Especial | La leyenda de Rafa Nadal, la retirada de un superviviente
T¨ªtulos y m¨¢s t¨ªtulos, s¨ª. Pero detr¨¢s del ¨¦xito hay mucho m¨¢s. Una vida punto a punto. El tenista espa?ol deja el tenis a los 38 a?os y reconocido como uno de los grandes de la historia del deporte, icono de resiliencia y s¨ªmbolo de fe: para ¨¦l, siempre mereci¨® la pena intentarlo una ¨²ltima vez
Rafael Nadal ingres¨® hace 23 a?os en la ¨¦lite (2001), cogi¨® vuelo inmediatamente (2005) y fue recolectando ¨¦xitos hasta hoy, fecha del punto final. Tras lidiar durante los dos ¨²ltimos a?os con los problemas f¨ªsicos derivados de su ¨²ltima lesi¨®n en la cadera, el mallorqu¨ªn ha decidido sellar uno de los viajes m¨¢s apasionantes de la historia del deporte, plagado de subidas y bajadas, de ¨¦pica y desconsuelo, de muchos m¨¢s triunfos (1.080) que derrotas (227) y, sobre todo, de reconocimiento. En total, son 92 trofeos en la estanter¨ªa, de los que 22 corresponden a grandes torneos y 63 a tierra batida. Se marcha Nadal distinguido como el mejor jugador de todos los tiempos sobre esta superficie y con el halo de haber sido un competidor mod¨¦lico dentro de la pista; probablemente, como una de las mentes m¨¢s privilegiadas del deporte, capaz de resistir a situaciones l¨ªmite en los partidos y tambi¨¦n a la incesante erosi¨®n de las lesiones, que le han privado de jugar durante m¨¢s de cuatro a?os. En cualquier caso, siempre se levant¨® y se rebel¨®. Nunca desisti¨®. Su derecha pesada y curvada hizo estragos en los rivales, testigos con el paso del tiempo de una magn¨ªfica evoluci¨®n: del ni?o al hombre, del atleta al estratega, del rey de la arcilla al controlador de todos los dominios. Dos a?os despu¨¦s de que lo hiciera Roger Federer y con Novak Djokovic a¨²n sobre el tapete, Nadal cierra finalmente el c¨ªrculo. Este 2024 marca el final. Ya en direcci¨®n hacia el infinito de la historia, deconstruimos al campe¨®n: fortalezas, debilidades, entorno y rivalidades.
LA MANIOBRA DEL 'DRIVE'
Nadal posee uno de los golpes m¨¢s demoledores y reconocibles de la historia. T¨¦cnicamente, es su m¨¢xima expresi¨®n. Un arma pr¨¢cticamente perfecta. Su derecha ¡ªequivalente al drive en el argot ten¨ªstico¡ª hizo que se tambaleara el imperio de Roger Federer y oblig¨® al genio a reinventarse para poder resistir el ¨®rdago. Arrollado una y otra vez, el suizo tuvo que reformularse en el crep¨²sculo de su carrera y dar un paso adelante para interceptar lo antes posible la trayectoria de la pelota con una nueva maniobra de rev¨¦s. De lo contrario, estaba perdido.
La derecha de Nadal es un tiro con copyright. Con ella dicta, ordena, erosiona, castiga y desborda, especialmente sobre tierra batida. Es el term¨®metro ideal de su juego. ¡°Es como si viniera contra ti un cami¨®n a 200 km/h¡±, la defini¨® en su d¨ªa el franc¨¦s Paul-Henri Mathieu, refiri¨¦ndose a la violencia y la velocidad que alcanza la bola cuando el mallorqu¨ªn efect¨²a una descarga. Si a John McEnroe o Stefan Edberg les caracterizaba su volea, a Novak Djokovic su rev¨¦s o a Pete Sampras la silueta que dibujaba con el servicio, ¨¦l deja una estela ¨²nica con ese golpeo profundo y liftado que coge a¨²n m¨¢s fuerza con el bote.
Las mediciones dicen que su drive curvado puede alcanzar las 5.000 revoluciones por minuto, mientras que la media de los jugadores suele estar en las 2.500 rpm; Federer, otro experto con la derecha, hac¨ªa rotar la pelota a un m¨¢ximo de 4.000 rpm, y los promedios de Andre Agassi o Sampras no llegaban a las 3.000; el de Nadal no bajaba de las 3.600. ¡°Lanza su brazo hacia la bola con una violencia inaudita¡±, describ¨ªa Andy Murray. En la ejecuci¨®n, la cabeza de la raqueta parte por debajo de la cintura y tras hacer un recorrido horizontal ¡ªde izquierda a derecha y de abajo arriba del pecho¡ª, acaba por encima de la cabeza.
