Tsitsipas, el ¨²ltimo dominador de Montecarlo
El griego, impecable, pilota con determinaci¨®n la final ante el noruego Ruud (6-1 y 6-4, en 1h 36m) y alza su tercer t¨ªtulo en las cuatro ¨²ltimas ediciones del Principado
Ah¨ª luce otra vez Stefanos Tsitsipas, canturreando felizmente el himno de Grecia y sosteniendo el trofeo de Montecarlo en su regazo. Es el tercero que consigue, palabras mayores: 6-1 y 6-4 a Casper Ruud, en 1h 36m. En medio de la amalgama de paisajes que ofrecen los Masters 1000, el del Principado es uno de los m¨¢s reconocibles y prestigiosos, testigo del paso de fen¨®menos como el rumano Ilie Nastase o el sueco Bj?rn Borg, o de consumados especialistas de la tierra batida como el austriaco Tomas Muster. Se une ahora a ellos el griego, tambi¨¦n autor de un triplete, superado ¨²nicamente por la es...
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Ah¨ª luce otra vez Stefanos Tsitsipas, canturreando felizmente el himno de Grecia y sosteniendo el trofeo de Montecarlo en su regazo. Es el tercero que consigue, palabras mayores: 6-1 y 6-4 a Casper Ruud, en 1h 36m. En medio de la amalgama de paisajes que ofrecen los Masters 1000, el del Principado es uno de los m¨¢s reconocibles y prestigiosos, testigo del paso de fen¨®menos como el rumano Ilie Nastase o el sueco Bj?rn Borg, o de consumados especialistas de la tierra batida como el austriaco Tomas Muster. Se une ahora a ellos el griego, tambi¨¦n autor de un triplete, superado ¨²nicamente por la estratosf¨¦rica cifra alcanzada por Rafael Nadal, once veces campe¨®n. ?l es, pues, el ¨²ltimo dominador de un escenario que ya ha ofrecido las primeras pistas del curso sobre arcilla, una insinuaci¨®n de lo que puede venir el pr¨®ximo mes y medio: si no hay deslices, ah¨ª estar¨¢ ¨¦l, repuesto despu¨¦s de varios meses dando rodeos, del mismo modo que lo estar¨¢n Novak Djokovic ¡ªapeado el d¨ªa previo por Ruud¡ª o el propio n¨®rdico, al que se le resiste el ¨²ltimo pelda?o.
No hacen justicia los resultados al creciente desempe?o del noruego, que progresa, se reformula ¡ªterr¨ªcola de raza, pero considerable competidor tambi¨¦n en r¨¢pida¡ª y aspira una y otra vez, sin obtener recompensa. No tiene demasiada fortuna, dicho sea de paso. En Miami (2022) se top¨® con la explosi¨®n de Carlos Alcaraz, en Roland Garros (2022 y 2023) con la inmensidad de Nadal y Djokovic, y en el episodio definitivo de la Copa de Maestros de 2022 con la aureola ganadora del serbio. Esta vez, la presencia de Tsitsipas al otro lado de la red parec¨ªa ofrecerle un punto m¨¢s de esperanza, pero a la hora de la verdad, el griego cort¨® por lo sano. Un arranque furibundo y una resoluci¨®n sin dudas, repeliendo cualquier tentativa del rival ¡ªocho opciones de rotura abortadas¡ª y cerrando como se debe cerrar: tiro limpio, paralelo, ganador; inalcanzable para el otro finalista, que agacha la cabeza y acepta, a la espera de seguir intent¨¢ndolo en las pr¨®ximas estaciones. Llegar¨¢, llegar¨¢, piensa el creyente Ruud. No por ahora. Pero no desistir¨¢, eso seguro.
