Hurkacz despide a Nadal de Roma
La artiller¨ªa del polaco, noveno del mundo, cierra toda puerta al espa?ol, que dice adi¨®s al Foro It¨¢lico (6-1 y 6-3, en 1h 33m) y se inclina hacia jugar Roland Garros
Se marcha Rafael Nadal mosqueado, y no porque no lo haya intentado. Se va rendido por Hubert Hurkacz (6-1 y 6-3, en 1h 33m) y dolido porque su tenis de hoy llega hasta donde llega; no hasta donde le gustar¨ªa. Son casi 38 a?os, pero el orgullo del campe¨®n sigue ah¨ª, intacto. Como anticipaba dos d¨ªas antes, tras la primera aparici¨®n en Roma, la prueba ha sido satisfactoria en t¨¦rminos f¨ªsicos ¡ª...
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Se marcha Rafael Nadal mosqueado, y no porque no lo haya intentado. Se va rendido por Hubert Hurkacz (6-1 y 6-3, en 1h 33m) y dolido porque su tenis de hoy llega hasta donde llega; no hasta donde le gustar¨ªa. Son casi 38 a?os, pero el orgullo del campe¨®n sigue ah¨ª, intacto. Como anticipaba dos d¨ªas antes, tras la primera aparici¨®n en Roma, la prueba ha sido satisfactoria en t¨¦rminos f¨ªsicos ¡ªfuerza en medio de una prueba de alta envergadura, y el cuerpo aguanta¡ª, pero el nivel ofrecido no le ha alcanzado para poner contra las cuerdas al rival, tenista de perfil elevado ¡ªdos Masters 1000 en el curr¨ªculo, el mismo que despidi¨® (sin saberlo) a Roger Federer con un 6-0 en Wimbledon¡ª e incontestable en este cruce de mediod¨ªa que sella su c¨ªrculo en el Foro It¨¢lico, con 10 trofeos y 70 victorias a las espaldas. Casi nada. Cierra Nadal otra carpeta y enfoca ahora hacia Roland Garros, ya sin margen para m¨¢s experimentos que los que puedan concederle la ¨²ltima r¨¢faga de entrenamientos. El grande franc¨¦s queda a dos semanas vista, a partir del d¨ªa 26.
Que la de Hurkacz (de 27 a?os y noveno del mundo) iba a ser una prueba mayor se intu¨ªa de antemano, pero el inicio de partido lo deja meridianamente claro. Nadal merodea el break durante 14 minutos, pero el polaco salva el primer turno de servicio con cinco opciones abortadas; a continuaci¨®n, a la inversa, es el espa?ol el que repele y resiste durante 11, al sortear las dos posibilidades del rival y salir airoso de una situaci¨®n que poco a poco va destap¨¢ndose como enga?osa, porque Hurkacz ¡ªpicos de 233 km/h al saque¡ª empieza a sentirse superior y la acci¨®n va abriendo progresivamente una brecha. La confianza de uno alimenta las dudas del otro, y una vez registrada la primera rotura, para 3-1, el adversario va haci¨¦ndose m¨¢s y m¨¢s fuerte. Impensable en otros tiempos y otras circunstancias, el mallorqu¨ªn es hoy d¨ªa un competidor vulnerable que sigue rebel¨¢ndose. Sabia es, sin embargo, la madre naturaleza.
Nadal imprime fuerza ¡ªel promedio de su derecha asciende de manera significativa, de 121 km/h en el estreno ante el belga Zizou Bergs a los 132 km/h de esta vez¡ª, pero sigue sin estar fino en la movilidad y la inseguridad en los apoyos le sit¨²a a merced del mazo de Hurkacz. El polaco exprime el servicio y no titubea, convencido de que si hay una oportunidad de hincarle el diente al mallorqu¨ªn es hoy, aqu¨ª y ahora; as¨ª que incide y pega, aplicado y firme todo el rato, mientras que la propuesta del campe¨®n de 22 grandes va agriet¨¢ndose y no llegan las soluciones, derivando la situaci¨®n en un terreno de precipitaci¨®n e impotencia que rara vez ha visitado. Llega tarde o indeciso muchas veces, y env¨ªe donde env¨ªe, ah¨ª que est¨¢ el gigant¨®n, c¨®modo en esa fase inicial al contragolpe y todav¨ªa m¨¢s cuando se hace definitivamente con el tim¨®n del partido. Se esfuman otras dos bolas de break.
