Rublev, en busca de la paz que nunca llega
El ruso, citado en la final de Madrid con el canadiense Auger-Aliassime, lucha contra su tendencia volc¨¢nica para dar, por fin, el salto competitivo que se le resiste
Andrey, se dice y se sabe entre bastidores, es un tipo peculiar; un peque?o diablillo, se advert¨ªa ya entonces, en aquella ya lejana serie que disput¨® Espa?a en 2015 en Vladivostok, all¨ª donde termina la ruta del Transiberiano. Entonces, 17 a?os, super¨® a Pablo And¨²jar y ya dejaba ver su calidad ten¨ªstica, pero al mismo tiempo se comentaba que el chico ten¨ªa un car¨¢cter m¨¢s bien especial. ¡°Es una bomba¡±. Dos Rublevs: uno en la pista, otro completamente distinto fuera de ella.
Ha pasado casi una d¨¦cada y el ruso es hoy, gracias a sus soberbias facultades y su potencia en el tiro, uno de los mejores jugadores del planeta, como se intu¨ªa. Sin embargo, todav¨ªa sigue por esa senda volc¨¢nica que le conduce con demasiada facilidad a salirse de sus casillas. En su expediente luce la nada desde?able cifra de 15 t¨ªtulos, pero la conquista de mayor relevancia es la que logr¨® el curso pasado en la arcilla de Montecarlo. Tras dos intentos frustrados, all¨ª elev¨® su primer Masters 1000, y ahora est¨¢ a un solo pelda?o de atrapar el segundo; todo depender¨¢, en gran medida, de su capacidad para mantener el temple y del autocontrol durante el duelo (18.30, Teledeporte y Movistar+) con el canadiense Felix Auger Aliassime.
Todav¨ªa resuena el insulto de Dub¨¢i, que le cost¨® a finales de marzo la descalificaci¨®n del torneo por conducta antideportiva. ¡°?Jodido idiota!¡±, profiri¨®. ?l argument¨® que no iba dirigido al juez de l¨ªnea, sino a s¨ª mismo, pero la decisi¨®n fue contundente: adem¨¢s de la eliminaci¨®n autom¨¢tica, inicialmente perdi¨® todos los puntos que hab¨ªa conseguido esa semana y tambi¨¦n la recompensa econ¨®mica, que ascend¨ªa a m¨¢s de 150.000 d¨®lares (unos 140.000 euros); despu¨¦s, la ATP rectific¨® al considerar que el castigo hab¨ªa sido ¡°desproporcionado¡±. En cualquier caso, el episodio contribuy¨® a reforzar la idea de que el ruso est¨¢ todav¨ªa lejos de saber gestionar determinadas reacciones.
Es habitual verle escupir sapos y culebras, e impact¨® la escena de noviembre durante la ¨²ltima Copa de Maestros, cuando envi¨® una bola al pasillo mientras compet¨ªa contra Carlos Alcaraz y comenz¨® a darse raquetazos sobre la pierna izquierda; fueron seis, con violencia. Tuvo que ser atendido en la propia pista porque empez¨® a sangrar.
Psicolog¨ªa, ejercicios e informes
¡°Tuve muchas advertencias en la vida que me mostraron que necesito estar m¨¢s calmado, no solo la de Dub¨¢i. Estuve muchas veces cerca de hacer algo malo, aunque tuve la suerte de que todo saliera bien. Ya he tenido muchas advertencias para estar m¨¢s tranquilo. Me gustar¨ªa pensar que estoy mejorando, pero no por esas advertencias; me gustar¨ªa creer que soy yo el que est¨¢ mejorando¡±, sostiene Rublev, de 26 a?os y asesorado desde el banquillo por el castellonense Fernando Vicente y el barcelon¨¦s Beto Mart¨ªn. Este ¨²ltimo, extenista y licenciado en Psicolog¨ªa, se incorpor¨® a su equipo hace a?o y medio con el objetivo de atemperar esos arranques de ira tan frecuentes, los remolinos de nervios e intentar rebajar las franjas de estr¨¦s que achaca en los partidos. Para lograrlo, mucho trabajo diario y una serie de ejercicios reflejados en los informes que llegan a manos del jugador para que detecte los instantes cr¨ªticos.
¡°Todo el mundo tiene sus miedos, en la vida y el deporte. Cuando algo es tan importante para ti es normal estar nervioso¡±, contestaba a su llegada a la Caja M¨¢gica, donde aterriz¨® inmerso en una crisis de resultados, despu¨¦s de tres eliminaciones en la primera ronda (Miami, Montecarlo y Barcelona) y otra en la segunda (Indian Wells). ?Y qu¨¦ se siente cuando uno lleva tanto tiempo sin ganar? ¡°No es f¨¢cil, pero supongo que eso es lo bueno del tenis, que una semana puede cambiarlo todo; si haces una semana genial, no importa que hayas estado perdiendo antes¡±, expone. Y, en funci¨®n de c¨®mo se mire, no le falta raz¨®n. Tras dos meses sin ganar un partido, luce ahora en la final de Madrid, en la que desembarca como favorito.
Enfrente estar¨¢ Auger-Aliassime, fresco como una lechuga. El canadiense, de 23 a?os, tiene a tiro la opci¨®n de alzar su primer mil sin haberse desgastado a lo largo del trazado de estos d¨ªas y asiste con ganas de resarcirse. Las lesiones de Jakub Mensik (a los 36 minutos), Jannik Sinner (no salt¨® a la pista) y Jiri Lehecka (33 minutos de juego) le beneficiaron hacia la resoluci¨®n de este domingo, convertida en una inc¨®gnita: la l¨®gica dice que la din¨¢mica de Rublev ¡ªsuperior a Bagnis, Davidovich, Griekspoor, Alcaraz y Fritz¡ª deber¨ªa prevalecer sobre la del norteamericano, poco rodado y de capa ca¨ªda en los ¨²ltimos tiempos, pero al mismo tiempo, el potencial de Aliassime puede derribar puntualmente a cualquiera y si el duelo deriva hacia el terreno de lo psicol¨®gico no se debe descartar tampoco una desconexi¨®n del ruso, tenista inflamable donde los haya.
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