Nadal se sobrepone a la valent¨ªa de Bergs
El espa?ol logra un sufrido triunfo contra el 103? del mundo (4-6, 6-3 y 6-4, en 2h 53m) y se enfrentar¨¢ el s¨¢bado a una prueba de alto nivel ante el polaco Hurkacz
Resopla Rafael Nadal y aplaude a la salida de Zizou Bergs, uno de tantos y tantos an¨®nimos que se pierden en la nebulosa del pelot¨®n profesional. Poco o nada se sab¨ªa de ¨¦l, merecidamente ovacionado por la grada de Roma; no en vano, nunca es f¨¢cil tutear ni forzar as¨ª a una leyenda, exigida de principio a fin en el sufrido episodio de este jueves; con desenlace feliz para el espa?ol, eso s¨ª: 4-6, 6-3 y 6-4, en 2h 53m. Atr¨¢s quedaron esos d¨ªas pl¨¢cidos o las jornadas de transici¨®n; la realidad de hoy demanda apretar los dientes sin remisi¨®n. Al final, el peso de la l¨®gica se impone y el balear, de 37 a?os, rinde al belga para salvar el dificultoso estreno italiano, procur¨¢ndose una cita el s¨¢bado con el gigant¨®n Hubert Hurkacz, ca?onero de pura raza, pegador de profesi¨®n. El choque con el polaco supondr¨¢, pues, un salto de nivel. Palabras mayores el test ante el nueve del mundo.
Comentaba Nadal en Madrid, y repet¨ªa despu¨¦s en la antesala de este primer duelo en el Foro It¨¢lico de Roma, que ahora cada partido es m¨¢s impredecible de lo que sol¨ªan serlo antes; lo es para el rival, pero tambi¨¦n lo es para ¨¦l mismo. De la misma forma que no es sencillo reincorporar los automatismos t¨¦cnicos, t¨¢cticos y estrat¨¦gicos, tampoco es f¨¢cil volver a gestionar las curvas an¨ªmicas de los partidos ni las potenciales trampas que ocultan la mayor¨ªa de ellos, por mucho que el de enfrente sea un adversario novel (103? del mundo) y que apenas haya pisado la ¨¦lite. El trazado de Bergs refleja que a sus 24 a?os, el h¨¢bitat natural de su discreta carrera contin¨²an siendo los challengers y los torneos ITF ¡ªla antesala al circuito de la ATP¡ª; por tanto, tiene muy poco que perder. Est¨¢ hoy aqu¨ª para disfrutarlo.
El belga pelotea sin complejos y le pega plano y duro a la pelota, mientras Nadal va descifr¨¢ndole durante la fase inicial de tanteo. Hasta ah¨ª, todo en orden. El campe¨®n de 22 grandes logra la rotura y, aparentemente, encarrila el primer parcial; sucede, sin embargo, que empieza a tocar mal la pelota y se asoman por ah¨ª las dudas, transformadas en una serie de errores que ensucian su propuesta e invierten la din¨¢mica. Su derecha se queda corta, la bola no coge altura, pierde pista y habilita las valientes acometidas de su rival, beneficiado por los errores ¡ª16 en el primer acto¡ª y agradecido al obtener de un premio inesperado merced al desatino del espa?ol, penalizado por un env¨ªo a la malla y dos dobles faltas. Nadal est¨¢ inquieto, contrariado en el gesto; durante un rato, pierde el tim¨®n. Y esto no sol¨ªa suceder.
La ausencia de control le desestabiliza, pero encuentra una bocanada de aire fresco en una pausa propiciada por la indisposici¨®n de un espectador en lo alto de la tribuna. Entonces se dirige a su banquillo, se expresa y se libera hacia una distensi¨®n necesaria, porque aunque todav¨ªa queda mucho duelo puede desembocar en un escenario delicado que no le interesa. Sus t¨¦cnicos, Carlos Moy¨¤ y Marc L¨®pez, le tranquilizan y le sugieren que juegue largo, e inciden en que de la misma forma que los nervios est¨¢n ahora en su lado pueden trasladarse r¨¢pidamente hacia el del chaval. Sin embargo, Bergs se sostiene; no afloja y obliga en cada turno al resto, pero a la que Nadal atempera un poco su juego y afina la movilidad, m¨¢s activo de piernas y m¨¢s natural en la maniobra, termina cediendo y el desarrollo fluye m¨¢s acorde a la l¨®gica.
A partir de ah¨ª, el mallorqu¨ªn empieza a reconocerse y a encontrar cosas que persigue ¨²ltimamente. Ahora s¨ª, suelta la mano; prueba ¨¢ngulos y gana profundidad; su juego de pies recupera chispa y se lanza de manera acrob¨¢tica para la devoluci¨®n, reboz¨¢ndose; festeja con rabia el break, porque Bergs, Zizou de nombre en honor a la clase de Zidane, no se despega ni a tiros. Tiene agallas el belga. Pese a que haya cedido terreno, aprieta y empuja sin parar, sin miedo; replica con personalidad y se saca un cuadernillo para examinar qui¨¦n sabe qu¨¦, en una de las pausas; llega a disponer de un 0-40 con 3-2 y de un 0-30 con 4-3, obligando a Nadal a remar de inicio a fin, sin conceder un solo instante de tregua ni tranquilidad, enga?ando incluso con alguna pelota alta. Al final, sin embargo, el gigante se sobrepone a la exigencia y cierra con firma propia: rosca y l¨ªnea para progresar. De entrada, altibajos y abundante sudor.
¡°HE ENCONTRADO EL MODO DE GANAR¡±
Al término del pulso, todavía sobre la pista, Nadal expresó su satisfacción por haber logrado sortear un día gris, menos inspirado que en los ensayos previos de la semana.
“No ha sido mi mejor partido. Estaba entrenando mejor de lo que he jugado, sin duda”, afirmó; “pero he encontrado el modo de ganar, y eso es muy importante. He tenido subidas y bajadas, pero creo que puedo hacerlo mucho mejor, y espero hacerlo en la próxima ronda”.
En el análisis, el de Manacor hizo referencia al bajón que sufrió mediado el primer set. “Había empezado bien, con más o menos comodidad y jugando bien. Pero ahí he hecho un juego muy malo”, recalcó. “Ha habido 20 minutos de muchas dudas, no he conseguido jugar con tranquilidad. Pero ganar”, insistía, “es muy importante a día de hoy por la confianza, porque he jugado casi tres horas y me encuentro bien”.
El sábado se medirá por primera vez con Hurkacz, una torre de 1,96 que edifica su propuesta sobre el servicio. Instalado desde noviembre en el top-10, ha ganado ocho títulos, entre los que destacan los Masters 1000 de Miami (2021) y Shanghái (2023). Él y Nadal no han chocado nunca hasta ahora.
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