Dominik Livakovic, h¨¦roe croata ante Jap¨®n
El portero balc¨¢nico detiene tres penaltis en la tanda decisiva contra un equipo nip¨®n mejor y clasifica a la vigente subcampeona a los cuartos del Mundial
Se llama Dominik Livakovic, tiene 27 a?os, mide 1,88 y pertenece al Dinamo Zagreb. Ya es historia del f¨²tbol croata y en los anales del Mundial tambi¨¦n tendr¨¢ su p¨¢gina tras detener tres penaltis en la tanda decisiva de octavos contra Jap¨®n. Su portentosa actuaci¨®n arruin¨® a un conjunto nip¨®n que pes¨® m¨¢s durante toda la tarde. Pero dio igual la trama anterior. En el duelo desde los 11 metros, se levant¨® como un gigante y dispar¨® a su selecci¨®n a cuartos, donde se cruzar¨¢ con Brasil. Solo tres guardametas hab¨ªan parado tres penas m¨¢ximas en el desempate de una Copa del Mundo: precisamente otro croata, Danijel Subasic, por amargar a Dinamarca en 2018, y el portugu¨¦s Ricardo, que fren¨® a Inglaterra en 2006. Livakovic ascendi¨® este lunes a ese trono.
Este joven que no llega a un 1,90 neg¨® de forma casi consecutiva a Minamino, Mitoma y Yoshida. No dio opci¨®n ni a llegar al quinto turno. ?nicamente lo bati¨® Asano. En el bando balc¨¢nico ya no quedaban para lanzar Modric, Perisic ni Kovacic, sus apellidos m¨¢s ilustres, sin embargo, encontraron desde los 11 metros la pericia y el alivio que no tuvieron en toda la sesi¨®n, muy inc¨®modos ante el despliegue asi¨¢tico. ?nicamente cedieron el fallo al palo de Livaja y un minuto despu¨¦s volvi¨® a surgir Livakovic para zanjar la cuesti¨®n. El tanto final de Pasalic mand¨® al garete a Jap¨®n.
Otro trauma para los nipones, que siguen sin pisar los cuartos, y encima en Doha, su ciudad maldita, donde protagonizaron una ¡°tragedia¡± en 1993 que no han parado de recordar estos d¨ªas, cuando se quedaron sin Mundial de Estados Unidos en el descuento del ¨²ltimo encuentro. Ya tienen otra para la colecci¨®n. La vieja Europa representada por la vigente subcampeona sobrevivi¨® a todos sus intentos. Hasta la exhibici¨®n de Livakovic, los balc¨¢nicos colgaron, sobre todo, de Perisic. Poco se supo de Modric. El madridista vivi¨® en el filo de su ¨²ltima aparici¨®n mundialista, pero todav¨ªa le queda una pen¨²ltima bala. Como siempre en su carrera.
Desde el minuto uno, el choque palpit¨® al ritmo japon¨¦s, que de entrada exhibi¨® un muestrario de su variado cat¨¢logo. La primera parte la empez¨® atr¨¢s y saliendo como perdigones a la contra, y la terminaron amasando posesi¨®n. Un equipo imprevisible. Capaz de figurar en los libros como el que menos bal¨®n toc¨® en un partido de una Copa del Mundo (17,7% ante Espa?a) desde que hay registros (1966) como de celebrar al borde del descanso despu¨¦s de un rato al toque. As¨ª lleg¨® el gol de Maeda, que se aprovech¨® de la quiebra de los dos centrales croatas. El veterano Lovren (33 a?os) y el emergente Gvardiol (20) no mandaron dentro del ¨¢rea como se les demandaba y el menudo atacante del Celtic (1,73) se lo hizo pagar.
Poco de Modric
De una forma u otra, todo transcurr¨ªa por el carril que quer¨ªan los nipones. ?Qu¨¦ se sab¨ªa de Modric? No mucho. O no le llegaba el bal¨®n o lo hac¨ªa de espaldas. Media hora tard¨® en filtrar un pase con el exterior. Los balc¨¢nicos no le encontraban el truco a la tarde y sus mejores opciones llegaron en un patinazo de Tomiyasu, que se la regal¨® a Perisic, y en una prolongaci¨®n del zurdo del Tottenham que no caz¨® Kramaric. Incapaces de hacer da?o al toque, probaron con un par de pelotazos.
En la otra orilla, los asi¨¢ticos no se hab¨ªan demorado en amenazar de verdad. Para el minuto tres, Taniguchi ya dispuso de un cabezazo claro, al instante Maeda hostig¨® a Livakovic, poco despu¨¦s no atrap¨® por una micra un centro de Ito, y Kamada no atin¨® a colocarla al palo largo. As¨ª que cuando Lovren y Gvardiol hicieron aguas, nadie se frot¨® los ojos.
El plan de gesti¨®n asi¨¢tico no fue esta vez como frente a Espa?a. No hubo cerrojazo, como demostr¨® Kamada en la primera acci¨®n tras la pausa. La segunda mitad, en realidad, discurri¨® movida. No sobraba el f¨²tbol, pero no le falt¨® cierto br¨ªo. Segu¨ªa sin haber excesivas se?ales de Croacia, aunque los subcampeones no necesitaron avisar. Simplemente, golpearon. Sobrevol¨® un bal¨®n a¨¦reo que no parec¨ªa ir a ning¨²n sitio y Perisic se sac¨® un cabezazo poderos¨ªsimo para empatar. La acci¨®n multiplic¨® la figura del zurdo del Tottenham frente al resto. Modric apenas dej¨® un tiro desde la frontal.
Detectada la primera v¨ªa de fuga nipona, Zlanko Dalic dobl¨® la apuesta con el osasunista Ante Budimir, un tipo de ¨¢rea, pero ese camino tampoco le sirvi¨® y se corrigi¨® en la pr¨®rroga retirando al osasunista. Pasado el tiempo, tambi¨¦n prescindi¨® de Modric, Kovacic y Perisic, casi nada. Sin ellos se jug¨® las barbas en un desenlace que necesitaba un h¨¦roe. En el bando que fuera, pero un h¨¦roe. Ese fue Dominik Livakovic.
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