An¨¢lisis uno a uno de los jugadores de Espa?a en una noche que casi acaba en eliminaci¨®n

Floje¨® en el 1-1

El primer remate de verdad que recibi¨® termin¨® dentro con la sensaci¨®n de que se esperaba m¨¢s de ¨¦l. Ritsu Doan, reci¨¦n salido, la enganch¨® muy bien desde la frontal con la zurda, pero no iba tan esquinada. Se venci¨® antes de tiempo. Ya en la primera mitad, sin agobios, el meta del Athletic apur¨® al l¨ªmite y se lio en una salida de un bal¨®n ante la presi¨®n de Maeda. Retumb¨® un ¡°oh¡± en la grada, pero sin consecuencias entonces. Esas vinieron despu¨¦s. Jap¨®n apenas volvi¨® a asomarse a su balc¨®n, su faena estaba hecha.

Asistencia antes del achuch¨®n

El navarro, de inicio en el estreno ante Costa Rica, volvi¨® a la titularidad y esta vez no por ninguna lesi¨®n o molestia de Carvajal. Se dio prisa en sacar tajada de la oportunidad. En una segunda oleada ofensiva de Espa?a, le cay¨® un bal¨®n en el pico del ¨¢rea, nadie se le acerc¨® y la puso bien para el 1-0 de Morata. Hasta ah¨ª lleg¨®. A la vuelta del descanso, ya no estaba. Le relev¨® Carvajal.

Un r¨¦cord para casi nada

?Es ya definitivamente un central con Espa?a? Tercer partido en el Mundial y tercera titularidad en el fondo de la zaga. Luis Enrique lo coloca ah¨ª, entre otras razones, por la salida de bal¨®n aprovechando sus condiciones de pivote y ¨¦l fue el encargado (durante la primera parte) de iniciar las jugadas, toda vez que el dispositivo japon¨¦s estrujaba a los tres medios. Tanta pelota amas¨® que lleg¨® al descanso con 115 pases, el r¨¦cord de un jugador en un primer tiempo en un Mundial desde 1966. Para casi nada, en realidad. El remate en l¨ªnea de gol del 2-1 de Tanaka fue con ¨¦l a su vera.

Estreno aguado

En el r¨¦cord est¨¦ril de pases en el primer acto, Rodri fue el primero y Pau Torres, el segundo, con 109. Tambi¨¦n para poco. Fueron los primeros minutos en el torneo para el central del Villarreal, aguador ante los asi¨¢ticos del hasta ahora innegociable Laporte, y aprovechando que su rival de este jueves no se distingue precisamente por tener a corpachones en ataque. Fall¨® en una salida de bal¨®n sin consecuencias en la primera mitad.

Una noche torcida

Primera titularidad en su tercer partido con Espa?a. Hasta ah¨ª alcanzaron sus buenas noticias en toda la noche. No se le vio c¨®modo desde el inicio y se le concentraron todos los males despu¨¦s de la pausa. Perdi¨® un bal¨®n en la antesala del 1-1 (no hab¨ªa sido el primero) y, casi al instante, la acci¨®n del segundo gol se cocin¨® tambi¨¦n por su flanco. En el 66 acab¨® su jornada laboral. Sali¨® el titular, Jordi Alba.

Sin sitio¡­

No tuvo huella en todo el encuentro. El cerrojazo que orden¨® Hajime Moriyasu, sin importarle estar en desventaja nada m¨¢s empezar, le neg¨® los espacios y el f¨²tbol. Las jugadas las arrancaba mucho m¨¢s Rodri que ¨¦l. Y en la acometida final se le not¨® tambi¨¦n sin sitio en medio del enjambre. Al principio, todav¨ªa con el partido sin sustos, cometi¨® una inopinada p¨¦rdida dentro del ¨¢rea que acab¨® con un disparo al lateral de la red de Ito. A esas alturas de la jornada, tambi¨¦n se llev¨® con cazadas abajo de unos japoneses que rascaron.

¡­sin luz

Le ocurri¨® como a Busquets, que no fluy¨® su f¨²tbol. No se encontr¨® en la primera mitad, cuando el choque parec¨ªa encarrilado, aunque sin brillo, y tampoco se hall¨® tras el volteo de la segunda. Asumi¨® protagonismo en el empuje a la desesperada, eso s¨ª, ya con un Jap¨®n completamente acastillado, pero no hubo forma de que abriera una rendija en el muro asi¨¢tico.

¡­y sin agitaci¨®n

Otro de los s¨ªntomas de la evidente incomodidad de Espa?a durante toda la velada. Apenas hubo pisadas de un agitador de primera como ¨¦l. En la primera mitad, se perdi¨® en medio de los intentos a la nada de Espa?a. Y en la segunda, como todos, qued¨® arrollado por dos minutos de furia nipona. En el minuto 66, le relev¨® Ansu Fati.