LA MENTE, FACTOR DIFERENCIAL
Al vigor f¨ªsico, Nadal a?ade un extraordinario poder mental. Si no ¨²nico, desde luego muy exclusivo. Probablemente solo Bj?rn Borg o Djokovic puedan resistir a la comparaci¨®n desde este ¨¢ngulo. ?l suele reducirlo todo a la simple teor¨ªa del punto a punto, pero desde bien temprano demostr¨® que psicol¨®gicamente estaba hecho de otra pasta. Su pensamiento no responde a un sofisticado cat¨¢logo de directrices m¨¢s o menos complejas, sino a pura l¨®gica: hay vida, hay esperanza.
Hombre racional ¡ª¡°normalmente tiene suerte el que lo hace mejor¡±¡ª, se desmarca de teor¨ªas o an¨¢lisis t¨¦cnicos, y se concentra ¨²nicamente en la siguiente pelota. Y he aqu¨ª la clave: aqu¨ª y ahora, su lema en la pista. Solo as¨ª pueden comprenderse esas grandes remontadas y episodios tan inveros¨ªmiles como el de la final del Open de Australia de 2022, cuando dobleg¨® a la Inteligencia Artificial en aquella apote¨®sica victoria sobre el ruso Daniil Medvedev. La probabilidad dec¨ªa que, dos sets abajo y 0-1 en el tercero, sus opciones de ganar se reduc¨ªan al 4%, frente al 96% del ruso. Pero este ¨²ltimo, abrumado, se inclin¨®.
Rara vez ha sufrido despistes, no concibe la posibilidad de rendirse y los especialistas hablan de una fuerza mental superlativa. No es casual, por tanto, la hegemon¨ªa ejercida sobre la arcilla, el terreno m¨¢s estrat¨¦gico y sesudo del tenis. Numerosos profesionales coinciden en que no ha habido mayor suplicio hist¨®rico que el de encerrarse cinco horas con ¨¦l en la Philippe Chatrier de Par¨ªs, y en que se eleva como uno de los indiscutibles s¨ªmbolos de resiliencia en el deporte: por muy mal dadas que vengan, ah¨ª est¨¢ Nadal hasta el final, independientemente de c¨®mo vaya el marcador. La virtud de no desfallecer le ha permitido escapar de situaciones inimaginables.
Aunque el tenis se juegue de extremo a extremo, de un lado al otro de la pista, requiere de un equilibrio indispensable para salvar los m¨²ltiples giros que esconden los partidos y un deporte en el que el profesional debe acostumbrarse a perder. ¡°La derrota y la victoria son parte de nuestra vida, convivimos con ellas¡±, dice Nadal, ¡°aunque lo normal es que perdamos pr¨¢cticamente todas las semanas y tenemos que estar preparados para afrontarlo y no frustrarnos¡±. La ¡°aceptaci¨®n¡± de la adversidad, ¡°saber escuchar¡± y ¡°el punto intermedio de estabilidad emocional¡± son, seg¨²n ¨¦l, otros elementos fundamentales.
¿C¨®mo remonta Nadal un partido?
En la final del Open de Australia en 2022, el ruso Daniil Medvedev ya hab¨ªa ganado dos sets a Nadal. Pero entonces, cuando las probabilidades del espa?ol eran escasas, el partido cambi¨®
Probabilidad de victoria (en %)
+ probabilidad de
ganar Nadal
+ probabilidad de
ganar Medvedev
3º set
12%-88%
En la mitad del tercer set, se produce un giro decisivo del partido cuando Nadal levanta un 0-40
6%-94%
El peor momento del partido para Nadal
8%-92%
Medvedev se enfrenta al p¨²blico. Nadal aprovecha y logra la rotura. Ahora s¨ª, la tendencia an¨ªmica del duelo ha comenzado a invertirse
4º set
45%-55%
Tras un intercambio de 'breaks', Nadal vuelve a la carga. Emocionalmente, Medvedev empieza a desmoronarse, frente a la fiabilidad creciente del mallorqu¨ªn
5º set
48%-52%
Medvedev, fatigado, reclama asistencia. El peso f¨ªsico y, sobre todo, an¨ªmico empieza a pasarle factura
82%-18%
Nadal amenaza en cada saque de su rival. Finalmente, logra el 'break' para 3-2.
