Decir lo peor, esperar lo mejor
El escritor argentino Mart¨ªn Caparr¨®s y el mexicano Juan Villoro mantienen una correspondencia durante todo el torneo y constatan que el bal¨®n sabe tambi¨¦n mucho de amistad

Mart¨ªn querido: Comienzas con un pase y respondo con un despeje. Y es que el partido inaugural no dio para m¨¢s. El pa¨ªs anfitri¨®n fue incapaz de disparar entre los tres postes y Ecuador lo domin¨® con tranquila burocracia. El ¨²nico brote de genialidad fue ling¨¹¨ªstico: ?el f¨²tbol merec¨ªa a un jugador apellidado Hincapi¨¦!
Antes de los tres minutos el partido despert¨® una prometedora paranoia: Ecuador anot¨® un gol que parec¨ªa leg¨ªtimo, pero el VAR confirm¨® que la tecnolog¨ªa sirve para que la incertidumbre humana suceda m¨¢s despacio. La anotaci¨®n de Enner Valencia se anul¨®, activando hip¨®tesis conspiratorias: ?Qatar no solo compr¨® la sede sino tambi¨¦n a los ¨¢rbitros? Por desgracia, esta trama oculta, m¨¢s atractiva que los sucesos en la hierba, no pudo ser probada. Valencia anot¨® otros dos goles, uno de ellos con un cabezazo de alta escuela, y el partido se resolvi¨® con tediosa sensatez.
Si el f¨²tbol aburre desviamos la vista a las tribunas. Entre las ropas p¨²rpuras de la hinchada catar¨ª no fue posible ver a una mujer. El Mundial pondr¨¢ en tensi¨®n el impulso emancipador del balompi¨¦ con las restrictivas condiciones que lo hacen posible.
Cuando Jean Paul Sartre fue a Brasil en los a?os sesenta pas¨® de un aula a otra hasta que exclam¨®: ¡°??D¨®nde est¨¢n los negros?!¡± Hab¨ªa conocido una reserva de gente blanca. Lo mismo ocurri¨® en Maracan¨¢ en el Mundial de 2014: los pocos negros estaban en la cancha. Ecuador brind¨® ayer el mismo patr¨®n crom¨¢tico. La hinchada que vitoreaba a una selecci¨®n de piel morena era eminentemente blanca.
¡°?Dios me libre de entender el f¨²tbol!¡±, exclam¨® Nelson Rodrigues, el cronista que adivin¨® que Pel¨¦ ser¨ªa Rey. El juego es maravillosamente inescrutable. No hay modo de explicar a Messi, pero sabemos demasiado de los estadios donde ejercer¨¢ la magia.
Empiezas la correspondencia con un toque seguro, citando a Enric Gonz¨¢lez. ¡°Preferir¨ªa no saber por qu¨¦ el Mundial se juega en Qatar. Sin embargo, lo s¨¦¡±, afirma el maestro catal¨¢n que solo pierde la ecuanimidad cuando juega el Espanyol. La frase recuerda la excepcional obertura de Coraz¨®n tan blanco: ¡°No he querido saber, pero he sabido¡±. Enric explica que la temporada se jugar¨¢ en el infierno. Qatar viola los derechos humanos, carece de tradici¨®n futbol¨ªstica, obtuvo el apoyo de Francia comprando el PSG a sobreprecio y las armas que les vendi¨® Sarkozy, y m¨¢s de 6.000 inmigrantes murieron en la construcci¨®n de los estadios. Por si fuera poco, la cerveza est¨¢ prohibida; buscar un trago ser¨¢ tan arriesgado como comprar hero¨ªna.
Desde que la dictadura argentina organiz¨® el Mundial de 1978 no hab¨ªa un repudio tan generalizado por el pa¨ªs sede. Ahora eso tambi¨¦n incluye a la FIFA. En 78 Havelange recib¨ªa sobornos regulares de Adidas, pero no se sab¨ªa. Entonces t¨² viv¨ªas en el exilio y pasaste por la ¡°disonancia cognitiva¡± de la que habla Enric: criticar a los milicos y apoyar a Kempes.
Las sospechas rondan mi cabeza como moscas de fruta. El f¨²tbol es raro, pero la realidad ¡ªesta realidad¡ª lo vuelve m¨¢s raro.
Aun as¨ª, podemos imaginar cosas grandes. Nadie dijo que la tierra prometida fuera bonita. Ese anhelado territorio puede ser un yermo, pero es el sitio de la tribu. El f¨²tbol ha sabido representar la libertad en c¨¢rceles, internados y campos de exterminio. Mientras ocurre, es una transitoria celebraci¨®n de la utop¨ªa. Esa carga simb¨®lica regresar¨¢ con los pases de De Bruyne, las atajadas de Courtois, las descolgadas de Foden.
No s¨¦ hasta qu¨¦ punto los dioses pondr¨¢n a prueba nuestra amistad porque Argentina enfrentar¨¢ a M¨¦xico. No es por presumir, pero nosotros estamos acostumbrados a perder. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si acab¨¢ramos con la impecable racha de los tuyos? Ya me dir¨¢s c¨®mo andan tus reservas de derrota.
Dicho lo peor, ahora espero lo mejor. Sue?o con el il¨®gico triunfo de mi equipo. Como buen mexicano, dependo m¨¢s de la ilusi¨®n que de los hechos.
Termino, pues, con un acto de fe: Qatar y la FIFA no impedir¨¢n la rebeld¨ªa. En un mundo donde se saquea a manos llenas, el poeta Antonio Deltoro entendi¨® que el f¨²tbol representa un desconcertante desaf¨ªo: ¡°la venganza del pie sobre la mano¡±.
Mart¨ªn Caparr¨®s responder¨¢ este lunes 21 de noviembre.
