos ganar el torneo del barrio. As¨ª, cuando los entrenadores te exigen, est¨¢s preparado para luchar. No es lo mismo jugar que competir. Jugar, juega cualquiera que tenga algunas condiciones. Competir exige prepararse. Porque si no est¨¢s preparado, te pasan por arriba. Eso desde peque?o nos lo dejan claro. Por eso cuando vamos a la selecci¨®n no queremos que nadie nos gane un duelo, que nadie salte m¨¢s que nosotros, que nadie nos gane en velocidad. No queremos dar el brazo a torcer. Si no te preparas, lo m¨¢s probable es que te pase todo aquello que no quieres que te pase.
P. Sum¨® nueve a?os entre el PSG y el Manchester United, dos clubes que representan la opulencia econ¨®mica y la modernidad mercantil del f¨²tbol, pero que no consiguen encontrar una f¨®rmula para competir. ?Uruguay es competitivo porque conserva esa complicidad, ese sentido del compa?erismo, que a veces se pierde en el f¨²tbol s¨²perprofesional?
R. Mantenemos la esencia. El f¨²tbol moderno est¨¢ quitando esa esencia. Yo no soy de la vieja escuela pero me form¨¦ con jugadores grandes que ven¨ªan de esa vieja escuela y por eso no encajo tanto en eso que se llama f¨²tbol moderno, a nivel de razonamiento. En una competici¨®n de 30 equipos siempre ganar¨¢ uno solo. Puede haber tres o cuatro que representen los mejores valores del f¨²tbol y no ganen. Eso ocurre. Pero veo constantemente que todo este modernismo, este af¨¢n por meter la tecnolog¨ªa en el f¨²tbol, ha hecho que la mentalidad de los jugadores vaya cambiando. Antes el objetivo era m¨¢s o menos el mismo para todos. Hoy en ciertos clubes, por lo que representa la fama para distintos jugadores, o por lo que la prensa hace creer a los jugadores, los objetivos no son siempre iguales. Dentro de un equipo encuentras futbolistas con objetivos diferentes.
P. ?Est¨¢ decepcionado?
R. La verdad es que s¨ª. Porque vengo de una escuela que me ense?¨® que lo m¨¢s lindo que te puede pasar en un deporte de equipo es ganar como equipo. No existe ni existir¨¢ nunca un jugador que te haga ganar una Copa del Mundo. Puede haber un jugador que haga magia y que haga un golazo, pero para defender ese golazo necesitas compa?eros que corran, que se dejen la vida en defensa, y un portero que maneje los nervios. Esas cosas se dejan de lado para darle toda la importancia al que hizo el gol, o al que tiene m¨¢s nombre, o al que fue Bal¨®n de Oro, o al que hizo 50 asistencias. Eso lleva a la deformaci¨®n de lo que un equipo quiere lograr. Yo cuando estoy en la selecci¨®n me doy cuenta de que la esencia del f¨²tbol est¨¢ ah¨ª todav¨ªa. Y lo veo con jugadores que tienen su nombre, son reconocidos, son figuras en distintos grandes clubes del mundo. Y cuando llegan a la selecci¨®n nos encontramos y sientes esa armon¨ªa.
P. ?Pero por qu¨¦ los jugadores uruguayos no introducen esos vicios en la selecci¨®n?
R. Por c¨®mo es nuestro pa¨ªs: ese tipo de gestos y de personas no son bien vistas. Es cultural. No nos gusta. Nos gusta el compa?ero que viene a entregarse por la selecci¨®n sin pensar que es Cavani o Su¨¢rez. Aqu¨ª se viene a darlo todo. Aqu¨ª todos somos iguales. Todos tenemos las mismas responsabilidades.
P. ?C¨®mo transforman al grupo los integrantes de la nueva generaci¨®n, los Valverde y los Darwin N¨²?ez¡?
R. La identidad es tan clara que desde las selecciones juveniles se les inculca un modo de comportarse. Pasa por la humildad: los jugadores saben que necesitas bajarte de ciertos escalones porque lo que cuenta es el funcionamiento de todos y no lo individual. Hoy en d¨ªa todo empuja a que el jugador sea ego¨ªsta. Porque piensa en los premios, en las estad¨ªsticas particulares. Y se dejan de lado lo m¨¢s lindo. Cuando te toca ganar algo en equipo se disfruta el doble. Cuando sales de tu zona de confort y debes hacer un sacrificio para conseguir cosas que no son tan propias de tu naturaleza, los ¨¦xitos se valoran m¨¢s.
