La fascinante vida del ¨²ltimo buscador de perlas de Qatar

Saad Ismail Al Jassim naci¨® hace 87 a?os en un pa¨ªs que no exist¨ªa. Qatar era entonces un protectorado brit¨¢nico en el que viv¨ªan apenas 10.000 personas ¡ªhoy son 2,7 millones¡ª que se dedicaban a las perlas, la ganader¨ªa o el peque?o comercio. ?l eligi¨® lo primero. Cuando cumpli¨® los 15, empez¨® a acompa?ar a los buscadores de perlas, para familiarizarse con la actividad que supuso la principal fuente de exportaciones del peque?o territorio ¡ªequivalente a la Regi¨®n de Murcia¡ª durante a?os. A los 18 se estren¨®. ¡°?bamos en barcos grandes, porque cada buceador necesita un ayudante. Nos tir¨¢bamos al mar con una piedra atada al pie, una red para recoger las ostras en el cuello y un clip en la nariz para que no nos entrara agua. Est¨¢bamos dos minutos sin respirar, cogiendo todas las que pod¨ªamos, hasta que nos sub¨ªan. Era siempre en verano, porque en invierno, a esas profundidades, el agua estaba demasiado fr¨ªa. Y pod¨ªamos pasarnos tres o cuatro meses en el mar, buceando del amanecer al anochecer, sin parar. Lo hac¨ªamos todo en el barco: dormir, trabajar, comer... Por la ma?ana tom¨¢bamos d¨¢tiles y caf¨¦, y por la noche, pescado y arroz cocinado con sirope de d¨¢til, que daba energ¨ªa y quitaba la sed¡±.

No era un oficio c¨®modo y la competencia de las perlas artificiales redujo pronto sus beneficios, pero Saad habla con nostalgia de aquellos a?os, cuando no hab¨ªa ni aire acondicionado ni rascacielos ni clientes con camisetas de decenas de selecciones de f¨²tbol preguntando ¡°?cu¨¢nto cuesta?¡± en distintos idiomas en su tienda del zoco.

¨C ?Cu¨¢ntas ostras hay que abrir para encontrar una perla?

¨C Cada ostra es una oportunidad. A veces coges 1.000 y no hay ninguna. Otras veces sacas 12 y la mitad de ellas tienen perlas. La paciencia era lo m¨¢s importante en este trabajo.

Dice ¡°era¡± porque ya no quedan buscadores de perlas en Qatar. ¡°Tenemos petr¨®leo y gas y la gente gana mucho dinero con eso. El pa¨ªs ha cambiado mucho demasiado r¨¢pido. Todos los pa¨ªses cambian. Pero yo sigo siendo el mismo. Podr¨ªa bucear ahora en cualquier sitio¡±, asegura.

En realidad, Saad ha tenido muchas vidas. Adem¨¢s de buscador de perlas, fue culturista y oficial del departamento de Defensa catar¨ª. En su tienda del zoco Wakif de Doha exhibe viejos retratos de cuando ten¨ªa m¨²sculos sobre los m¨²sculos, y en una peque?a televisi¨®n muestra en bucle a su clientela v¨ªdeos de cuando buceaba y cuando caminaba sobre cristales o le romp¨ªan piedras en el pecho ¡ªtambi¨¦n tuvo su etapa de faquir¡ª. ¡°Si me pagas, a¨²n podr¨ªa hacerlo¡±, bromea. En 1958 gan¨® un concurso de culturismo en Qatar que ya patrocinaba Shell ¡ªen 1940 se descubrieron los primeros yacimientos de petr¨®leo, y en 1971, a?o de la independencia, los de gas¡ª y en su largo y variopinto curr¨ªculum tambi¨¦n figuran unos a?os como empleado de una compa?¨ªa petrol¨ªfera.

Fue el emir quien le regal¨® la tienda de perlas del zoco y fueron las autoridades del pa¨ªs las que incluyeron a Saad en una campa?a con David Beckham para publicitar el Mundial y a la vez, el pa¨ªs, como todo lo que hace el emirato desde hace 12 a?os, cuando se hizo con la sede del torneo. Qatar se ha planteado la competici¨®n como una gran campa?a de relaciones p¨²blicas y lavado de imagen y ha invertido cifras mareantes no solo en infraestructuras, sino tambi¨¦n en embajadores de la marca pa¨ªs con la esperanza de que el gran escaparate del f¨²tbol les ayude a atraer turistas en el futuro ¡ªse han planteado como objetivo recibir 6,5 millones al a?o en 2030¡ª. ¡°Es verdaderamente un pa¨ªs incre¨ªble para pasar unos d¨ªas¡±, afirma el exgal¨¢ctico ante las c¨¢maras paseando por Doha. ¡°Beckham vino, se sent¨® y estuvimos hablando m¨¢s de una hora. Tambi¨¦n vino Figo [reclutado para otro anuncio por el principal competidor de uno de los patrocinadores del Mundial]¡±, explica Saad mostrando orgulloso en su cuenta de Instagram ¡ªabierta el d¨ªa de la visita del brit¨¢nico¡ª fotograf¨ªas con ambos. ¡°?Ah, tambi¨¦n fui futbolista!¡±, asegura.

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