Alcaraz se reengancha ante el desquiciado Rublev

Es una prueba de madurez que, tras un inicio equilibrado, se decanta a favor de Carlos Alcaraz. Se juega el murciano el pescuezo en el torneo y act¨²a con inteligencia, se mueve mejor y recupera tono. Es un Alcaraz m¨¢s reconocible y consistente, que adem¨¢s lee a la perfecci¨®n la situaci¨®n: olfatea que en un momento u otro, Andrey Rublev va a estallar. Y as¨ª sucede: 7-5 y 6-2, en 1h 15m. El ruso, agitado siempre, es un saco de nervios y tensi¨®n, pura zozobra, as¨ª que el espa?ol termina abriendo la caja de los truenos a base de linealidad y buen hacer. Es lo que toca, ya volver¨¢ la fantas¨ªa; esta vez, se impon¨ªa sortear al abismo como fuera y logrado el objetivo, el n¨²mero dos respira profundo y enfoca con optimismo la decisiva cita del viernes contra Daniil Medvedev. El duelo venidero, definitivo porque cierra la fase de grupos, decidir¨¢ si contin¨²a o no este primer viaje entre los maestros. Si gana al de Mosc¨² (ya sea en dos o tres sets) se clasificar¨¢, e incluso perdiendo tendr¨ªa posibilidades, ya que una victoria de Rublev (ya eliminado) le beneficiar¨ªa.

Contra las cuerdas despu¨¦s de haber perdido en el estreno del lunes contra Alexander Zverev, Alcaraz ofrece entereza y aplomo. No es un escenario sencillo, dado que los vientos de las ¨²ltimas fechas no soplan a su favor y una derrota en este formato pesa lo suyo. No hay margen de error, pero a la vez brinda la opci¨®n de rectificar y el de El Palmar se agarra con fuerza al clavo ardiendo en este mi¨¦rcoles en el que las cabezas priman sobre el tenis. Transcurre el primer set sobre el alambre e interpreta el murciano con astucia. Ve enfrente el rostro enrojecido de Rublev y sabe que en un instante u otro va a estallar. Lo del ruso no tiene demasiada explicaci¨®n, porque la escena es m¨¢s que recurrente: es Rublev contra Rublev, un magn¨ªfico jugador que de seguir por los mismos derroteros, chocar¨¢ una y otra vez contra el mismo muro. De momento, no hay remedio. No hay quien le contenga.

¡°?Tranquilo, Andrey, tranquilo!¡±, le gritan desde su banquillo. A su t¨¦cnico, Fernando Vicente, le sudan las manos porque sabe que m¨¢s pronto que tarde, el tenista, 26 a?os por los 20 de Alcaraz, va a irse del partido. Se invierten las edades. ¡°?T¨®mate tu tiempo!¡±, le recomienda su agente, Galo Blanco. Salva el primer instante de conflicto con un ace, pero cada vez que va a servir, por esa mente pasan demasiados sentimientos contrapuestos. Tira la bola arriba, pero amaga. As¨ª varias veces. El fuego va expandi¨¦ndose por ese interior indescifrable. As¨ª que la grada del Pala Alpitour emite un runr¨²n y sospecha, como el rival, que tarde o temprano va a suceder. Es la cr¨®nica de una dimisi¨®n. Concedido el primer break, 6-5, el moscovita estrella la raqueta contra el suelo y a continuaci¨®n, se castiga con violencia las rodillas a base de golpes. Son seis, y brota la sangre. La escena roza lo tragic¨®mico, lo tarantiniano, si no fuera porque el chico lo pasa verdaderamente mal.

Ven¨ªa jugando muy bien Rublev, de haber firmado la final de Shangh¨¢i y las semifinales de Viena y Bercy a lo largo del ¨²ltimo mes. Sin embargo, el salto no llega. Y, de continuar as¨ª, el retroceso ser¨¢ irremediable. Acaba el duelo en cuanto se define el primer set, porque el proceso autodestructivo contin¨²a y al otro lado de la red, Alcaraz se desenvuelve met¨®dico y con la actitud ideal. Frente a la tempestad, paso firme y no mirar atr¨¢s. ¡°Ha sido un partido totalmente diferente, he ofrecido un nivel totalmente distinto. Ayer entren¨¦ muy bien y estoy contento de haber jugado bien de la primera a la ¨²ltima bola¡±, valora a pie de pista, con una victoria maestra ya en el expediente y ahora, con opciones de progresar hacia las semifinales. ¡°La clave ser¨¢ hacer un partido t¨¢cticamente perfecto. Debo ser paciente y a la vez agresivo, un mix¡±, se refiere al pulso del viernes (14.30, Movistar+) con Medvedev, ya clasificado gracias al triunfo nocturno contra Zverev (7-6(7) y 6-4, en 1h 45m).

Se reengancha Alcaraz a este Masters y hablan los n¨²meros. Su tenis ha recuperado temperatura y, aunque admite un par de giros de tuerca, ofrece indicios esperanzadores. Su golpeo con el drive, esencial, ha aumentado 10 kil¨®metros por hora (127-117) respecto a la primera intervenci¨®n en el torneo, en la que estuvo a merced de Zverev la mayor parte del tiempo. Esto es otra cosa. Con m¨¢s pegada y una propuesta m¨¢s compensada ¨C21 golpes ganadores por solo 11 errores¨C, apenas ha regalado puntos con el primer servicio (94%) y no ha brindado una sola opci¨®n de rotura al ruso, que gru?e constantemente y lamenta a grito pelado: ?Nooooo! desgarradora esa voz. Con dos derrotas y sin ara?ar un solo set, est¨¢ virtualmente eliminado. En sentido opuesto, el espa?ol aprieta el pu?o orgulloso y recarga el dep¨®sito an¨ªmico porque, como suele decirse, esto es tenis, y en un intervalo m¨ªnimo de tiempo todo puede cambiar mucho. Tanto como que Alcaraz sigue en pie, y le ha cambiado la cara. Depende de ¨¦l.

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