Alcaraz se hace m¨¢s y m¨¢s grande

La historia del tenis revela m¨¢s y m¨¢s casos de magn¨ªficos jugadores que a la hora de la verdad, en el cenagoso y complejo territorio de los Grand Slams, terminaban vini¨¦ndose abajo en un momento u otro. Para ganarlos no solo hay que ser muy bueno, sino saber jugarlos; esto es, identificar los tiempos, controlar los esfuerzos y saber desenvolverse en ese umbral de incertidumbre que proponen las pruebas de larga distancia, oscilantes y pu?eteras, tan exigentes que una m¨ªnima bajada de guardia (...

La historia del tenis revela m¨¢s y m¨¢s casos de magn¨ªficos jugadores que a la hora de la verdad, en el cenagoso y complejo territorio de los Grand Slams, terminaban vini¨¦ndose abajo en un momento u otro. Para ganarlos no solo hay que ser muy bueno, sino saber jugarlos; esto es, identificar los tiempos, controlar los esfuerzos y saber desenvolverse en ese umbral de incertidumbre que proponen las pruebas de larga distancia, oscilantes y pu?eteras, tan exigentes que una m¨ªnima bajada de guardia (dentro o fuera de la pista) puede resultar fatal.

El chileno Marcelo R¨ªos, por ejemplo, es uno de los tenistas con m¨¢s talento que han desfilado por el profesionalismo. Imaginativo como pocos, ascendi¨® al n¨²mero uno en 1998 y festej¨® 18 t¨ªtulos, pero jam¨¢s conquist¨® un grande. Tampoco lo consiguieron jugadores de envergadura como el argentino David Nalbandian, el sueco Robin Soderling, el checho Tomas Berdych, el australiano Mark Phillippoussis o el mismo David Ferrer. Por un motivo u otro, todos ellos encallaron en alguna estaci¨®n. El listado es largo y el argumentario tambi¨¦n. Las razones responden desde el mero hecho de haber coincidido temporalmente con los fuera de serie como a haber pinchado en un momento puntual de la carrera.

¡°No haber ganado un Grand Slam no me quita el sue?o. Si no lo gan¨¦ ser¨¢ por algo. No me pregunto si pude hacer algo m¨¢s¡±, expone R¨ªos, con una mentalidad radicalmente opuesta a la de Carlos Alcaraz. El murciano (20 a?os) vuela en sentido contrario. Ya posee dos, aspira a un tercero estos d¨ªas y ha defendido el trono mundial durante 36 semanas. Con la voluntad de dejar una huella superior en la historia de su deporte, el espa?ol sigue ganando jerarqu¨ªa y haci¨¦ndose m¨¢s y m¨¢s fuerte, consciente de que todo pasa por dominar todos los recovecos que oculta el desarrollo de los grandes torneos.

Uno de ellos es la interpretaci¨®n de los partidos y las rondas. Otro es el acierto en los descansos y el control de la ansiedad. Y existe sobre todo una serie de intangibles que convienen perfeccionar. Uno de ellos, esencial, es la propaganda. Cada vez que comparece ante los periodistas, el mensaje que transmite el tenista es fundamental y, poco a poco, Alcaraz est¨¢ aprendiendo a la hora de seleccionar. Sin ir m¨¢s lejos, despu¨¦s de reducir a Alexander Zverev en un ejercicio muy certero ¨Cpleno en la definici¨®n y en la defensa¨C transmiti¨® una sentencia demoledora en direcci¨®n el duelo de esta madrugada (1.00, Movistar) contra el ruso Daniil Medvedev, en busca ambos de una plaza en la final: ¡°Siento que en los Grand Slams tengo ventaja¡±.

Mejor que Federer, Nadal y Djokovic

Ven¨ªa a expresar el todav¨ªa l¨ªder del circuito ¨Cceder¨¢ el mando el lunes a Novak Djokovic¨C lo que se percibe con nitidez desde la barrera. Es decir, que hoy d¨ªa es muy superior a los dem¨¢s y que el resto necesita una propuesta mucho m¨¢s contundente si no quiere estar sometido a una tiran¨ªa hist¨®rica. Alcaraz domina la t¨¦cnica, progresa en la t¨¢ctica y, sobre todo, psicol¨®gicamente se ha elevado hacia una esfera mental que le convierte en un rival pr¨¢cticamente inabordable. ?l lo sabe y lo verbaliza, y los adversarios tiemblan. De la misma forma que nunca fue plato de buen gusto encerrarse con Roger Federer en La Catedral, con Djokovic en la jaula de Melbourne y todav¨ªa mucho con Rafael Nadal en la Philippe Chatrier, el cruce con el murciano en cualquier gran escenario es hoy garant¨ªa de pasarlo mal.

