Rafa Nadal, el irremediable adi¨®s de un mito
El campe¨®n de 22 ¡®grandes¡¯ anuncia su retirada a los 38 a?os, despu¨¦s de un duro litigio final con su f¨ªsico y contra su voluntad, reconocido como uno de los grandes competidores hist¨®ricos del deporte. Se despedir¨¢ en noviembre en la Copa Davis
La llama de Rafael Nadal se apaga, el mito se despide. El tenista espa?ol anunci¨® este jueves su adi¨®s deportivo con un v¨ªdeo emitido en las redes sociales. ¡°Me retiro del tenis profesional. Mil gracias a todos¡±, dice. Sus ¨²ltimos partidos ser¨¢n con el equipo espa?ol de la Copa Davis el pr¨®ximo mes de noviembre. Ser o no ser, esa es la cuesti¨®n. Y desde hace tiempo, dos a?os ya, hab¨ªa empezado a sentir (y aceptar) que ya no era tenista. No como ¨¦l lo entiende. Pretend¨ªa el mallorqu¨ªn estirar el recorrido para poder despedirse a su manera, compitiendo a pleno gas, pero el destino le reservaba el mismo desenlace que a tantos otros: la negaci¨®n. El f¨ªsico, las dichosas lesiones; punto final de tant¨ªsimas figuras. Que se lo cuenten a su socio Roger Federer, sin ir m¨¢s lejos. Llega ahora su adi¨®s, forzado por el episodio que vivi¨® a comienzos de 2023 en Melbourne; a partir de ah¨ª, de esa rotura del tend¨®n del psoas il¨ªaco, una abrupta desaparici¨®n del primer plano y un intento tras otro de reengancharse, pasando por la desagradable experiencia del quir¨®fano. Exhausto y cerca de los cuarenta, 38 a?os en el DNI ¡ªbastantes m¨¢s en su castigado cuerpo¡ª, el mallorqu¨ªn decide colgar finalmente la raqueta y as¨ª lo anuncia. El tenis, pues, cuenta ya con ¨¦l como una de las grandes leyendas de su iconograf¨ªa.
Puede el tiempo con todo, hasta con la inmensa irreductibilidad de Nadal. Se confirma este jueves 10 de octubre, por boca del protagonista, la noticia que en los inicios de su carrera se preve¨ªa temprana y que luego, conforme avanzaron los a?os y el tenista fue superando un sinf¨ªn de adversidades, resultaba dif¨ªcil de imaginar. Tras 23 a?os en la ¨¦lite y despu¨¦s de toda una vida empu?ando la raqueta, el campe¨®n de granito, el chico al que toda Espa?a vio crecer y triunfar ¡ªgustase o no el tenis¡ª, se retira definitivamente de las pistas a consecuencia del dolor. ?l y su cuerpo, una relaci¨®n a todo o nada; el cielo y los infiernos, pocos t¨¦rminos medios. Dos ¨²ltimos a?os llenos de sinsabores han decantado una decisi¨®n que ¨¦l, resiliente como pocos, ha tratado de retrasar. Se ha revuelto el balear hasta su ¨²ltimo estertor profesional, pero la naturaleza corta definitivamente el cr¨¦dito y el serbio Novak Djokovic queda como el ¨²ltimo vestigio de una era extraordinaria.
Deseaba Nadal continuar, seguir disfrutando del d¨ªa a d¨ªa y de la adrenalina de la competici¨®n, pero el f¨ªsico ya no responde y la mente ha terminado cediendo a la erosi¨®n. De este modo, se acaba un recorrido tan espectacular como ejemplar, trufado de grandes ¨¦xitos y un procedimiento mod¨¦lico. Trasciende ahora como uno de los s¨ªmbolos m¨¢s reconocibles del deporte, capaz de superarse una y mil veces, por m¨¢s que su musculatura se quebrase; una y otra vez se levant¨®, pero la ley de la l¨®gica le pide definitivamente que pare. Con 38 a?os, elevado universalmente y ya como padre de familia, el balear mira hacia ese ma?ana que empez¨® a vislumbrar hace dos a?os, cuando el pie izquierdo ¡ªs¨ªndrome de M¨¹ller-Weiss, afectaci¨®n cr¨®nica¡ª ya le condujo hacia el pensamiento de batirse en retirada.
Ese pie le trastabill¨® desde el principio. Siempre amenazante, el mal del escafoides no consigui¨® tumbarle, pero la rutina diaria de los ¨²ltimos tiempos no ha sido la esperada y le gu¨ªa hacia esa segunda vida de los deportistas. Demasiados d¨ªas de amagos, de intentos frustrados, de ida y vuelta sin poder entrenarse como ¨¦l consideraba que deb¨ªa hacerlo. En consecuencia, llega el adi¨®s y el tenis, el deporte en toda su extensi¨®n, se inclina ante uno de los grandes portentos, reconocible por su mente de granito y su poderos¨ªsimo drive, probablemente uno de los golpes m¨¢s da?inos de la historia. Quer¨ªa m¨¢s Nadal, pero esta vez no ha encontrado escapatoria. M¨¢s que dif¨ªcil la despedida, en tanto que no responde a una cuesti¨®n de nivel o competitividad, sino exclusivamente a la inercia. Pele¨® hasta la ¨²ltima bola.