A Nadal se le percibe cansado ¡ªinvirti¨® casi tres horas en resolver el debut¡ª y la gestualidad tampoco termina de acompa?ar. Se invierte con la derecha, percute bien desde ah¨ª abajo, pero le falta naturalidad en las maniobras y conforme va ampli¨¢ndose la distancia y arrecia la tormenta ¡ªnueve aces y un 83% de cosecha con primeros para el jugador de enfrente¡ª, se asoma la frustraci¨®n. Muy raro, lo de ese raquetazo en la rodilla; rar¨ªsimo, eso de verle incurrir con frecuencia en el error (20 en total). Es un Nadal humanizado, meditativo. Pensar mientras se pelotea, mala se?al. La prueba es reveladora. ?Competir? S¨ª. ?Al nivel que desea? Seguro que no. No ha sido un mal set, pero por m¨¢s vueltas que le d¨¦ a la cabeza no encuentra el modo de revertir la situaci¨®n, cada vez m¨¢s complicada. No cede Hurkacz, puro hielo, soberbio en su registro, y el transcurso del segundo parcial se traduce finalmente en una engorrosa continuaci¨®n que no ofrece vuelta de hoja: no hay remontada ni amago ni ¨¦pica. Simplemente, una comprobaci¨®n.
¡°Empec¨¦ bien, teniendo algunas oportunidades y jugando bien. Creo que el marcador del primer set miente un poco, pero en el segundo ¨¦l ha sido mucho mejor que yo. No he sido capaz de hacerle retroceder ni de generarle el suficiente da?o¡±, analiza luego en la sala de conferencias, donde procesa, interpreta y concluye que ha sido ¡°un d¨ªa duro¡± en el que al armaz¨®n psicol¨®gico le han asaltado ¡°demasiadas dudas, demasiadas preguntas en todos los sentidos, sobre diferentes cuestiones del juego...¡±. As¨ª, ¡°tocadillo¡± y entre interrogantes, consciente de que se expon¨ªa a terminar rodeado de ellos, acaba Nadal este ¨²ltimo y breve trazado romano, te¨®rica antesala del ansiado reencuentro con Par¨ªs. Aterrizar¨ªa all¨ª con ocho partidos sobre arcilla, 11 en las piernas esta temporada; siete victorias y cuatro derrotas. Toca, pues, decidir. Y percibe un doble camino, aunque reflexiona en voz alta y la bifurcaci¨®n adquiere al final un solo sentido, considerando su proceder y el ideario de siempre.
¡°Est¨¢ la opci¨®n de decir: ¡®vale, no estoy preparado, no estoy jugando lo suficientemente bien¡¯, y entonces ser¨ªa el momento de tomar la decisi¨®n de no jugar Roland Garros, o bien otra que consiste en aceptar c¨®mo estoy hoy, y trabajar de la manera adecuada para intentar estar de otra manera dentro de dos semanas. La decisi¨®n hoy no est¨¢ clara, pero si tengo que decir cual es mi sentimiento ahora mismo, voy a decir que el de estar en Roland Garros y dar lo mejor de m¨ª¡±, desliza; ¡°f¨ªsicamente tengo algunos problemas, pero probablemente todav¨ªa no los suficientes como para no jugar el evento m¨¢s importante de mi carrera. Vamos a ver qu¨¦ pasa, c¨®mo me siento mentalmente ma?ana, pasado y dentro de una semana. Si me siento preparado, voy a tratar de estar all¨ª y luchar por las cosas que he luchado los ¨²ltimos 15 a?os, aunque ahora parezca imposible¡±.
Coherente consigo mismo, y siempre a lomos del suspense, Nadal, fiel a su impronta, se encomienda a un ¨²ltimo acto de fe.
HOMENAJE... ESPONT?NEO
Al término del partido, Nadal abandonó la pista ovacionado por la grada de la central romana, pero a diferencia que lo sucedido recientemente en la Caja Mágica de Madrid, en esta ocasión no recibió ningún homenaje por parte de la organización. Según confirmó a EFE la Federación Italiana de Tenis (FITP), el tenista lo rechazó, al igual que a mediados de abril en Barcelona.
“Nunca dije que este fuera a ser mi último torneo aquí”, razonó el de Manacor. “En Madrid sí, porque ese era el caso, pero aquí no estoy seguro al cien por cien, probablemente al 98%, pero no voy a decir al cien por cien cuando no es así. Aquí la sensación es diferente, la historia es diferente, el momento es diferente. No lo sé. Honestamente, no esperaba ninguna ceremonia”, agregó.
En cualquier caso, el deportista fue agasajado por los aficionados de manera espontánea, cuando cruzó una pasarela del recinto del Foro Itálico. Entonces, rodeado por las cámaras, saludó a los centenares de personas que le vitoreaban y coreaban su nombre. Nadal, plusmarquista del torneo, triunfó en Roma en 2005, 2006, 2007, 2009, 2010, 2012, 2013, 2018, 2019 y 2020.
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