No hubo demasiada discusi¨®n en este ep¨ªlogo monegasco, dominado de principio a fin por el campe¨®n. Incontestable en la primera manga, en la que ofreci¨® lo mejor de su repertorio ¡ªgracilidad en el movimiento, profundidad en el abordaje, estrategia en el plano t¨¢ctico y remate en la finalizaci¨®n de los puntos¡ª, Tsitsipas solo encontr¨® resistencia mediada la segunda. Entonces s¨ª, Ruud le exigi¨® con decisi¨®n, pero a cada intentona replic¨® el griego con determinaci¨®n, consciente de que la victoria pod¨ªa resituarle de nuevo en el buen camino ¡ªregresar¨¢ al top-10 este lunes, tras haberlo abandonado despu¨¦s de cinco a?os de estancia ininterrumpida¡ª y de que el momento m¨¢s oportuno para levantarse tal vez sea este. Aunque su tenis tiene doble capa y puede desenvolverse tan bien en cemento como en tierra, sus momentos m¨¢s felices se han producido en la pista del Principado, donde ya es un dominador al nivel de los Nastase (1971 a 1973), Borg (1977, 1979 y 1980) o Muster (1992, 1995 y 1996).
En 2021 rindi¨® en la final a Andrey Rublev, al a?o siguiente se inclin¨® el malague?o Alejandro Davidovich y ahora se encumbra otra vez al redondear una semana magn¨ªfica. Ape¨® por el camino a tenistas de envergadura como Zverev, Khachanov, Sinner o el acad¨¦mico Ruud, quien el d¨ªa previo hab¨ªa liquidado a Djokovic. Sell¨® el duelo con 30 golpes ganadores y 29 aproximaciones a la red ¡ªcon una eficiencia del 72%¡ª, lo cual dice mucho de su apetito. Ten¨ªa el plan muy claro. ¡°Fate favors fearless (el destino favorece a los valientes)¡±, estamp¨® en la lente de la c¨¢mara, saboreando ya su primer t¨ªtulo del curso ¡ªund¨¦cimo de su expediente, tercer mil¡ª y cerrando la sequ¨ªa que arrastraba desde agosto, cuando venci¨® en Los Cabos. Dif¨ªcil de descifrar, pero de innegable calidad, Tsitsipas recupera parte del terreno perdido; este lunes escalar¨¢ del duod¨¦cimo al s¨¦ptimo puesto de la lista mundial, y se destapa en una de sus fases predilectas de la temporada. La primera cita sobre tierra lleva su nombre y presenta as¨ª sus credenciales de cara a lo que se avecina: Barcelona, Madrid, Roma y Roland Garros. Cuenten con ¨¦l.
100 VICTORIAS SOBRE ARCILLA
La victoria frente a Ruud no fue una más para Tsitsipas. De hecho, fue la número 100 que logra sobre arcilla. Ambos son los dos grandes dominadores de la superficie en los últimos años y, haciendo un repaso a lo acontecido desde 2020, destacan sus números: el noruego es el que más triunfos ha firmado desde entonces (98), por delante del griego (74).
“Necesitaba una semana así”, se sinceró el campeón, “sobre todo después de todos estos meses difíciles desde mediados del año pasado. No ha sido mi mejor época, así que ganar un torneo de estas características no era lo esperado, pero ha llegado de forma natural”. Cuestionado sobre el valor de este tercer éxito en Montecarlo, el protagonista afirmó que incluso es superior al de los dos previos, en gran medida por haber superado a Sinner.
“Sortear ese obstáculo es una señal de que mi tenis está progresando y que soy capaz de ganar a estos jugadores”, señaló, antes de asegurar que jugar el dobles de los Juegos de París es uno de sus grandes objetivos este año, y que vislumbra un regreso a gran nivel de Nadal: “Es capaz de ajustar rápidamente su tenis a la tierra batida. No me sorprendería verle en la final de Barcelona. Estoy seguro de que sabe jugar puntos y prevalecer economizando más que antes”.
Ruud, por su parte, no pierde la fe. Los 10 títulos que posee corresponden a la categoría de 250 —la cuarta, por detrás de los Grand Slams, los Masters 1000 y los 500—, pero confía en obtener alguno de mayor importancia esta campaña.
“Mi inicio no fue bueno, estaba a la defensiva todo el rato. Los dos preferimos nuestra derecha al revés, pero él ha jugado con mucho peso también por ese lado. Lo ha pasado mal, pero ahora está de vuelta”, indicó. “Creo que en los seis últimos meses he dado varios pasos hacia delante, en la dirección correcta, tanto a nivel de tenis como de físico. Este año siento que estoy jugando mucho más suelto, sin mucho que perder”, zanjó el nórdico, que este lunes ascenderá del décimo al sexto peldaño de la ATP.
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