Los zarpazos de Sabalenka frustran una final estadounidense

Aryna Sabalenka, pura furia, alza el pu?o en el centro de la Arthur Ashe despu¨¦s de ganarse el desquite y bromea: ¡°?Ahora s¨ª me anim¨¢is, eh?¡±. Batida en la final neoyorquina del a?o pasado por Coco Gauff, la bielorrusa tendr¨¢ la oportunidad de resarcirse este s¨¢bado (22.00, Movistar+) gracias a esta ¨²ltima victoria, rubricada ante la local Emma Navarro (6-2 y 7-6(2), en 1h 20m) y que le gu¨ªa directamente al pulso definitivo contra la estadounidense Jessica Pegula, superior a la checa Karolina Muchova en el segundo turno (1-6, 6-4 y 6-2, en 2h 12m). De este modo, fiesta a medias en la central, una bala perdida; relativamente previsible, por otra parte. Sabalenka es mucha Sabalenka y no se repetir¨¢, pues, el desenlace patrio de 2017, cuando Sloane Stephens super¨® a su compatriota Madison Keys.

La de Minsk resuelve el primer episodio de la noche a su manera, mazo en mano, con un titubeo en la recta final que no consigue aprovechar la ordenada Navarro, tenista pulcra e inteligente; rendida en esta ocasi¨®n, sin embargo, a la extraordinaria pegada de una jugadora sin t¨¦rmino medio que rompe la pelota una y otra vez. La cifra de golpes ganadores se fija en 34, que no son pocos. Fabuloso ese vuelo vertiginoso y plano de la bola, limpio y raso, que apenas coge altura y que cuando besa el asfalto casi no gana bote; veneno y m¨¢s veneno para la rival, que se entrega en la primera manga e intenta engancharse en la segunda gracias a un ligero desv¨ªo de la bielorrusa ¡ª5-2 arriba, primero, y despu¨¦s servicio para cerrar el set¡ª que luego corrige con aplomo. Ser¨¢ ella, otra vez, la que debata por el t¨ªtulo que no logr¨® atrapar.

Doble campeona en Australia (2023 y 2034), la bielorrusa se ha convertido en la jugadora m¨¢s fiable en los grandes escenarios. Extraordinariamente regular. Desde que alcanzase las semifinales de Wimbledon en 2021, solo en cuatro de los 11 grandes torneos en los que ha participado qued¨® por debajo de esa cota. As¨ª que asusta, intimida, y viene a decir a los aficionados que escuchan el parlamento final que esta vez no fallar¨¢, que no habr¨¢ colapso y nervios, los justos y razonables. No de m¨¢s. ¡°Al final del segundo set me pudo un poco la emoci¨®n y tuve ese peque?o flashback de la final de hace un a?o, por el ambiente del p¨²blico, pero he aprendido la lecci¨®n y ahora soy capaz de controlarme y de cerrar el partido¡±, valora la n¨²mero dos del mundo, de 26 a?os y propietaria de 15 trofeos.

¡°Antes del torneo¡±, se?ala su rival, Navarro, ¡°bromeaba con mi equipo y les dec¨ªa que el objetivo era pasar la primera ronda, as¨ª que me voy muy feliz porque he conseguido llegar hasta aqu¨ª y ahora estoy entre las diez mejores. En ese espacio de privilegio figura desde hace tiempo Pegula, probablemente la tenista m¨¢s en forma en esta gira norteamericana. Triunf¨® en Montreal, se qued¨® a un paso del ¨¦xito en Cincinnati y ahora, a sus 30 a?os, coprotagonizar¨¢ por primera vez la resoluci¨®n de un major. Su seriedad, su constancia y una propuesta sin apenas fisuras la han empujado hacia un estrato m¨¢s que interesante, habi¨¦ndose ganado un hueco de privilegio en las alturas del lista y, sobre todo, el respeto de las adversarias.

Ella y Sabalenka se han cruzado hasta ahora siete veces, con un 5-2 favorable a la segunda; pleno (4/4) sobre pista dura. ¡°Es una de las mejores en esta superficie¡±, destaca Pegula. ¡°Pero yo tambi¨¦n soy muy buena. En Cincinnati [donde se midieron recientemente en la final], ella sac¨® incre¨ªblemente bien, y aun as¨ª sent¨ª que tuve oportunidades. Debo ser agresiva, hacer que se mueva y sacar de una forma inteligente. Ser agresiva, pero sin exagerar; hacer mi juego¡±, abunda la sexta mejor de la WTA, descendiente de una familia millonaria cuya fortuna asciende a 6.500 millones de d¨®lares (unos 4.500 de euros) y propietaria de los Buffalo Bills (NFL), los Buffalo Sabres (NHL) y los Buffalo Bandits (lacrosse), bajo el paraguas las tres franquicias de Pegula Sports and Entertainment; el negocio del deporte, asociado al del mercado inmobiliario y el gas natural.

Hasta ahora, Pegula no hab¨ªa logrado franquear la barrera de los cuartos de final en un grande, y pese a que no pudiera competir este a?o en Roland Garros y a su deficitario rendimiento en Australia y Wimbledon, sendas segundas rondas, firma ahora su mejor trazado. En contraste, Muchova, de 28 a?os, no saborear¨¢ una segunda final tras la que disput¨® el a?o pasado en Par¨ªs. Estados Unidos, por tanto, contar¨¢ con un representante en las dos finales individuales; Taylor Fritz o Frances Tiafoe, de una parte, y Pegula de la otra. Enfrente de esta ¨²ltima, la indomable Sabalenka y sus temidos disparos. Y entre ambas, la mente.

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