100%-0%
Medvedev sigue precipit¨¢ndose y Nadal termina imponiendo su temple. Pese a haberse salvado en la franja cr¨ªtica, el ruso termina inclin¨¢ndose. Y lo hace, porque as¨ª lo transmiten las m¨¦tricas. Pese a haberse impuesto en puntos ganadores, en porcentaje de servicio y los puntos ganados al resto y cerrar con siete puntos m¨¢s en el global, pierde.
Los intangibles del mallorqu¨ªn prevalecen una vez m¨¢s.
¿C¨®mo remonta Nadal un partido?
En la final del Open de Australia en 2022, el ruso Daniil Medvedev ya hab¨ªa ganado dos sets a Nadal. Pero entonces, cuando las probabilidades del espa?ol eran escasas, el partido cambi¨®.
Probabilidad de victoria (en %)
+ probabilidad de
ganar Nadal
+ probabilidad de
ganar Medvedev
3º set
12%-88%
En la mitad del tercer set, se produce un giro decisivo del partido cuando Nadal levanta un 0-40
6%-94%
El peor momento del partido para Nadal
8%-92%
Medvedev se enfrenta al p¨²blico. Nadal aprovecha y logra la rotura. Ahora s¨ª, la tendencia an¨ªmica del duelo ha comenzado a invertirse
4º set
45%-55%
Tras un intercambio de 'breaks', Nadal vuelve a la carga. Emocionalmente, Medvedev empieza a desmoronarse, frente a la fiabilidad creciente del mallorqu¨ªn
5º set
48%-52%
Medvedev, fatigado, reclama asistencia. El peso f¨ªsico y, sobre todo, an¨ªmico empieza a pasarle factura
82%-18%
Nadal amenaza en cada saque de su rival. Finalmente, logra el 'break' para 3-2.
100%-0%
Medvedev sigue precipit¨¢ndose y Nadal termina imponiendo su temple. Pese a haberse salvado en la franja cr¨ªtica, el ruso termina inclin¨¢ndose. Y lo hace, porque as¨ª lo transmiten las m¨¦tricas. Pese a haberse impuesto en puntos ganadores, en porcentaje de servicio y los puntos ganados al resto y cerrar con siete puntos m¨¢s en el global, pierde.
Los intangibles del mallorqu¨ªn prevalecen una vez m¨¢s.
¿C¨®mo remonta Nadal un partido?
En la final del Open de Australia en 2022, el ruso Daniil Medvedev ya hab¨ªa ganado dos sets a Nadal. Pero entonces, cuando las probabilidades del espa?ol eran escasas, el partido cambi¨®.
Probabilidad de victoria (en %)
+ probabilidad de ganar Nadal
+ probabilidad de ganar Medvedev
3º set
12%-88%
En la mitad del tercer set, se produce uno de los puntos de giro decisivos del partido cuando Nadal levanta un 0-40 gracias a una dejada, una bola larga de Medvedev y una subida a la red
6%-94%
El peor momento del partido para Nadal
8%-92%
Medvedev, encendido, se enfrenta al p¨²blico. Nadal se aprovecha y, con 4-4, logra la rotura con un pasante de rev¨¦s. Ahora s¨ª, la tendencia an¨ªmica del duelo ha comenzado a invertirse de manera definitiva
4º set
45%-55%
Tras un intercambio de 'breaks', Nadal vuelve a la carga. Emocionalmente, Medvedev empieza a desmoronarse. Las dejadas y las subidas a la red le condenan, frente a la fiabilidad creciente de Nadal
5º set
48%-52%
Medvedev, fatigado, reclama asistencia. El peso f¨ªsico y, sobre todo, an¨ªmico empieza a pasarle factura. La final ya se dirime sobre el terreno de lo mental
82%-18%
Nadal amenaza en cada saque de su rival. Finalmente, logra el 'break' para 3-2 con un derechazo paralelo sobre la l¨ªnea.
100%-0%
Medvedev sigue precipit¨¢ndose y Nadal termina imponiendo su temple. Pese a haberse salvado en la franja cr¨ªtica, el ruso termina inclin¨¢ndose. Y lo hace, porque as¨ª lo transmiten las m¨¦tricas. Pese a haberse impuesto en puntos ganadores, en porcentaje de servicio y los puntos ganados al resto y cerrar con siete puntos m¨¢s en el global, pierde.
