Frente a la adversidad, un Nadal de mente fr¨ªa: Roland Garros, por encima de todas las cosas

Busca Rafael Nadal respuestas y da con ellas. El sentido, sin embargo, no es el deseado. Desde que reapareciera a principios de enero en Brisbane, despu¨¦s de un a?o en la reserva como consecuencia de una lesi¨®n y el paso por el quir¨®fano, el tenista espa?ol ha obtenido una evidencia: quiere pero, de momento, no puede. No al nivel que pretende. ¡°Con gran tristeza, tengo que retirarme de Indian Wells [primer Masters 1000 del a?o]. He estado trabajando duro e hice una prueba el fin de semana, pero no me encuentro listo para jugar al m¨¢s alto nivel en un torneo tan importante¡±, comunicaba durante la madrugada del mi¨¦rcoles al jueves, descartando as¨ª su tercer torneo de la temporada y prolongando un estado de incertidumbre que gana volumen y refuerza la teor¨ªa de una despedida m¨¢s cercana que lejana, por m¨¢s que se rebele contra todas las circunstancias. Pasan los d¨ªas, desaparecen citas del calendario y la posibilidad de que vuelva a competir ¡ªno de ganar, sino de ¡°competir¡±, como ¨¦l insiste en el discurso¡ª va resinti¨¦ndose m¨¢s y m¨¢s.

¡°Una cosa es mi nivel de tenis, y otra el fantasma de las lesiones¡±, dec¨ªa durante el fin de semana en Las Vegas, donde se midi¨® con el murciano Carlos Alcaraz en una exhibici¨®n. Traducido, el campe¨®n de 22 grandes ven¨ªa a transmitir que su voluntad y su cuerpo, sin novedad en el asunto, siguen caminando de forma independiente. ¡°Es muy diferente lo que quiero y lo que voy a hacer¡±, comentaba hace tres semanas en unas declaraciones recogidas por la Cadena Cope. La secuencia lo corrobora. Desde que completase una pretemporada plagada de sube y bajas, el f¨ªsico no le ha permitido remontar el vuelo que perdi¨® hace m¨¢s de un a?o, cuando se rompi¨® en Melbourne. Reapareci¨® en Brisbane, pero luego no pudo asistir al Open de Australia por un microdesgarro muscular, tampoco le alcanz¨® la progresi¨®n para probarse en Doha y tras el par¨¦ntesis de Las Vegas, llega otro frenazo con el consiguiente impacto an¨ªmico. Nadal rema contra las circunstancias con todo lo que le queda, pero se topa con una sucesi¨®n de hechos reveladora.

¡°S¨ª, o cinco a?os¡­¡±, bromeaba a rega?adientes el domingo, cuando un reportero le deslizaba en la pregunta que su tiempo de estancia en el circuito es una verdadera inc¨®gnita. ¡°Esto no es empezar de cero pero, al final, no llevo un recorrido¡±, enfatizaba Nadal, quien apenas ha podido disputar cinco partidos desde enero de 2023: dos en Melbourne y tres en Brisbane, donde su musculatura volvi¨® a fallarle. De este modo, los interrogantes en torno a su continuidad van expandi¨¦ndose y el escepticismo de los aficionados tambi¨¦n, dado que hoy por hoy, para muchos resulta dif¨ªcil imaginar que el mallorqu¨ªn sea capaz de enlazar dos o tres partidos consecutivos de alta competici¨®n, resistir a un duelo (oficial) de m¨¢xima intensidad o que su cuerpo vaya a permitirle ganar el suficiente rodaje como para presentarse con unas garant¨ªas m¨ªnimas en la gira de tierra batida que comienza en abril, en el distinguido marco de Montecarlo. ¡°Me encantar¨ªa jugar all¨ª¡±, asegura. Habla, no obstante, sin certeza alguna de que as¨ª vaya a ser. Su rumbo est¨¢ en el aire.

De entrada, Nadal regresar¨¢ a Manacor y all¨ª emprender¨¢ la preparaci¨®n de la gira, toda vez que restablezca el chasis ¡ªsufri¨® una contractura en la espalda en las ¨²ltimas fechas, seg¨²n afirm¨® su amigo David Ferrer¡ª y se re¨²na con sus t¨¦cnicos para determinar cu¨¢l es la opci¨®n m¨¢s oportuna. El calendario se?ala el Principado como punto de partida (del 7 al 14 de abril) y Barcelona (15-21), Madrid (del 24 al 5 de mayo) y Roma (8-19) como escalera preparatoria hacia Roland Garros (del 26 al 9 de junio). Esta vez, m¨¢s que nunca, deber¨¢ seleccionar. En contra de lo que se pueda imaginar, la arcilla no es un territorio especialmente amable con el f¨ªsico, puesto que los partidos se extienden m¨¢s y los peloteos exigen de mayor desgaste; no es tan da?ino con las rodillas ni tan potencialmente peligroso con las articulaciones como el cemento o el c¨¦sped, pero demanda un plus de ritmo y gasolina del que actualmente ¨¦l no dispone.

El juego, como qued¨® probado en Brisbane y a ratos durante el bolo de Netflix contra Alcaraz, sigue ah¨ª, pr¨¢cticamente intacto. Por ah¨ª no ser¨¢. Sin embargo, cualquier paso en falso a estas alturas podr¨ªa comprometer su deseo de un ¨²ltimo baile en Par¨ªs, el escenario por antonomasia de su extraordinaria carrera. Los Juegos Ol¨ªmpicos y todo lo dem¨¢s son aderezo. En direcci¨®n a los 38 a?os ¡ªlos cumplir¨¢ el 3 de junio, coincidiendo con el grande franc¨¦s¡ª, Nadal transita hoy d¨ªa con pies de plomo y la mente fr¨ªa pese a que los acontecimientos est¨¦n dando al traste con el plan de un adi¨®s m¨¢s o menos programado, teniendo continuidad en el juego y sinti¨¦ndose un competidor de verdad. Magullado desde el punto de vista an¨ªmico, el balear es hoy un tenista trist¨®n y cabreado con este presente que se empe?a en ponerle una y otra vez la zancadilla; a cada avance, un bofet¨®n. ¡°Los meses y las semanas me marcan un camino que est¨¢ siendo complicado. Es un proceso de aceptaci¨®n que no es f¨¢cil de manejar, e intento aceptarlo¡±, se resigna.

No quiere acabar el viaje de mala manera y de ah¨ª que optase la pasada primavera por el bistur¨ª, una ¨²ltima pirueta m¨¦dica. Siempre hay un pen¨²ltimo intento para ¨¦l, por mucho que desde algunos rincones se pregone que su tiempo se ha cumplido y que el adi¨®s ser¨ªa la elecci¨®n m¨¢s sensata para no seguir poniendo en riesgo su salud. ¡°Rafa se merece acabar cuando y donde quiera¡±, comentaba Andre Agassi a unos reporteros espa?oles en Las Vegas. ¡°Solo espero que su cuerpo le permita hacerlo. ?l le ha exigido mucho a lo largo de estos a?os, y al final todos vamos extendiendo cheques que se pueden cobrar en alg¨²n momento. Ya se sabe, a veces llega un momento en el que ya no nos escucha. Pero ¨¦l es inteligente. Tiene experiencia y creo que puede negociar durante un periodo de tiempo para despedirse con sus propios t¨¦rminos¡±, ahondaba el exn¨²mero uno. Consciente de la peligrosidad, Nadal mueve ahora ficha sin jugar y renuncia a California con la esperanza de que este ¨²ltimo paso atr¨¢s pueda guiarle pr¨®ximamente hacia su reino de arena.

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