Gianni Infantino, el hombre que mov¨ªa las bolas del f¨²tbol
El presidente de la FIFA, acosado por el bochornoso Mundial de Qatar, defiende un evento que no concedi¨® ¨¦l mientras diluye el poder de Europa en la organizaci¨®n que preside
Gianni Infantino era el de las bolas. El hombre encargado de los chistes y el buen rollo en las ceremonias que la UEFA organizaba en Nyon para dise?ar los cruces de sus competiciones europeas. Un abogado simp¨¢tico y hecho a s¨ª mismo que, tras ocupar distintos cargos en la confederaci¨®n de f¨²tbol europea, se convirti¨® en su secretario general. Primero como escudero del gran dominador de la UEFA, Lennart Johansson (presidente desde 1990 a 2007); luego, de su sucesor, Michel Platini (en el cargo de 2007 a 2015), con quien entabl¨® una gran amistad. Futbolista frustrado, la vida le colg¨® el n¨²mero dos siempre a la espalda. Ese era su sino. ?l mismo lo dio a entender cuando termin¨® de rebote en el puesto que deseaba su jefe al frente de la FIFA. Un puesto al que tuvo que renunciar Platini en medio de acusaciones de corrupci¨®n. Infantino solo lo ocupar¨ªa hasta que el franc¨¦s fuera absuelto. Le guardaba el sill¨®n, en suma. Pero justo ah¨ª, comenz¨® a ejecutar el plan que llevaba a?os construyendo en silencio. Y el de las bolas, el de las bromas, dej¨® de hacerle gracia a muchos.
Infantino, de 52 a?os, el hombre que ha culminado la transformaci¨®n de la FIFA en una organizaci¨®n pol¨ªtica planetaria, es hoy el centro de todas las cr¨ªticas debido al bochornoso Mundial que se disputa en Qatar. Un evento comparable solo al que la FIFA le permiti¨® organizar en 1978 a la Argentina del dictador Videla y que le ha costado la vida a miles de trabajadores, seg¨²n The Guardian. Infantino, licenciado en derecho y en gesti¨®n futbol¨ªstica, no fue quien tom¨® esa decisi¨®n. Ni siquiera estaba al frente del organismo cuando el comit¨¦ ejecutivo, en una votaci¨®n sobre la que pesan enormes sospechas, adjudic¨® al emir Tamim bin Hamad Al Thani ¡ªpropietario tambi¨¦n del PSG¡ª su celebraci¨®n. Pero tiene que cargar con ello. Y vistos los discursos de los ¨²ltimos d¨ªas, no parece que sea a desgana. ¡°Siente el peso de gestionar algo que no quiso ¨¦l y se ve en la obligaci¨®n de defenderlo. Y le ha pasado ya con dos Mundiales [el de Rusia y el de Qatar]¡±, explica una amiga suya. Por eso, en parte, se fue a vivir a Doha hace un a?o, donde se ha convertido en un mito. ¡°No puede dar dos pasos sin que le paren. En los restaurantes no paran de pedirle selfis. Lo aman. Se ha convertido en algo casi afectivo¡±, insiste esta fuente. Quiz¨¢s por eso se vio en la obligaci¨®n hace una semana de defender a Qatar.
El Mundial est¨¢ poniendo contra las cuerdas a la FIFA. Dinamarca ha amenazado ya con marcharse de la organizaci¨®n por la vulneraci¨®n de los derechos humanos que se ha producido durante la organizaci¨®n del evento. Y hay m¨¢s Estados valorando esta medida. Infantino, lejos de admitir errores, se arranc¨® con un ex¨®tico revisionismo y un ataque a Europa. ¡°No soy catar¨ª, no soy africano, no soy ¨¢rabe, no soy gay, no soy un trabajador inmigrante¡ Pero s¨¦ lo que es sufrir bullying por ser diferente en la escuela, por ser pelirrojo. Por eso no es f¨¢cil leer cr¨ªticas todos y todos los d¨ªas desde hace 12 a?os. Hay una doble moral. Yo soy europeo. Por lo que los europeos hemos hecho al mundo en los pasados 3.000 a?os, deber¨ªamos disculparnos por los pr¨®ximos 3.000¡å. Solo una cosa parece irrefutable en su discurso: no tuvo una infancia f¨¢cil.