Los intangibles del mallorqu¨ªn prevalecen una vez m¨¢s.
EL OR?CULO DEL T?O TONI
Nadal es un tenista fabuloso. Sin embargo, el relato seguramente hubiera sido muy distinto si su t¨ªo ¡ªtutor desde la infancia en el Club Tenis de Manacor¡ª no hubiese intervenido de manera decisiva en su desarrollo. El t¨¦cnico, amante de la cultura cl¨¢sica y la formaci¨®n en la base, fue quien advirti¨® unas capacidades fuera de lo normal en su sobrino y el que lo molde¨® psicol¨®gicamente a partir de un m¨¦todo tan l¨®gico como exigente. Lejos de concederle un trato preferencial por el parentesco, le reclam¨® el doble que a los dem¨¢s y le condujo hacia escenarios que la mayor¨ªa de los ni?os no eran capaces de soportar.
¡°Nadie triunfa solo por su talento inicial, porque el talento final es el m¨¢s determinante. Si est¨¢s dispuesto a trabajar m¨¢s que los dem¨¢s, al final tu talento ser¨¢ superior¡±, sostiene el preparador, partidario de un mensaje sencillo y directo ¡ª¡°todo se puede entrenar, tambi¨¦n la voluntad¡±¡ª que interioriz¨® r¨¢pidamente el tenista; ¡°fui duro con Rafael porque entend¨ªa que as¨ª le ayudar¨ªa. Le puse las cosas dif¨ªciles, y creo que eso le ha ayudado a superar las dificultades. Nunca me ha gustado la queja, porque no te ayuda a mejorar. Lo importante es avanzar d¨ªa a d¨ªa y hacer las cosas lo mejor posible¡±.
Toni Nadal se expresa siempre a partir de un sentido formativo. Casado con Joana Maria Vives (profesora) y padre de tres hijos (Joan, Toni y Marta), considera que la educaci¨®n es el punto de partida esencial en el desarrollo de cualquier sociedad y subraya la importancia de los docentes.
El preparador sostiene, adem¨¢s, que existe un d¨¦ficit generalizado de humildad y una tendencia a la cr¨ªtica hacia los dem¨¢s, sin reparar en la responsabilidad individual. ¡°La exigencia¡±, defiende, ¡°debe empezar por uno mismo¡±. As¨ª que desde bien temprano se lo hizo saber a su sobrino.
Desde el inicio, el preparador proyectaba un mensaje realista durante las charlas con su jugador, al que no admit¨ªa ning¨²n tipo de excusa. Confiaba en que Rafael pudiera llegar lejos y llegara a convertirse en un tenista profesional, pero siempre y cuando fuera consciente de los elevad¨ªsimos peajes de la ¨¦lite. Ahora, sin embargo, cree que los j¨®venes reciben est¨ªmulos distorsionados, excesivamente ¡°positivos¡±.
Admirador de la doctrina estoica, Toni Nadal siempre ha defendido que la adversidad es un factor determinante en el crecimiento personal y la capacidad de aguante un elemento clave a la hora de moldear la voluntad. La resiliencia por bandera. ¡°La mejora constante fue el reto principal que le marqu¨¦ durante los 27 a?os que estuve con ¨¦l¡±, afirma.
El v¨ªnculo entre ambos se prolong¨® hasta 2018, cuando el t¨¦cnico pas¨® a ejercer la direcci¨®n de la academia de su sobrino. En cualquier caso, Nadal ha seguido recurriendo al consejo de su t¨ªo hasta la ¨²ltima recta y transmite un mensaje muy similar en las exposiciones, a modo de continuaci¨®n. ¡°Tengo mi personalidad y mi car¨¢cter, pero siempre le pido su opini¨®n, como a otros miembros de mi equipo y mi familia. Ha tenido un enorme impacto en mi educaci¨®n¡±, recuerda el deportista, que en origen es diestro y de peque?o se desenvolv¨ªa bien con ambos brazos hasta que Toni, consciente de la dificultad que conlleva enfrentarse a jugadores zurdos, prioriz¨® la izquierda para competir.
