El implacable Alcaraz repite semifinales
Sin forzar la m¨¢quina, el espa?ol completa un ejercicio perfecto en la contenci¨®n y la definici¨®n ante Zverev, previo al cruce con Medvedev: 6-3, 6-2 y 6-4, tras 2h 30m
Empapado, Carlos Alcaraz festeja brazos en cruz y ante la c¨¢mara su ¨²ltima victoria, que le permite desembarcar con toda la artiller¨ªa en las semifinales de Nueva York. Son las cuartas de un Grand Slam, ya rutina. Dec¨ªa Alexander Zverev dos d¨ªas antes que est¨¢ de vuelta y a la vez se sinceraba, matizando que su propuesta actual probablemente no era suficiente para contener tanto talento. No le faltaba raz¨®n. M¨¢s all¨¢ del electr¨®nico (6-3, 6-2 y 6-4, tras 2h 30m), el esc¨¢ner del pulso revela dos realidades diferentes, la de un competidor que viaja en cohete y la de otro todav¨ªa sin el filo necesario. En consecuencia, el de El Palmar se dirige ya hacia el rudo Daniil Medvedev, siguiente escollo en el cuadro. El ruso ha batido previamente a su compatriota Andrey Rublev (6-4, 6-3 y 6-4).
No se ha cerrado el primer juego y Alcaraz ya tiene cubierto el cuerpo de un barniz sudoroso por el sofocante ambiente que se respira en la central. La Arthur Ashe se ha transformado en un ba?o turco y se multiplica la circulaci¨®n de los refrigerios en las gradas: ya no es solo fiesta, es necesidad. Poco antes, el ruso Medvedev advert¨ªa en pleno partido: ¡°Alg¨²n d¨ªa va a morir alg¨²n jugador¡±. No es una buena noche para jugar al tenis, est¨¢ claro, ni tampoco parece que Zverev vaya a colaborar demasiado. El alem¨¢n, en pleno proceso de reconstrucci¨®n, aborda con valent¨ªa el partido ¡ª31 grados de temperatura y alrededor de un 70% de humedad¡ª y carga sobre la pelota con decisi¨®n, generando dificultades al murciano en los tres primeros turnos de servicio.
Sin embargo, Juergen, un periodista alem¨¢n que redacta en el m¨®vil y tiene hechuras de portero de discoteca, vaticina en la tribuna: ¡°Sascha no tiene nada que hacer¡±. No le falta voluntad al de Hamburgo, pero en cuanto intenta abrir la puerta se lleva un doble sopapo ¡ªanuladas las dos primeras opciones de rotura del duelo¡ª y acto seguido un tercero que respalda la contundente afirmaci¨®n del reportero, que resuelve con una convicci¨®n absoluta. ¡°Nada que hacer¡¡±, repite con una sonrisilla. No es ventajista. Alcaraz todav¨ªa no ha ara?ado el primer break, que llega instantes despu¨¦s ¡ªpara 4-3, merced al pinchazo repentino del rival con el saque¡ª y decanta el primer parcial. En un visto y no visto, a Zverev le ha ca¨ªdo el Empire State Building encima. Si flojea su martillo, el desenlace est¨¢ cantado.
Dos noches antes, el gigant¨®n se hab¨ªa metido una paliza de a¨²pa para derribar a Jannik Sinner ¡ªcerca de cinco horas, selladas pasada la una y media de la madrugada¡ª y conforme trata de digerir ese primer golpe an¨ªmico, su competitividad va evapor¨¢ndose y todo empiezan a ser problemas para ¨¦l. Y eso que el espa?ol ha ganado el primer set casi a disgusto. Ha partido con una doble falta, ha fallado un remate claro que no falla nunca y tras ceder un punto le ha dado una ligera patadita al soporte publicitario. Boquea y el calor es asfixiante, pastoso, se pega. Pero todo va sobre ruedas. Adquirida esa capacidad de resolver situaciones peliagudas sin la necesidad de elevar excesivamente el nivel, todo es mucho m¨¢s sencillo. As¨ª se las gasta estos d¨ªas.