A veces un psic¨®logo te ense?a que el trauma no lo produce el f¨²tbol si no tu educaci¨®n, lo que t¨² te crees que eres porque desde peque?o has pensado que ser un superh¨¦roe era la ¨²nica forma de vivir la vida
P. Ahora comparte grupo con Corea, Ghana y la Portugal de Cristiano, tres selecciones con las que Uruguay ha tenido cruces muy duros en Mundiales. Los ghaneses hablan de venganza para restituir la afrenta de Sud¨¢frica en cuartos, cuando Su¨¢rez evit¨® la derrota parando un tiro con la mano¡
R. Podemos charlar y hacer muchas suposiciones. Pero cuando llega el momento, todo lo que pas¨® en la historia no cuenta. Cuentan los 90 minutos. Y lo que hay que hacer en esos 90 minutos siempre es lo mismo.
P. ?No siente la presi¨®n?
R. Tengo una edad. He visto muchos escenarios diferentes. Yo al f¨²tbol no lo veo como una presi¨®n. La mayor alegr¨ªa que puedo tener es la foto con mis compa?eros de un triunfo que hemos logrado todos. Si das todo en los entrenamientos, si das todo por tus compa?eros, la presi¨®n y los miedos no existen. La presi¨®n solo te abruma cuando sabes que no est¨¢s haciendo las cosas bien, cuando das de la boca para afuera. Otra cosa son los nervios antes de un partido o un Mundial. Eso te demuestra que est¨¢s vivo. El d¨ªa que me falten esos nervios, me retiro. Uno tiene que tener miedo. No el miedo que te paraliza, te bloquea, o te hace pensar que no puedes lograr algo, sino el miedo que te hace dar el plus. El miedo que te avisa que si no haces las cosas con la intensidad necesaria, puede ser que te vaya mal y el rival te pase por arriba. Es una sensaci¨®n que muchos confunden. No es cagazo. Es bueno y es importante sentirlo, y debe ir acompa?ado por la seguridad de que has trabajado para enfrentarte a esa situaci¨®n.
P. ?Eso lo ha trabajado con psic¨®logos?
R. Con los psic¨®logos he hablado de un mont¨®n de cosas que son personales y que pueden haberse relacionado con el trauma del f¨²tbol y no saber manejar ciertas situaciones en el alto nivel. A veces un psic¨®logo te ense?a que todo eso no lo produce el f¨²tbol si no tu educaci¨®n, tu crianza, lo que t¨² te crees que eres porque desde peque?o has pensado que ser un superh¨¦roe era la ¨²nica forma de vivir la vida.
P. ?Qu¨¦ le ense?¨® el f¨²tbol de usted mismo?
R. Aprend¨ª que siempre me ayud¨® tener un motivo claro. Eso me mantuvo vivo para perseguir lo que me propuse. A veces me pregunto: ¡°?C¨®mo lo logr¨¦? ?C¨®mo fui capaz de hacer esto?¡±. Por ejemplo, goles que hice. Algunos miran sus goles y piensan que los hacen porque son cracks, o porque los metieron de casualidad. Yo me siento, los miro, y digo: ¡°?c¨®mo fui capaz de hacerlo? Si lo tiro diez veces m¨¢s, no lo hago¡±. Si fuese un crack, de los diez balones que voy a tirar as¨ª tienen que entrar m¨ªnimo ocho. Y si yo los vuelvo a tirar me entra uno en quinientos. Cuando tienes un motivo para hacer las cosas consigues lo incre¨ªble.
P. En los ¨²ltimos a?os convivi¨® en el mismo equipo con futbolistas como Neymar o Ronaldo que trascendieron el f¨²tbol por su imagen o su fama. ?Qu¨¦ aprendi¨® de ellos?
R. Como nunca he tenido el deseo de ser m¨¢s que nadie ni en el f¨²tbol ni en la vida, he analizado mucho a mis compa?eros. Y como aquel que es m¨¢s famoso o reconocido siempre resalta un poco m¨¢s porque a veces tiene la necesidad de demostrarlo, en el momento de analizarlo he visto muchas cosas negativas y positivas que me han ayudado. Descubr¨ª que hay cosas que nunca quiero tener en mi vida, cosas que muchas veces veo y rechazo totalmente. Eso me ha ense?ado a crecer como persona, del mismo modo que en estos jugadores he visto otras cosas que por m¨¢s que yo haya sido muy perfeccionista, me han ayudado. He dicho: ¡°Este es el ejemplo. Esto ser¨ªa bueno para cualquier ser humano¡±.
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