UN TRAJE PARA CADA SUPERFICE
Encorsetado hist¨®ricamente como el mayor especialista sobre arena de todos los tiempos, Nadal ha ido destap¨¢ndose con los a?os como un tenista camale¨®nico capaz de desenvolverse en las tres superficies: cemento, tierra y hierba. Dominador absoluto de Roland Garros, en su territorio fetiche tan solo ha perdido tres duelos y ha cosechado 112 victorias, sin encontrar apenas oposici¨®n. Controla a la perfecci¨®n los espacios y el tiempo, el timing del juego y los c¨®digos necesarios. Tan abrumadora es su hegemon¨ªa que la organizaci¨®n del torneo situ¨® una estatua de tres metros con su figura en uno de los accesos principales. Sus deslizamientos abarcan toda la pista y su bola pesada martillea a los rivales hasta la extenuaci¨®n. ¡°Tendr¨¢ 65 a?os y seguir¨¢ ganando¡¡±, profetiz¨® en 2008 el murciano Nicol¨¢s Almagro.
La tierra es de Nadal, quien, sin embargo, tambi¨¦n fue cogi¨¦ndole el pulso a la pista r¨¢pida hasta convertirse en un competidor feroz. En 2009 logr¨® romper el maleficio espa?ol en Australia y un a?o despu¨¦s se entroniz¨® en Nueva York, demostrando que su tenis no era de registro ¨²nico. En pista dura, su golpeo ha ido perdiendo curva y haci¨¦ndose cada vez m¨¢s plano con el objetivo de adaptarse a la tendencia actual, en la que priman la velocidad y la potencia. En este ¨¢mbito (porque as¨ª obliga) es un tenista m¨¢s directo y frontal, menos especulativo. Adem¨¢s de dominar el manual de lo t¨¢ctico y los intercambios de larga duraci¨®n, tambi¨¦n ha brillado con fuerza en el terreno de los pistoleros. De hecho, el mallorqu¨ªn ha alzado los mismos grandes (seis) en cemento que reputados campeones como Agassi o Jimmy Connors.
Todos los t¨ªtulos de rafa nadal
En tierra
En pista dura
En hierba
En sus primeros a?os, el 80% de sus t¨ªtulos ganados eran sobre tierra
En sus ¨²ltimos t¨ªtulos,
predomina m¨¢s la
pista dura
3
4
2
2
2
3
8
4
6
2
1
2022
2005
2008
2013
2019
Todos los t¨ªtulos de rafa nadal
En tierra
En pista dura
En hierba
En sus primeros a?os, el 80% de sus t¨ªtulos ganados eran sobre tierra
En sus ¨²ltimos t¨ªtulos,
predomina m¨¢s la
pista dura
3
4
2
2
2
3
8
4
6
2
1
2022
2005
2008
2013
2019
Todos los t¨ªtulos de rafa nadal
En tierra
En pista dura
En hierba
En sus primeros a?os, el 80% de
sus t¨ªtulos ganados eran sobre
tierra
Primera victoria en
Wimbledon
En sus ¨²ltimos
t¨ªtulos,
predomina m¨¢s la
pista dura
3
4
2
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2
3
8
4
6
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1
2022
2005
2008
2013
2019
Desmentido el falso mito, tambi¨¦n ha dejado una huella importante sobre el verde, donde parad¨®jicamente, sus mayores ¨¦xitos (Wimbledon 2008 y 2010) no coinciden con la plenitud de su juego sobre el c¨¦sped. Para siempre quedar¨¢ la memorable final contra Federer, pero la exuberancia f¨ªsica de entonces dio paso en la treintena a una versi¨®n muy mejorada. Nadal ya no solo ganaba sobre hierba, sino que entend¨ªa definitivamente las peculiaridades de un enclave que apenas concede tiempo para pensar, y en el que los automatismos y los reflejos son determinantes. M¨¢s incisivo con el servicio y soberbio en la red, el gran Djokovic (2018), un mal d¨ªa ante Federer (2019) y el infortunio muscular ¡ªrenuncia a las semifinales contra el australiano Nick Kyrgios por lesi¨®n, en 2022¡ª le impidieron constatar su crecimiento sobre el tapete de Londres.
PORTENTO F?SICO* (CON ASTERISCO)
Pese a que conserva el esp¨ªritu de siempre, poco tiene que ver el Nadal de la veteran¨ªa con el de los inicios. La evoluci¨®n del tenis y su propia carrocer¨ªa han hecho que, con el paso de los a?os, tuviera que recortar todo lo posible su estancia en la pista con el objetivo de preservar su f¨ªsico para dilatar su carrera. ¡°Si me hubieran dicho que iba a estar jugando a estas alturas, pensar¨ªa que me estaban enga?ando¡±, apuntaba el mallorqu¨ªn cuando hab¨ªa superado ya de forma holgada la treintena, en un pensamiento m¨¢s que extendido. Cuando irrumpi¨® en la ¨¦lite, el sentimiento generalizado era el de que su trayectoria ser¨ªa m¨¢s bien corta y el de que su propio cuerpo le derribar¨ªa temprano.