Los datos resumen a un competidor feroz. Desde que venciera el a?o pasado en el US Open, Alcaraz ha ganado 24 de los 25 partidos que ha disputado en los cuatro grandes templos; ¨²nicamente Nole, en Par¨ªs, logr¨® contener un torrencial de tenis que ese d¨ªa se detuvo en gran medida por el colapso epis¨®dico que sufri¨®. Esta temporada, su trazado en los majors se sintetiza en 17 victorias y esa derrota; con un 94.4% de efectividad, nunca antes un jugador masculino menor de 21 a?os hab¨ªa alcanzado un registro as¨ª en un curso. Y desde una mirada panor¨¢mica, el espa?ol presenta un balance de altos quilates en las once grandes pruebas en las que ha participado desde que irrumpiera en la ¨¦lite, resueltas con 41 triunfos y solo ocho derrotas (83,7%).

A esas mismas alturas de sus respectivas carreras, el promedio de Nadal (80,8%), Djokovic (73,3%) y Federer (68,7%) era inferior. A la misma edad, el mallorqu¨ªn hab¨ªa registrado 38 triunfos y nueve derrotas, con una efectividad sensiblemente superior a la del serbio (33-12) y todav¨ªa m¨¢s que la del suizo (22-10), el coloso al que m¨¢s le cost¨® despegar. El sueco Bj?rn Borg, un mundo aparte, dispara el porcentaje a un 84,4%.

¡°La verdad es que intentamos darle normalidad a esos datos¡±, se?ala Alcaraz, como siempre, en plural mayest¨¢tico. ¡°Creo que los jugadores a los que me enfrento tienen que jugar a un gran nivel durante mucho tiempo para poder ganarme, as¨ª que me siento con ventaja en los Grand Slams. Obviamente luego puede pasar cualquier cosa, pero me veo muy bien f¨ªsicamente, me veo muy bien mentalmente, lo cual les puede pesar a los dem¨¢s. Yo creo que me veo con cierta ventaja en ese tipo de momentos¡±, reflexiona el murciano mientras repite el tic de atusarse el flequillo con la mano derecha.

Ataque... y defensa

Alcaraz disputar¨¢ sus segundas semifinales consecutivas en el US Open y es el segundo que logra hacerlo con menos de 21 a?os despu¨¦s del estadounidense Andre Agassi, que lo consigui¨® en 1988 y 1989 (tambi¨¦n en 1990). Adem¨¢s, su proyecci¨®n destapa un hecho todav¨ªa m¨¢s relevante, ya que se ha convertido en el hombre m¨¢s joven que firma tres semifinales en una misma temporada desde Djokovic en 2007.

¡°Estoy a mi mejor nivel aqu¨ª. El a?o pasado fue muy duro, jugando cuatro y cinco sets en las ¨²ltimas rondas... Pero ahora me siento muy bien f¨ªsicamente, y mentalmente fuerte. Estoy preparado para tener una gran batalla contra Medvedev¡±, indic¨® el de El Palmar, contundente en la doble vertiente del juego: en la fase defensiva ha logrado abortar 21 de las 25 opciones de break que le han generado durante el torneo, y en la ofensiva ha convertido 23 de las 54 oportunidades que se ha granjeado.

Sin apenas ara?azos, m¨¢s all¨¢ del enredo que enmend¨® con autoridad frente al brit¨¢nico Daniel Evans en la tercera ronda, el murciano sigue haci¨¦ndose m¨¢s y m¨¢s grande; de hecho, hoy por hoy no solo tutea a Djokovic, sino que marca el paso. Lo hace en sexta marcha. Nole escap¨® de la encerrona en Cincinnati, pero la experiencia de Wimbledon le permiti¨® confirmar lo que ya sospechaba: el alud es interminable. ¡°Jugu¨¦ contra Novak en Cincinnati y contra Carlos aqu¨ª, y creo que ambos est¨¢n en un nivel de juego similar; hay algunas cosas que hace mejor Novak y otras Carlos, pero se encuentran en un nivel superior a los dem¨¢s. Tenemos que espabilar para llegar ah¨ª¡±, arenga el alem¨¢n Zverev, rendido al espectacular despliegue de Alcaraz.

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