Djokovic se redime en su para¨ªso e iguala los 22 grandes de Nadal
El serbio redondea contra Tsitsipas (6-3, 7-6(4) y 7-6(5) un torneo impecable y logra su d¨¦cimo t¨ªtulo en Melbourne, que le devuelve tambi¨¦n el n¨²mero uno del circuito
Dedo a la sien, despu¨¦s al coraz¨®n y luego hacia la zona genital. La redenci¨®n llega a l¨¢grima viva y con un aullido. ¡°?No-le, No-le, No-le!¡±, brama la central de Melbourne, donde Novak Djokovic reduce a Stefanos Tsitsipas bajo los focos (6-3, 7-6(4) y 7-6(5), tras 2h 56m) y cierra un paseo militar de dos semanas. Un set ha cedido en todo el torneo, cuando renqueaba del muslo izquierdo, y el griego no representa obst¨¢culo mayor en un desenlace escrito sobre base cient¨ªfica: la f¨®rmula Djokovic-Australia-cemento es sin¨®nimo de exactitud, y sit¨²a al serbio este domingo en el punto preciso que pretend¨ªa. Con su d¨¦cima coronaci¨®n en el major oce¨¢nico, 22? grande, iguala en la cima de la historia a Rafael Nadal ¨Ctambi¨¦n a la alemana Steffi Graf¨C y recupera el mando del circuito, desbancando al murciano Carlos Alcaraz.
De vuelta tras el medi¨¢tico circo de hace un a?o, Djokovic, de 35 a?os, celebra en su guarida australiana bajo el lema del joven espa?ol (¡°cabeza, coraz¨®n y coj¡¡±). Son 28 victorias consecutivas en esta pista, imbatido desde 2018; probablemente, ninguna tan pretendida como esta ¨²ltima, formidable de principio a fin y con un aderezo especial. Hunde la cabeza en la toalla durante un largo minuto y llora. Se libera. Su memoria viaja hacia atr¨¢s y recuerda emocionado esos d¨ªas malos.
¡°Serbia y Grecia son dos pa¨ªses peque?os. A los ni?os que hayan visto este partido, seguid so?ando; so?ad a lo grande, no dej¨¦is que nadie os impida seguir so?ando. No importa de d¨®nde vengas, cuantos m¨¢s retos tengas, m¨¢s fuerte ser¨¢s¡±, dice el tercer campe¨®n m¨¢s veterano del torneo tras Ken Rosewall (37) y Roger Federer (36). ¡°A veces saco lo peor de mi car¨¢cter, dentro y fuera de la pista, as¨ª que agradezco vuestra paciencia. Solo ellos saben por lo que hemos pasado en las cuatro o cinco ¨²ltimas semanas¡±, se dirige Nole a sus familiares y su equipo. ¡°Ha sido uno de los Grand Slams m¨¢s complicados que he jugado, teniendo en cuenta todas las circunstancias. Agradezco a todas las personas que me han hecho sentirme c¨®modo aqu¨ª, en Australia. Es la victoria m¨¢s importante de mi vida¡±, completa en el ep¨ªlogo, despu¨¦s de otra de esas demostraciones de fuerza tan caracter¨ªsticas y tan perfectas.
Djokovic env¨ªa un mensaje nada m¨¢s saltar a la pista, despojado por primera vez desde que comenzara el torneo del vendaje compresor que envolv¨ªa hasta ahora su muslo izquierdo. Pisa el serbio firme, fuerte, rotundo, vini¨¦ndole a decir al griego que est¨¢ bien y que aqu¨ª se va a jugar a lo que ¨¦l quiere; esto es, a un ritmo devastador, metr¨®nomo en mano, tic-tac, tic-tac, de un lado a otro sin parar hasta la asfixia. Cadencia y m¨¢s cadencia, en modo centrifugado. Replica Tsitsipas de t¨² a t¨², pero ese traqueteo tan infernal le deja sin aire conforme el intercambio se endurece y va cediendo terreno, demasiadas concesiones con el rev¨¦s. Por ah¨ª, Nole encuentra una mina e incide una y otra vez con el suyo, una catana que define el primer parcial.
