Nueva York, d¨®nde si no, alumbra el primer grande de Coco Gauff

La Arthur Ashe, colmada de arriba abajo, 24.000 personas en las gradas este s¨¢bado de cielo gris y bochorno en Nueva York, vibra en el instante en el que Coco Gauff culmina la remontada contra Aryna Sabalenka (2-6, 6-3 y 6-2) y llega a ese lugar que se intu¨ªa cuando hace cuatro a?os rompi¨® el cascar¨®n en Londres. Entonces, 2019, la estadounidense asom¨® la cabeza en la hierba de Wimbledon, donde siendo todav¨ªa una adolescente de 15 a?os impresion¨® por su precocidad y donde vino a decirle al mundo que hab¨ªa aterrizado en el tenis para hacer cosas importantes. De momento ya es campeona de Grand Slam y el ¨¦xito viene acompa?ado de un salto en el ranking ¡ªdel sexto puesto al podio¡ª que a su edad, 19, invita a pensar en que m¨¢s pronto que tarde otear¨¢ el horizonte desde la cima.

Instalada ya en el tercer pelda?o mundial, coronada en casa, Gauff llora y la historia le se?ala como la tercera norteamericana menor de 20 a?os que logra conquistar el US Open, despu¨¦s de Tracey Austin (1979 y 1981) y Serena Williams (1999). Tiene la escena una alta carga simb¨®lica. Este fue el lugar en el que la campeon¨ªsima Serena elev¨® su primer major y tambi¨¦n donde cerr¨® su carrera el a?o pasado; es el mismo marco en el que Gauff desparramaba l¨¢grimas en 2019 tras perder en la tercera ronda contra la japonesa Naomi Osaka, que consolaba como pod¨ªa a la criatura; y es tambi¨¦n el sitio en el que con ocho a?itos, Coco bailoteaba en el gallinero mientras sus padres registraban la escena en v¨ªdeo y ella apuntaba hacia la pista dici¨¦ndoles: pap¨¢, mam¨¢, alg¨²n d¨ªa ganar¨¦ aqu¨ª.

¡°Gracias tambi¨¦n a los que nunca creyeron en m¨ª¡±, pronuncia la ganadora en este 10 de septiembre, que se traduce en una monumental fiesta para la central de Nueva York, donde el aficionado local no ve¨ªa ganar a una de las suyas desde la fugaz aparici¨®n de Sloane Stephens en 2017 y donde tres a?os antes festej¨® el ¨²ltimo triunfo de Williams. Hoy, esta ¨²ltima no est¨¢ y Stephens se ha perdido entre la nebulosa del listado; en sentido opuesto, Gauff progresa piedra a piedra y paso a paso, trazando una escalera pr¨¢cticamente perfecta este verano, 17 victorias en los 18 ¨²ltimos compromisos: se hizo con el torneo de Washington (WTA 500), emiti¨® una se?al a¨²n m¨¢s contundente en Cincinnati (WTA 1000) y atrapa ahora el ¨¦xito que se le neg¨® el curso pasado en Roland Garros, batida aquella tarde por Iga Swiatek.

Sucede en Nueva York, tal vez porque la historia ten¨ªa que ser as¨ª. Y en el origen participa decisivamente el barcelon¨¦s Pere Riba, que hace un par de meses recibi¨® una llamada del padre de Gauff y emprendi¨® un proyecto fascinante. ¡°No todas las tenistas pueden jugar de la misma forma, y Coco est¨¢ encontrando su identidad. Est¨¢ creciendo mucho, pero su margen de evoluci¨®n es enorme, una barbaridad¡±, se?alaba a este peri¨®dico antes del cruce con Sabalenka en la final, de perfil m¨¢s bien bajo el pulso (2h 06m) pero emocionante.

Entre pioneras y figuras

La bielorrusa, de 25 a?os, retrocede hacia esa versi¨®n err¨¢tica de constantes embestidas y cortocircuita ante la propuesta m¨¢s sensata de la estadounidense, incandescente en la defensa y capaz de sobreponerse a la atm¨®sfera de tensi¨®n que se respira. Carga una y otra vez la de Minsk, pero Gauff repite el plan que la noche antes y en el mismo lugar ejecut¨® el ruso Daniil Medvedev para eliminar a Carlos Alcaraz. Sin artificios ni la necesidad de sugerir demasiado, le es suficiente.

Al final, Sabalenka paga el peaje de los 46 errores no forzados que refleja su hoja de servicios y se agarra a un consuelo nada menor, puesto que este lunes lucir¨¢ por primera vez el n¨²mero uno en relevo de Swiatek. Ganadora en enero en Australia y semifinalista en Par¨ªs y Londres, su trayectoria la hace merecedora del sobresaliente. Entretanto, la estadounidense ¡ªnacida en Delray Beach, Florida¡ª se expresa emocionada y recibe el trofeo de manos de Billie Jean King, la pionera que abri¨® camino a la equidad salarial en el torneo hace medio siglo.

¡°Billie, gracias por pelear por esto¡±, agradece cuando recibe el cheque de 3 millones de d¨®lares durante la ceremonia. La contemplan en vivo figuras de la talla de Martina Navratilova, Monica Seles o Maria Sharapova. Comprometida, trabajadora y carism¨¢tica, Gauff reclama credenciales para ingresar alg¨²n d¨ªa en el club de las que dejaron huella. Lo hace en Queens, Nueva York, ten¨ªa que ser aqu¨ª. ?D¨®nde si no?

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