De entrada, el s¨ªndrome de M¨¹ller-Weiss ¡ªafectaci¨®n cr¨®nica en el escafoides del pie izquierdo¡ª le atac¨® al poco de acceder al circuito profesional y con todav¨ªa mayor crudeza en el tramo final de su trayectoria. Sin embargo, sorte¨® el abismo las dos veces. Unas plantillas ortop¨¦dicas que ha mantenido hasta el final salvaron el match point del principio y los pinchazos, los analg¨¦sicos y la t¨¦cnica de la radiofrecuencia le permitieron completar el recorrido completo, no sin poder evitar grandes dosis de dolor.
*Echando cuentas, Nadal se ha perdido m¨¢s de cuatro a?os como consecuencia de los distintos contratiempos f¨ªsicos que ha sufrido: pie, rodillas, espalda, mu?ecas, psoas il¨ªaco, ap¨¦ndice, costillas, roturas musculares¡
Pese al parte de guerra, Nadal ha logrado sobreponerse a casi todos los percances (su kriptonita) y cerrar un ciclo deportivo bastante m¨¢s extenso de lo previsto. Con una fisonom¨ªa tan espectacular como explosiva ¡ªmusculoso y pesado, alejado del prototipo fibroso y m¨¢s bien liviano de un tenista de ¨¦lite¡ª, las carreras a toda pastilla y los escorzos agresivos fueron abriendo paso a un despliegue m¨¢s contenido y menos visceral, dosificando las maniobras y las embestidas. Entre 2015 y 2016 tuvo que superar una fase de ansiedad y durante la ¨²ltima d¨¦cada, la nutrici¨®n ha sido otro factor primordial: nada de monta?as de pasta (sin salsas grasas), el dulce imprescindible (¡°mi mujer me esconde el chocolate¡±) y una figura m¨¢s fina (unos cinco kilos menos de lo habitual) para proteger las articulaciones.
EMPAT?A Y PASI?N
La capacidad para conectar con la grada ha sido otro de sus signos de distinci¨®n. Efusivo en las celebraciones, especialmente cuando era m¨¢s joven y exageraba el serrucho ¡ªel gesto que hac¨ªa con el brazo tras lograr un punto, como si hubiera marcado un gol¡ª, se ha ganado el favor del p¨²blico aqu¨ª y all¨¢. Y eso que cuando abri¨® la secuencia ganadora en Par¨ªs se las tuvo tiesas con el p¨²blico de la Chatrier, hasta que poco a poco fue reconcili¨¢ndose. Los triunfos fueron limando la aspereza y el v¨ªnculo deriv¨® en una relaci¨®n de afecto mutuo, al mismo nivel que con Melbourne, Londres o Nueva York. En todos los escenarios ha contado con el respaldo de la grada, y eso le ha aportado un gran plus.
El aficionado reconoce a un campe¨®n con los pies en la tierra, humilde en la victoria y que no ha ca¨ªdo en el catastrofismo cuando se le han torcido las cosas. Tambi¨¦n le ha visto crecer, ha asistido al paso del ni?o ingenuo al hombre discreto m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites profesionales. Entregado por completo a su deporte. Nadal tambi¨¦n iba para futbolista, pero escogi¨® la raqueta ¡ªde nuevo, la influencia de su t¨ªo Toni¡ª y junto con Federer y Djokovic ha sido el mejor elemento promocional de la ¨¦poca moderna. Si el suizo era la elegancia y el serbio el fuego, ¨¦l ha representado ante todo la pasi¨®n, motor esencial para los ¨¦xitos. En t¨¦rminos competitivos, muy pocos con ese apetito y tanto filo.