Lo cierra el de Belgrado en 36 minutos, implacable, concediendo ¨²nicamente un punto con sus primeros servicios y cuatro con los segundos. No est¨¢ fino Tsitsipas con el suyo y la fuga le penaliza. Efectivamente, se est¨¢ jugando a lo que quiere Djokovic, guion plano y rectil¨ªneo, intercambios anestesiados e intenci¨®n en cada pelotazo; para ¨¦l, no hay bola de transici¨®n, todas y cada una de ellas forman parte de una sofisticada estrategia. Bajo ese formato, al griego no le queda otra que experimentar y lanzarse: paso al frente o definitiva ca¨ªda al vac¨ªo. As¨ª que como puede, a duras penas y con esa indiscutible calidad que atesora, intenta salir del avispero y¨¦ndose a la aventura.
15 years after his first Grand Slam triumph, it still means so much to @DjokerNole ?#AusOpen ? #AO2023 pic.twitter.com/1To4eWIJIJ
— #AusOpen (@AustralianOpen) January 29, 2023
Var¨ªa alturas, enreda alternando velocidades, angula la pelota y empieza a romper la linealidad impuesta por el serbio. Este ya no est¨¢ tan c¨®modo y se calienta. Entiende que desde un costado de la grada se hace excesivo ruido durante la acci¨®n y abronca a la juez de silla; se vuelve hacia su box y cruje a su entrenador, acostumbrado a aguantar el chaparr¨®n; interrumpe el saque y la grada (sector griego, claro) profiere un abucheo porque quiere que haya final; y cuando lo tiene todo a favor, env¨ªa un rev¨¦s al pasillo que brinda una oportunidad de oro para el rival, que se traiciona y especula. En lugar de morder, Tsitsipas contemporiza y un derechazo impresionante manda al garete su ocasi¨®n.
Tiene el ateniense todos los condimentos, pero en circunstancias terminales tiende a perder claridad. Es decir, falla cuando no debe fallar. Vuela esa primera opci¨®n y despu¨¦s, cuando ha hecho lo m¨¢s dif¨ªcil, equilibrar el 1-4 adverso en el desempate e invertir la tendencia an¨ªmica del tie-break, la pega mordida y env¨ªa un par de veces a la red desde posiciones aparentemente c¨®modas. No termina de tener fortuna, atrapado adem¨¢s entre dos corrientes: los gigantes que iban por delante ¨Ca los tres ha vencido, dos veces a cada uno¨C y la nueva hornada que viene por detr¨¢s, estr¨¦s a?adido los Alcaraz, Sinner y compa?¨ªa. Su rev¨¦s a una mano es una delicia, pero mentalmente persigue un salto que no termina de encontrar. Choca y choca contra el muro. No le falta fe ni ambici¨®n, ni mucho menos tenis. Una vez m¨¢s, sin embargo, el duelo, est¨¢ en la raqueta cortante de Djokovic. No quiere el de Belgrado mayor debate.
En la grada, la ascendencia serbia prevalece y la griega asoma un par de veces, esos dos momentos en los que su chico ha perdido los trenes. Es la fiesta de Nole, ?ajde Nole!, gritan sus paisanos al amo y se?or de Australia, custodia compartida de la historia con Nadal y de nuevo, en lo m¨¢s alto del circuito; 374 semanas ya. Otra vez en el ¨¢tico, abre este 2023 intimidando, marcando territorio ¨Cpleno de victorias (12) y de t¨ªtulos (dos de dos)¨C y planteando un inquietante horizonte para el resto, que vuelve a contemplarlo como el adversario a batir. Lo quiere y lo tiene todo el serbio, eternamente insatisfecho, voraz y jer¨¢rquico. Tambi¨¦n redimido. Ten¨ªa una cuenta pendiente en las Ant¨ªpodas y la salda a lo grande, infalible, a su manera. Como en los viejos tiempos, Djokovic triunfa en Melbourne. Por aplastamiento.
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