Giovanni Vincenzo Infantino, casado con la libanesa Lina al-Ashkar y padre de cuatro hijas, naci¨® el 23 marzo 1970 en Brig, en el cant¨®n del Valais de la Suiza del sur. Un pueblo a la sombra de los Alpes y a solo 10 kil¨®metros bordeando el R¨®dano de Visp, el lugar donde naci¨® Joseph Blatter, su predecesor en el cargo y el hombre de cuyo estigma quiso desmarcarse. ¡°La gran pregunta es si lo suyo era una restauraci¨®n o una revoluci¨®n. Pero ya est¨¢ claro: ha actuado con gran continuidad con el modelo de Havelange y Blatter. Sobre todo con el desarrollo planetario del f¨²tbol¡±, se?ala Marco Bellinazzo, autor de Las nuevas guerras del f¨²tbol. Los negocios de las corporaciones y la revuelta de los hinchas (Feltrinelli, 2022).
Hijo de migrantes italianos (padre calabr¨¦s y madre lombarda), Infantino nunca renunci¨® a la nacionalidad transalpina ni a sus costumbres. Pero eran a?os complicados todav¨ªa para las familias pobres ¡ªy ellos lo eran¡ª que emigraban a Suiza en busca de un futuro mejor. Trabaj¨® duro. Incluso limpiando trenes para pagarse los estudios universitarios de derecho en Friburgo. Un origen que le ha marcado mucho en las relaciones personales y en el trabajo, opina una persona que ha trabajado con ¨¦l en la FIFA. ¡°Es alguien simp¨¢tico y emp¨¢tico. Pero vive fascinado por los grandes nombres y el poder. Acusa un complejo social importante, del pobre inmigrante calabr¨¦s que quiere ser aceptado en la sociedad¡±. La medida de la transformaci¨®n del presidente podr¨ªa darla ese trauma infantil que ¨¦l mismo describe como un acoso escolar por hablar mal alem¨¢n y ser pelirrojo. La ¨²nica realidad a?os despu¨¦s es que domina seis idiomas (el italiano, el franc¨¦s, el alem¨¢n, el espa?ol, el ingl¨¦s y el ¨¢rabe) y es calvo.
Nadie esperaba que aquel segund¨®n simp¨¢tico se aposentara en el puesto reservado para Michel Platini, que hoy est¨¢ convencido de que fue v¨ªctima de una maniobra suya con la fiscal¨ªa suiza. ¡°Dijo que le guardar¨ªa el sitio hasta que se aclarasen sus implicaciones en un caso de corrupci¨®n en el que estaba envuelto con Blatter [por el pago de dos millones de francos suizos recibidos en 2011 del entonces presidente de la FIFA por consultor¨ªas realizadas entre 1998 y 2002]. Pero no lo pens¨® realmente ni un segundo. ?Platini ni siquiera ha sido invitado al Mundial!¡±, se?ala el periodista deportivo italiano Paolo Cond¨®. Infantino aprovech¨® la oportunidad, se present¨® a unas re?idas elecciones y gan¨® en la segunda vuelta al jeque Salman Bin Ebrahim Al-Khalifa, de Bar¨¦in. Luego ti?¨® su mandato con la idea de la renovaci¨®n y limpieza. El pr¨®ximo 16 de marzo ser¨¢ reelegido por tercera vez ¡ªes el ¨²nico candidato¡ª en el Congreso de Ruanda, una cita y un lugar muy simb¨®licos.