Sobre el terreno, Nadal ha sido un verdadero generador de energ¨ªas. Impacta en vivo por la violencia de sus golpes y la potencia de sus piernas, as¨ª como por debatir pr¨¢cticamente todos los puntos; rara vez ha regalado uno. No se le recuerdan malos gestos ¡ªalg¨²n rifirrafe con los ¨¢rbitros y muy puntualmente con el adversario¡ª y se ha desempe?ado con deportividad y compromiso, sin ser ajeno a lo que sucede al margen de su ¨¢mbito profesional. M¨¢s all¨¢ de los t¨ªtulos y las cifras trasciende como un representante mod¨¦lico que ha tratado de dignificar el sentido del deporte (superaci¨®n) hasta las ¨²ltimas consecuencias; consciente de su relevancia y la admiraci¨®n que genera, del eco inspirador que han tenido sus gestas en las pistas, ha terminado convirti¨¦ndose en un ejemplo global de motivaci¨®n por su dedicaci¨®n y comportamiento de principio a fin.
LA BATCUEVA DE MANACOR
Para ¨¦l, no hay lugar m¨¢s reconfortante ni propicio para trabajar d¨ªa a d¨ªa que la isla en la que naci¨®. En un entorno tranquilo y m¨¢s alejado del foco medi¨¢tico que otros puntos geogr¨¢ficos del tenis nacional o internacional, Nadal siempre encontr¨® en el calor hogare?o el h¨¢bitat ideal para prepararse de cara a la competici¨®n, o bien para restablecerse de las lesiones de larga duraci¨®n que le ha tocado afrontar. Manacor ¡ªunos 42.000 habitantes, a 55 kil¨®metros de Palma, al Este¡ª le ha ofrecido calma, buen clima y tambi¨¦n la posibilidad de refugiarse en el mar; esto ¨²ltimo, una de sus predilecciones. Al mismo tiempo, le ha permitido estar junto a los suyos y tener paz mental.
Si Federer escogi¨® Dub¨¢i para residir y Djokovic se instal¨® en Montecarlo y Marbella, ¨¦l prefiri¨® su tierra como centro habitual de operaciones. Todo estaba a mano: la familia, los amigos que conserva desde la infancia ¡ªcomo el extenista Tomeu Salv¨¢¡ª y gran parte de su equipo profesional; del t¨¦cnico (e ¨ªdolo) Carlos Moy¨¤ al fisio Rafael Maym¨°, pasando por el preparador f¨ªsico Joan Forcades. All¨ª ha ejercido de embajador y no son pocos los y las profesionales (Ruud, Murray, Osaka, Swiatek¡) que se han desplazado para ejercitarse estacionalmente en las instalaciones de su academia, un ambicioso proyecto de formaci¨®n. La inaugur¨® en 2016, acompa?ado de Federer.
¡°Para m¨ª, regresar a Mallorca significa volver a una vida normal. Y la normalidad me hace feliz. Aqu¨ª no soy Rafa Nadal, el tenista; aqu¨ª tambi¨¦n soy Rafa Nadal, la persona¡±, ha matizado en m¨¢s de una ocasi¨®n. El profundo arraigo que siente por su origen es otra de sus se?as de identidad y difiere de la din¨¢mica habitual de numerosas estrellas del tenis que apostaron por desarrollarse en el extranjero e instalar su base en centros de tecnificaci¨®n de renombre; ah¨ª est¨¢n los ejemplos de Agassi, Hingis, Becker o Sharapova, esculpidos en Bradenton (Florida), o referencias m¨¢s actuales como las de Carlos Alcaraz (Villena, Alicante), Stefanos Tsitsipas u Holger Rune (Niza).
FEDERER Y DJOKOVIC: EL ALIADO Y EL ANTAGONISTA
Aquellos que conocen a fondo la historia del tenis coinciden en que no han visto rivalidad mejor alimentada que la que han protagonizado Nadal, Federer y Djokovic en la ¨¦poca moderna. Por calidad, por intensidad, por extensi¨®n. Por la plasmaci¨®n del guion so?ado. Un trinomio perfecto en el que cada uno ha asumido un rol diferenciado y complementario desde el punto de vista de la narrativa, tan importante en este deporte. Si al suizo uno se lo imagina jugando de esmoquin y al serbio con un malet¨ªn infinito de soluciones, a Nadal se le percibe como el guerrero de la espada. Durante dos d¨¦cadas, los tres han litigado por ser el mejor de todos los tiempos y los n¨²meros no dejan lugar a dudas: Nole sale victorioso. El de Belgrado domina en los cruces particulares, en la cifra de Grand Slams o de Masters 1000, y tambi¨¦n en cuanto a semanas en lo m¨¢s alto del ranking.