El 0,1% extra
¡°Han sido unos a?os dif¨ªciles, estos dos ¨²ltimos especialmente. No he sido capaz de jugar sin limitaciones. Esta es una decisi¨®n dif¨ªcil, que me ha llevado tiempo tomar, pero en esta vida todo tiene un principio y un final. Creo que es el momento adecuado para poner punto y final a una carrera larga y mucho m¨¢s exitosa de lo que jam¨¢s me hubiera podido imaginar¡±, explica Nadal en ese v¨ªdeo. ¡°Me hace much¨ªsima ilusi¨®n que mi ¨²ltimo torneo sea la final Copa Davis y representando a mi pa¨ªs. Es cerrar el c¨ªrculo, ya que una de mis primeras alegr¨ªas como tenista profesional fue la final de Sevilla, en 2004. Me siento un superafortunado por todas las cosas que he podido vivir¡±, a?ade.
Se marcha Nadal como el Se?or de la Tierra, incontestable dominador de la superficie m¨¢s estrat¨¦gica, con 92 t¨ªtulos en el zurr¨®n ¡ª14 en Roland Garros y un global de 63 sobre arcilla¡ª y con el sello del competidor m¨¢s feroz, capaz de asaltar el reinado de Federer y de resistir al cuerpo a cuerpo con Djokovic. Supo adaptarse al v¨¦rtigo moderno y perpetuarse. Cambi¨® la forma, pero no el fondo. A partir de la treintena, ya no hab¨ªa melena ni pantalones piratas, pero el esp¨ªritu era el mismo de aquel chico que amanec¨ªa a las siete de la ma?ana e iba con su t¨ªo Toni al Club Tenis Manacor, en busca de ese 0,1% extra; diestro, pero que acab¨® jugando con la zurda; con car¨¢cter, pero siempre receptivo; tan pele¨®n como disciplinado, apasionado, educado y hasta cierto punto parad¨®jico, porque de adolescente so?aba con el templo verde de Londres y acab¨® adue?¨¢ndose del santuario rojizo de Par¨ªs, donde la organizaci¨®n le rinde tributo desde hace tres a?os con una escultura de 800 kilos y tres metros de altura.
No hay, en cualquier caso, medida ni volumen para dimensionar a un ganador moldeado a partir de la aplastante l¨®gica de su entrenador: bola a bola, punto a punto. Jam¨¢s m¨¢s all¨¢. Terr¨ªcola en origen ¡ªgan¨® su primer Roland Garros con 19 a?os, en 2005¡ª, enseguida fue destap¨¢ndose como un hambriento camale¨®n. Rindi¨® a Federer en la final de las finales seguramente, aquel maravilloso careo en el All England Club (2008) del que tanta literatura se ha hecho, y un a?o despu¨¦s, 2009, asalt¨® el imperio de cemento de los anglosajones, con el suizo entre l¨¢grimas aquella noche de Melbourne: ¡°Dios, esto me est¨¢ matando¡¡±. Continu¨® y en el siguiente ejercicio tambi¨¦n se apoder¨® de Nueva York, firmemente decidido a postularse al gran trono hist¨®rico, pero encontr¨¢ndose a la vez con las espinas esparcidas en el trazado por su propio f¨ªsico ¡ªrodillas, espalda, mu?eca, ap¨¦ndice¡¡ª y cayendo en la treintena en un territorio desconocido: el de la duda. Le atrap¨® la ansiedad durante un a?o, pero escap¨® a fuerza de fe y se reh¨ªzo sin dejar de evolucionar, cada vez m¨¢s completo.
A un lado Toni, y a partir de 2018 bajo la tutela ¨²nica de Carlos Moy¨¤, ¨ªdolo, amigo y confidente, reinvent¨® su tenis en la treintena para ahorrar kilometraje y sobrevivir a unos tiempos en los que se penaliza pensar demasiado. Nueva etapa, nuevo perfil; menos correr, reducir la estancia en pista y potenciar el juego m¨¢s directo; esto es, Nadal en versi¨®n flash. As¨ª logr¨® triunfar por cuarta vez en el US Open, tras una de las finales m¨¢s crudas que ha disputado, frente al ruso Daniil Medvedev, y as¨ª volvi¨® a rendir al de Mosc¨² en el inveros¨ªmil desenlace australiano de 2022, cuando la inteligencia artificial le conced¨ªa un margen m¨ªnimo para la recuperaci¨®n. En aquel episodio, 5h 24m de thriller, el mallorqu¨ªn se hizo definitivamente eterno. ¡°Es mi triunfo m¨¢s inesperado¡±, expres¨®, situado por primera vez por delante de Federer y Djokovic en la gran pugna hist¨®rica.
Este jueves, Nadal se acordaba de su familia, su padre, Sebasti¨¢n, su t¨ªo Toni, su mujer, Mar¨ªa... Y agradec¨ªa precisamente ¡°a toda la industria del tenis¡± y a sus compa?eros por esos momentos que, dice, recordar¨¢ durante toda su vida. Referencias expl¨ªcitas al tr¨ªo que conquist¨® su deporte durante los 20 ¨²ltimos a?os. El serbio (24 grandes) es finalmente el vencedor de la gran carrera a tres bandas, pero ¨¦l (22) lo deja con una distinci¨®n exclusiva y el suizo (20) aplaude desde las monta?as: Nadal, el h¨¦roe de carne y hueso que siempre se super¨® y que, sobre todo, traspas¨® la frontera emocional de los t¨ªtulos.