La verdadera transformaci¨®n ¡ªm¨¢s all¨¢ de implantar el VAR en el Mundial de Rusia¡ª ha consistido en dotar de mucho m¨¢s poder a Asia y ?frica reformulando el modelo de votaci¨®n y dando el mismo poder a cada uno de las 211 federaciones. De este modo, el todopoderoso comit¨¦ ejecutivo de 24 miembros que tomaba las principales decisiones queda diluido. ¡°Me siento el candidato africano¡±, dijo cuando cerr¨® su ¨²ltima campa?a con el apoyo de ilustres del continente como Samuel Eto¡¯o.
¡±Infantino decidi¨® dejar a la asamblea el voto m¨¢s importante porque el comit¨¦ era m¨¢s f¨¢cil de corromper¡±, apunta Bellinazzo. Pero los n¨²meros est¨¢n desequilibrados y la mayor¨ªa de ese poder est¨¢ ahora en ?frica, Asia y Norte Am¨¦rica. Europa y Sudam¨¦rica, que siempre llevaron el peso de las decisiones, se encuentran en minor¨ªa con 65 votos de los 211 totales. ¡°Por eso Asia y ?frica han sido las primeras en apoyar a Infantino con el tercer mandato en 2023¡å, insiste Bellinazzo. Pero, ?puede cambiar algo el impacto negativo de este Mundial en su carrera? Uno de los miembros de la FIFA que le conoce bien opina que no. ¡°Absolutamente, no. No le afectar¨¢ en nada. ?Es que es el ¨²nico candidato para ese tercer mandato! Su elecci¨®n ser¨¢ una marcha triunfal. Adem¨¢s, no es como Blatter. No hay indicios reales de corrupci¨®n que pesen sobre ¨¦l. Este es el sue?o de su vida y no dejar¨¢ que nada lo estropee¡±. Le costar¨¢ algo m¨¢s, eso s¨ª, lograr el apoyo del sector europeo, cada vez m¨¢s desplazado.
El suizo tom¨® el mando de la FIFA y una de las primeras decisiones en las que estuvo implicado fue la de otorgar el Mundial 2026 a M¨¦xico y EE UU, que entonces estaba gobernado por Donald Trump. Fue despu¨¦s de que el FBI y la Fiscal¨ªa de ese pa¨ªs pusieran contra las cuerdas a la FIFA y, casualidad o no, Loreta Lynch, la fiscal general que llev¨® la investigaci¨®n, termin¨® trabajando en la organizaci¨®n que hoy preside Infantino. No se otorg¨® a Rusia el Mundial bajo su mandato, pero su relaci¨®n con Putin es impecable (en 2019 le concedi¨® la Orden de la Amistad). Su problema, sin embargo, no est¨¢ hoy en la FIFA, que ostenta todo el poder pol¨ªtico del f¨²tbol. Su piedra en el zapato sigue en Europa ¡ªel viernes el Parlamento Europeo pidi¨® que sus miembros condenen la ¡°corrupci¨®n rampante¡± de la FIFA¡ª y, sobre todo, en la UEFA, donde reside un m¨²sculo financiero con el triple de facturaci¨®n.
El presidente ha intentado impulsar el Mundial de clubes o el Mundial bienal, sin demasiado ¨¦xito. ¡°Lo puso en boca de los saud¨ªes, pero era su voluntad¡±, se?ala una fuente de la FIFA. Por el mismo motivo, ha ampliado la participaci¨®n en el pr¨®ximo Mundial de 32 pa¨ªses a 48. Y siguiendo la misma l¨®gica financiera, muchos, como el presidente de la Liga, Javier Tebas, le se?alaron como una de las personas que pod¨ªa estar detr¨¢s de la Superliga, un misil en la l¨ªnea de flotaci¨®n de la UEFA. ¡°Infantino es muy amigo de Florentino P¨¦rez y la relaci¨®n con Ceferin es muy mala, eso es cierto. Pero la noche que se anunci¨® el tema de la Superliga fue a la cena del congreso de la UEFA en Montreux e hizo un discurso muy duro contra esa propuesta. Tendr¨ªa que ser un gran actor para venir a nuestra casa y soltar eso si no fuera verdad¡±, se?ala un miembro de la UEFA. Tambi¨¦n dijo que le guardar¨ªa el sitio a Platini.
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