Estrujado

Otro que apareci¨® por primera vez en la alineaci¨®n de inicio. Sin embargo, los cinco defensas que se encontr¨® en el arranque y el poco vuelo ofensivo de los asi¨¢ticos le estruj¨® los espacios por la derecha. El peque?o del clan futbolero Williams necesita verdes praderas para lucir. Hasta ahora, hab¨ªa salido como revulsivo y con los partidos m¨¢s masticados. De inicio, y con un escenario muy atascado para todos, se march¨® con una actuaci¨®n muy gris. Con 2-1 en contra, Luis Enrique no tard¨® en sustituirlo por Ferran Torres.

El ¡®nueve¡¯ tiene prisa

Antes de que la noche tomara unas curvas impredecibles, irrumpi¨® el madrile?o, un hombre con prisa. Sali¨® dos ratos contra Costa Rica y Alemania, y sum¨® dos goles. Estren¨® titularidad ante Jap¨®n y, sin llegar al cuarto de hora, ya se hab¨ªa apuntado el tercero de su cuenta. Aprovech¨® la defensa l¨ªquida (a esas alturas) por arriba de los nipones y se la pic¨® al portero. Fue su tanto n¨²mero 30, lo que le convirti¨® en el quinto m¨¢ximo anotador de la historia de la selecci¨®n, tras Villa (59), Ra¨²l (44), Torres (38) y Silva (35). La marca no le evit¨® acabar en la ducha en el minuto 60 en cuanto la cita se torci¨®. Sali¨® Asensio.

Dos intentos finales

El catal¨¢n sigue siendo plato principal para Luis Enrique, innegociable de momento el del Leipzig. Este jueves, eso s¨ª, ¨¦l tampoco fue la excepci¨®n en la tortura que sufri¨® la selecci¨®n. Dej¨® dos disparos casi consecutivos con la derecha en el tramo terminal. El primero, franco y en buena posici¨®n, lo resolvi¨® con una ejecuci¨®n muy centrada que Shuichi Gonda bloc¨® sin aparentes dificultades. El segundo se march¨® muy desviado.

Vuelta al banquillo de inicio

El dedo de Luis Enrique apunt¨® de inicio a Azpilicueta, pero tuvo que recurrir a ¨¦l en el intermedio. Por su lado pas¨® la acci¨®n del 2-1, ese bal¨®n que se supon¨ªa que hab¨ªa salido por la l¨ªnea de fondo, pero que los microchips que ahora llevan instalados los balones lo negaron. Atr¨¢s padeci¨® en una contra ante Kaoru Mitoma (el remate posterior acab¨® fuera) y luego se anticip¨® en otra frente al rubio Junya Ito. Nada dijo en ataque, sin espacios como todos.

Primer recurso

Primer recurso, junto a Marco Asensio, del que tir¨® Luis Enrique en cuanto subi¨® la marea japonesa. Se acab¨® el tiempo de Nico Williams y empez¨® el suyo. Muy pegado en la banda derecha, tampoco hubo huecos para ¨¦l. Le cost¨® asociarse y progresar por su cuenta.

El ¨²nico tiro peligroso en desventaja

No dud¨® el seleccionador espa?ol en regresar al falso nueve con todo en contra y el peligro de una posible eliminaci¨®n. No le import¨® el bingo que hab¨ªa cantado Morata nada m¨¢s empezar el encuentro. El madridista, titular ante Costa Rica y Alemania, disfruta de la m¨¢xima confianza del banquillo. Sobre el c¨¦sped, sus dificultades fueron las de todos. Espa?a no amenaz¨® de verdad hasta el descuento, m¨¢s de media hora despu¨¦s del remonte nip¨®n, y lo hizo con un dispar¨® desde la frontal que culebre¨® y que rechaz¨® el meta.

Sin pista

Acabado el intento con Balde, apareci¨® el protagonista principal en la banda izquierda. Como todos, qued¨® embarrado en el campo de defensa nip¨®n. No hubo pista para ¨¦l.

Debut con la emergencia

Una de las grandes esperanzas del ataque espa?ol todav¨ªa se encontraba in¨¦dito en el torneo que la selecci¨®n estaba ejecutando con buena letra. Cuando apareci¨® el primer borr¨®n colectivo, el t¨¦cnico asturiano le apunt¨® con el dedo para tratar de resolverlo. Sali¨® por Gavi, se afan¨®, busc¨® asociarse, pero ah¨ª nadie fue capaz de encontrar un espacio, de filtrar un pase, de aliviar a la Roja. Eso corri¨® por cuenta de Alemania.