Si Nadal irrumpi¨® a mediados de los 2000 para torpedear el indiscutible reinado de Federer ¡ª¡±Dios, esto me est¨¢ matando¡¡±, admit¨ªa el helv¨¦tico entre l¨¢grimas tras caer en la final del Open de Australia de 2009¡ª, poco despu¨¦s se sum¨® Djokovic para consolidarse como la gran amenaza para los dos. Ahora bien, en la batalla afectiva el de Belgrado parece ir a remolque. Pese a la afinidad y la ausencia de fricciones rese?ables entre ambos, m¨¢s all¨¢ de las diferencias conceptuales que mantuvieron durante la gerencia del Consejo de Jugadores, el nexo hist¨®rico con el de Belgrado ha estado aderezado de tensiones. Volc¨¢nico y retador, el serbio siempre ha supuesto un verdadero azote para Nadal, y del mismo modo que este priv¨® a Federer de un buen pu?ado de victorias, Nole ha supuesto tradicionalmente una espina para el espa?ol. ¡°Rafael, tenemos un problema¡±, le advert¨ªa su t¨ªo Toni cuando descubri¨® el potencial del tercer contendiente. El pastel iba a dividirse finalmente entre tres.
La lucha por los Grand Slams
en los ¨²ltimos 20 a?os
Cuando Rafa Nadal gan¨® por primera vez en Par¨ªs en 2005, Federer ya ten¨ªa cuatro Grand Slam en sus vitrinas. Desde entonces el ‘big three’ se ha repartido 66 t¨ªtulos de los 83 que han jugado.
R. Nadal
R. Federer
N. Djokovic
24
24
22
20
20
17
16
15
14
12
10
10
9
5
4
3
1
1
0
0
2005
2010
2015
2020
2023
As¨ª se han repartido los Grand Slams
Nadal
Federer
Djokovic
Open de
Australia
Roland
Garros
Wimbledon
US Open
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
La lucha por los Grand Slams
en los ¨²ltimos 20 a?os
Cuando Rafa Nadal gan¨® por primera vez en Par¨ªs en 2005, Federer ya ten¨ªa cuatro Grand Slam en sus vitrinas. Desde entonces el ‘big three’ se ha repartido 66 t¨ªtulos de los 83 que han jugado.
R. Nadal
R. Federer
N. Djokovic
24
24
22
20
20
17
16
15
14
12
10
10
9
5
4
3
1
1
0
0
2005
2010
2015
2020
2023
As¨ª se han repartido los Grand Slams
Nadal
Federer
Djokovic
Open de
Australia
Roland
Garros
Wimbledon
US Open
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
La lucha por los Grand Slams en los ¨²ltimos 20 a?os
Cuando Rafa Nadal gan¨® por primera vez en Par¨ªs en 2005, Federer ya ten¨ªa cuatro Grand Slam en sus vitrinas. Desde entonces el ‘big three’ se ha repartido 66 t¨ªtulos de los 83 que han jugado.
24
24
Rafa
Nadal
22
20
20
17
16
15
14
12
10
10
9
Novak
Djokovic
Roger
Federer
5
4
3
1
1
0
0
2003
2005
2007
2009
2011
2013
2015
2017
2019
2021
2023
As¨ª se han repartido los Grand Slams
Rafa Nadal
Roger Federer
Novak Djokovic
Open Aus.
R. Garros
Wimbledon
US Open
Mientras que Nadal y Federer acostumbraban a elogiarse p¨²blicamente y sus respectivas marcas le han sacado partido a la caballerosidad, en una especie de camino conjunto, Djokovic ha seguido una senda propia y m¨¢s solitaria; mientras que los dos primeros emit¨ªan un discurso m¨¢s eufem¨ªstico y prudente desde el ¨¢ngulo competitivo, el tercero se desmarcaba sin disimulos, reconociendo abiertamente que quiere todos los r¨¦cords habidos y por haber; frente a la complicidad de un lado, intercambios dial¨¦cticos m¨¢s o menos velados del otro. En todo caso, entre los tres se han retroalimentado y multiplicado, y la ambici¨®n de todos ellos por acabar en lo m¨¢s alto ha escrito una carrera a tres bandas sin igual. De poder a poder, Nadal, el aliado y la fuerza opuesta. Con el adi¨®s del espa?ol, Nole queda como el ¨²ltimo superviviente de la tr¨ªada que ha encumbrado al tenis los ¨²ltimos 25 a?os.