Alcaraz: ¡°Soy m¨¢s fuerte mentalmente, no tropiezo con la misma piedra¡±
El murciano, que solo ha perdido un pulso de los once que ha disputado a cinco sets, dice que no puede ¡°mostrar debilidad¡± y que se imagina alzando el trofeo
El domingo, coincidiendo con la final, se celebra el D¨ªa de la Regi¨®n de Murcia. Y Carlos Alcaraz, orgulloso murcianico ¨¦l, recuerda que ah¨ª est¨¢n ¡°el UCAM en el baloncesto y los equipos de f¨²tbol sala¡±, tambi¨¦n ¡°la gastronom¨ªa y las tierras¡±, sin olvidar la m¨²sica, Viva Suecia y Arde Bogot¨¢. As¨ª que ¡°ahora¡±, dice ante los periodistas tras la dura refriega contra Jannik Sinner (2-6, 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3), es ¡°el momento¡±, su momento. Transmite una profunda descompresi¨®n tras el paso por el ba?o de agua fr¨ªa y el proceso de relajaci¨®n. Carpe diem: ¡°Ya nos hemos puesto en el mapa. Somos una ciudad peque?a, pero tenemos de todo; espero poder brindar una victoria. Estamos en un momento de esplendor y hay que aprovecharlo¡±.
Rebobina el n¨²mero tres su primera visita a Roland Garros cuando era un ni?o y ten¨ªa 12 a?os. Entonces jug¨® sobre una pista desmontable bajo la Torre Eiffel. ¡°Tengo unos sentimientos especiales con este torneo. Cuando terminaba el cole corr¨ªa a casa para poner la tele y ver los partidos. He visto muchos; los de Rafa, por supuesto. Y ahora quiero poner mi nombre en esa lista de jugadores espa?oles que los han ganado, no solo Rafa: Ferrero, Moy¨¤, Costa¡¡±, apunta en la sala de conferencias, convertido en el 15? representante nacional (entre hombres y mujeres) que alcanza la final de Par¨ªs.
Lo ha conseguido despu¨¦s de un pulso ¡°muy apretado, muy complicado¡±, salpicado de errores por una y otra parte; 58 ¨¦l ¡ªcon una contraposici¨®n de 65 ganadores¡ª, y 44 el rival. Pero matiza: ¡°Jugar unas semifinales de un Grand Slam no es f¨¢cil, y ¨¦l te demanda un nivel de exigencia f¨ªsica, mental y ten¨ªstica muy alto, y adem¨¢s durante cuatro horas. En cada golpe dejas mucha energ¨ªa, vas de atr¨¢s adelante todo el rato, cambias de posici¨®n, y los dos hemos tenido rampas¡±.
En cualquier caso, ya ha demostrado Alcaraz que a sus 21 a?os, y pese a que todav¨ªa est¨¢ haci¨¦ndose y dispone de un ampl¨ªsimo margen de progresi¨®n, es un tenista duro de pelar. En concreto, su breve trazado en el circuito de ¨¦lite refleja que solo ha perdido un partido de los 11 que ha dirimido a cinco sets; fue contra Matteo Berrettini en Australia. ¡°Ah¨ª es cuando hay que dejarlo todo en la pista, elevar el nivel. No puedes mostrar debilidad, flaqueza ni cansancio. Y esa estad¨ªstica me ayuda a tener tranquilidad. Si el otro me quiere ganar, sabe que va tener que jugar a un nivel alt¨ªsimo¡±, prosigue.
El ¡®camale¨®n¡¯ m¨¢s precoz
Se detiene a la vez en el episodio del curso pasado ante Djokovic, cuando colaps¨®. ¡°Ahora soy m¨¢s fuerte mentalmente. S¨¦ que si estoy ah¨ª, los calambres se van a ir. Ahora s¨¦ qu¨¦ tengo que hacer en estas situaciones¡±, incide; ¡°ha sido muy complicado, pero estoy muy contento de haberlo sacado adelante, de saber que he aprendido de las situaciones que he vivido previamente, aquellas en las que no estuve bien. Esta vez he sido positivo todo el rato, no me he ido del partido en ning¨²n momento. As¨ª que hoy [por este viernes] he podido comprobar que no voy tropezando con la misma piedra. Ha sido muy completo, muy bueno por mi parte¡±.
Con el acceso a la final de este domingo, el espa?ol a?ade otra muesca de precocidad a su cartilla. Tras jugar y ganar las del US Open (2022) y Wimbledon (2023), es el tenista m¨¢s joven de la historia en alcanzar las tres superficies de su deporte. Hasta ahora era Andre Agassi quien ostentaba el r¨¦cord, al haber disputado las de Roland Garros, Nueva York (ambas en 1990) y Londres (1992) con 22 a?os y un mes. Alcaraz, adem¨¢s, ha invertido menos tiempo que el norteamericano, que en su d¨ªa mejor¨® el registro del sueco del sueco Bj?rn Borg (22 a?os y dos meses). ¡°Quiero ser uno de los mejores, as¨ª que tengo que ser un buen jugador en todas las superficies, como lo han sido Roger, Rafa, Novak¡ Considero que me adapto muy bien a todos los estilos. Crec¨ª jugando en tierra batida, pero me siento m¨¢s c¨®modo en pista dura¡±, precisa.
Y a?ade el de El Palmar, en ese instante sin conocer todav¨ªa qui¨¦n ser¨¢ su rival, que no ha sentido que el pulso con Sinner haya sido una final anticipada, y prev¨¦ que el ¨²ltimo cap¨ªtulo del torneo va a ser ¡°dur¨ªsimo¡±, de modo que lo afrontar¨¢ en la misma l¨ªnea. ¡°Voy a tener que pelearlo¡±, anticipa, al mismo tiempo que proyecta el mismo mensaje ambicioso de siempre, sin pa?os calientes. ?Se ve con el trofeo entre las manos? ¡°Es una imagen bonita, claro que me la imagino. Estamos a un pasito, el m¨¢s complicado. Ganar las finales es complicado, pero siempre digo no est¨¢n para jugarlas, sino para ganarlas. Aunque es un largo recorrido el que queda a¨²n¡¡±, se despide feliz. Y exhausto. Se nota la paliza que lleva en el cuerpo.
DE NUEVO, R?CORD DE DEJADAS: 23
Decía Alcaraz que la clave diferencial del partido había estado en su acierto en las bolas de break, especialmente en la que convirtió a la primera en el último parcial. Y compartía la impresión Sinner: la importancia de cuándo pegar. Ambos se procuraron seis, pero…
“Él ha jugado mejor en los momentos importantes. Estoy contento por haber llegado hasta aquí, pero decepcionado por el partido de hoy. Es parte del proceso y de mi crecimiento. Ahora quiero mejorar”, comentaba el italiano. Curioso su caso.
Por segundo año seguido, cae después de haber logrado más puntos que el rival. Si hace un año progresó Daniel Altmaier, 198 frente a 193, esta vez lo hizo Alcaraz, 147 por 145. “Se puede ver la tensión porque nos conocemos mucho”, apuntó el transalpino.
Instalado ahora en lo más alto del circuito, por primera vez, ahora va por detrás en el cara a cara entre los dos (4-5) y no ha podido acabar con la maldición que dice que ningún campeón de Grand Slam en la Era Abierta (a partir de 1968) ha logrado conquistar el grande inmediatamente posterior.
Por otra parte, la estadística del torneo recoge que Alcaraz tiró un total de 23 dejadas, una cifra récord en su carrera profesional. Unos días antes, ante el estadounidense Sebastian Korda, había fijado la marca en 21.
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