¡°Es otro nivel de tenis¡±
Conseguido el desequilibrio, el murciano navega pr¨¢cticamente a placer y se desata. Va descascarillando al alem¨¢n, que cada vez se inclina m¨¢s y cada vez contrarresta menos. Ya no hay vuelta atr¨¢s para ¨¦l, negado las cinco veces que intenta encontrar el ment¨®n del adversario. En sentido inverso, abierta la v¨ªa Alcaraz no perdona: cinco mordiscos en otras tantas oportunidades. Es un ejercicio perfecto en la contenci¨®n y la definici¨®n. Expone el muestrario y se gusta. Lo disfruta Nueva York. ¡°Es otro nivel de tenis¡±, incide Juergen. ¡°Tal vez la pr¨®xima vez¡¡±, agrega con un tono de incredulidad. A su jugador ¡ª26 a?os y 12? del mundo¡ª todav¨ªa le queda un largu¨ªsimo recorrido para poder rebatir con garant¨ªas al vencedor, implacable desde todos los ¨¢ngulos. Una tuneladora en Queens. Se dec¨ªa, se insist¨ªa y se repite: se busca oposici¨®n.
A quarterfinal VAMOS from Carlos! pic.twitter.com/fDwNituPaj
— US Open Tennis (@usopen) September 7, 2023
Se dosifica en la recta final, consciente de que no debe desperdiciar energ¨ªa. Es suficiente. Compacto e intimidatorio, m¨¢s y m¨¢s reforzado, conforme crece el desnivel de las rampas la sensaci¨®n de que alguien pueda cortarle el vuelo es m¨¢s reducida. Sencillamente, su calidad es superior. ¡°?Djokovic, tal vez?¡±. ¡°No. As¨ª no lo para nadie¡±.
Dos dentelladas m¨¢s, y el murciano ser¨ªa campe¨®n otra vez. Sigue ganando volumen su candidatura a enlazar un segundo t¨ªtulo, algo que no sucede desde que lo consiguiera el suizo Roger Federer en 2008. Las mentes viajan inconscientemente hacia el pulso definitivo del domingo, como si el guion del torneo estuviera escrito de antemano y el resto fuera tan solo teatrillo, pero antes les queda trabajo. A Djokovic le espera el efervescente (e imprevisible) Ben Shelton, el ¨²ltimo ca?onero norteamericano, y a ¨¦l le corresponde otro baile con Medvedev, que en el ¨²nico enfrentamiento sobre pista dura, este a?o en la final de Indian Wells, tan solo pudo rescatar cinco juegos. ¡°Es incre¨ªble, su talento es incomparable¡±, expon¨ªa el ruso. Y el tiempo sigue d¨¢ndole la raz¨®n. Como a Juergen.
ZVEREV: ¡°EL RESTO TENEMOS QUE ESPABILAR¡±
Carlos Alcaraz atendió a los periodistas cuando el reloj ya superaba la una de la madrugada. El murciano volvió a expresar su satisfacción por el rendimiento ofrecido y abordará a Medvedev con la confianza por las nubes.
“Estoy a mi mejor nivel aquí. El año pasado fue muy duro, jugando cuatro y cinco sets en las últimas rondas... Pero ahora me siento muy bien físicamente, y mentalmente fuerte. Estoy preparado para tener una gran batalla contra Medvedev”, indicó el de El Palmar, quien valoró su determinación a la hora de irse a la red: 28 aciertos en 35 aproximaciones.
Dice Alcaraz haber madurado mucho de un año aquí, que se siente otra persona y otro jugador, y que mantiene las rutinas de siempre a la hora de encarar los Grand Slams. “Cuando algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Sigo haciendo lo mismo antes de los partidos”, señaló. Lo que tampoco cambia es la dinámica: él y Djokovic, protagonistas absolutos del torneo. “Sería fantástico jugar contra él, pero los dos tenemos una durísima semifinal”, recordó.
Poco antes, Zverev apuntaba que había sufrido un percance muscular que lo mermó, y que el español y el serbio están varios escalones por encima de los demás. “Jugué contra Novak en Cincinnati y contra Carlos aquí, y creo que ambos están en un nivel de juego similar; hay algunas cosas que hace mejor Novak y otras que hace mejor Carlos, pero se encuentran en un nivel superior a los demás. Tenemos que espabilar para llegar ahí”, zanjó el alemán.
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