Carlos Alcaraz, rumbo a la perfecci¨®n
El espa?ol, citado con Arnaldi en los octavos de Nueva York, crece en la interpretaci¨®n de los momentos y gana efectividad sin perder su esencia
Se rasca la cabeza Carlos Alcaraz, quien sopesa: ?Me dejo llevar o hago lo que se debe hacer? Es el instinto contra la necesidad, la naturaleza de su tenis frente a lo que demanda la ocasi¨®n. Su deseo de jugar para la gente. En su imponente ascensi¨®n hacia no se sabe d¨®nde, porque no se advierten l¨ªmites ni irrumpen adversarios a la altura, a excepci¨®n del veterano Novak Djokovic, el murciano ¨Ccitado con Matteo Arnaldi en los octavos; hacia las 20.00, Movistar¨C va resolviendo poco a poco el dilema que le rodea desde que era un cadete. Asegurar o divertir, esa es la cuesti¨®n. O era, m¨¢s bien, porque su proceso de maduraci¨®n se acelera y progresivamente va desapareciendo el dilema y perfil¨¢ndose un competidor cada vez m¨¢s pulcro e incisivo, incre¨ªblemente dotado pese a su edad. A sus 20 a?os, Carlitos no est¨¢ demasiado lejos de la perfecci¨®n.
Coinciden los expertos al un¨ªsono. Subraya el sueco Mats Wilander en unas declaraciones recogidas por Eurosport. ¡°Es muy joven, pero le ves ah¨ª relajado, cantando y ri¨¦ndose, sin mangas. Es muy valiente. Nunca he visto un jugador as¨ª. Estoy seguro de que est¨¢ pensando en que le quedan 12, 13, 14 o 15 a?os en esto y que va a ganar mucho. Creo que tiene una actitud muy madura, al igual que su juego. Puede hacer de todo. Es un luchador, tan luchador como los tres grandes [Federer, Nadal y Djokovic]. Nunca he visto a alguien as¨ª, e incluyo a estos tres. En esta etapa de su carrera, est¨¢ a otro nivel¡±, le elogia el n¨®rdico, ganador de siete grandes y casi siempre certero en los an¨¢lisis.
El duelo del s¨¢bado con Daniel Evans fue revelador. Cuando iba dos sets arriba y parec¨ªa tenerlo todo bajo control, Alcaraz cay¨® en la trampa del ingl¨¦s y se enred¨®; cedi¨® a la tentaci¨®n de entrar en un cuerpo a cuerpo m¨¢s propio de una exhibici¨®n que de un encuentro oficial, pero cuando el brit¨¢nico amenazaba con meterle el miedo en el cuerpo, cort¨® de ra¨ªz su rebeld¨ªa y le redujo a manotazos.
¡°Siempre quiero ganar, pero a la vez hacer cosas y divertir a la gente para que vean mis partidos. A veces me pregunto si es m¨¢s importante ganar o hacer cosas fant¨¢sticas, pero obviamente es lo primero. Eso s¨ª, me lo pregunto¡¡±, expon¨ªa ante los periodistas; ¡°creo que soy un jugador distinto respecto al a?o pasado, m¨¢s maduro. Hasta entonces nunca hab¨ªa jugado unas semifinales de un Grand Slam, pero ahora ya he jugado varias y tengo dos [grandes] t¨ªtulos, as¨ª que s¨¦ manejar diferentes situaciones, ciertas rondas¡±.
Respetar la gen¨¦tica
D¨ªa tras d¨ªas, Alcaraz va adquiriendo la forma que pretend¨ªa Juan Carlos Ferrero. El t¨¦cnico que le moldea desde que el chico ten¨ªa 15 a?os observa y asiente, sorprendido incluso de una evoluci¨®n m¨¢s r¨¢pida de la esperada. Ha incidido siempre el preparador en la b¨²squeda de un equilibrio ideal entre el compendio de facultades de su jugador y la efectividad, entre evitar desv¨ªos innecesarios y que el murciano conserve toda la esencia de su tenis; esto es, la osad¨ªa, la espectacularidad y los chispazos que levantan al aficionado de la silla.
¡°Se trata de respetar la gen¨¦tica de su juego, su ADN. Ser¨ªa un error limitarle. Pero tambi¨¦n es necesario que entienda determinadas situaciones y que aprenda a interpretar bien los partidos, a que a veces toca jugar a lo grande, por supuesto, y en otras a lo mejor es preferible medir un poco m¨¢s para cerrarlos¡±, suelen transmitir desde su equipo.
De alguna forma, Alcaraz quiere encaminarse hacia el modelo Federer, diversi¨®n y eficacia a dosis iguales, y no perder colmillo competitivo. No son pocos los que han quedado como tenistas espumosos, muy vistosos y entretenidos para el espectador, pero con una proyecci¨®n profesional que no se correspond¨ªa con su calidad. Evidentemente, no es su caso. Hoy por hoy, su apetito es la mejor garant¨ªa y repite una y otra vez que su objetivo no es solo terminar code¨¢ndose con los m¨¢s grandes, sino superarles. Dimension¨¢ndose a una velocidad inusitada, seg¨²n los especialistas, el espa?ol propone un todo pese a su juventud.
¡°Siempre siento que puedo hacerlo mejor, pero estoy contento con mi rendimiento¡±, declara el tenista, que ayer opt¨® por no ejercitarse en las instalaciones de Flushing Meadows y prefiri¨® trabajar el f¨ªsico en el hotel. Este lunes le espera Arnaldi, un talentoso joven de 22 a?os que tiene poco que perder, por primera vez en unos octavos y debutante en el cuadro principal de Nueva York. De desarrollo f¨ªsico tard¨ªo, le ha costado coger vuelo. Se ha formado en el productivo laboratorio italiano ¨Cjunto a los Sinner, Mussetti y compa?¨ªa¨C y esta temporada ha empezado a dejarse ver. Es el 61? del mundo, mide 1,85 y es un diestro de rev¨¦s a dos manos.
¡°Cuando vi el cuadro, mi principal objetivo era jugar contra Alcaraz¡±, expone el de San Remo, mientras el campe¨®n del curso pasado afronta otra prueba m¨¢s. Tras chocar con tres adversarios bregados, hoy se enfrenta a lo desconocido en busca de otro paso hacia adelante en el torneo. El tiempo y los hechos siguen esculpiendo al campe¨®n ideal.
UN A?O, UNA SOLA DERROTA EN LOS GRANDES
Una y otra vez, Alcaraz obliga a la revisión de los libros de historia. Tras la victoria frente a Evans, estos dicen que él y Arthur Ashe –el icónico tenista que da nombre a la central de Nueva York– son los dos únicos jugadores que han ganado 14 de sus 15 primeros partidos en el torneo estadounidense desde que naciera la Era Abierta (1968).
Del mismo modo, el de El Palmar registra al menos 15 triunfos en los grandes por segunda temporada consecutiva y, a sus 20 años, es el más precoz en lograr esta marca. Solo los suecos Björn Borg y Mats Wilander (20 también ambos) resisten a la comparativa; el primero lo consiguió entre 1975 y 1976, y el segundo entre 1983 y 1984.
Crecido en los escenarios principales, el español ha ganado 22 de los 23 partidos que ha disputado: siete en el pasado US Open, cinco en París, otros siete en Wimbledon y los tres que acumula estos días. Únicamente Novak Djokovic (cuartos de Roland Garros) ha podido con él.
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