Areilza inicia ma?ana su visita a Marruecos

Ma?ana mi¨¦rcoles por la ma?ana sale para Rabat el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, para una visita de dos d¨ªas, durante la que se revisar¨¢ el estado de las relaciones econ¨®micas y pol¨ªticas, entre Espa?a y Marruecos, sobre nuevas bases tras el arreglo de la cuesti¨®n del S¨¢hara entre los dos pa¨ªses.

Espa?a, habiendo contribuido a resolver el principal contencioso con el reino aluita, conf¨ªa en poder elevar el nivel de las relaciones, de todo tipo con este pa¨ªs vecino, al que le unen v¨ªnculos hist¨®ricos profundos. La cuesti¨®n de los fosfatos de Bucraa, con la entrada mayoritaria del capital marroqu¨ª en la sociedad, de la pesca y de la cooperaci¨®n econ¨®mica, ser¨¢n objeto de preferente atenci¨®n.Otros temas que pueden surgir en el curso de las discusiones, son los de las indemnizaciones por los bienes espa?oles expropiados, el reconocimiento mutuo de las aguas territoriales -Marruecos declara 200 millas" Espa?a 12- y los arreglos bancarios y financieros pendientes desde la ¨¦poca de la independencia.

En Marruecos todav¨ªa varios miles de espa?oles, sobre todo en la zona norte que form¨® parte de nuestro protectorado. En su gran mayor¨ªa se han visto afectados por el ?Decreto de marroquizaci¨®n? que promov¨ªa la traslaci¨®n de ciertas actividades a nacionales marroqu¨ªes. Aunque el decreto no ha sido aplicado hasta el momento con gran rigor -porque supondr¨ªa una verdadera cat¨¢strofe para el reino alauita- muchos de nuestros conciudadanos han abandonado ya, el pa¨ªs y se han integrado en la patria.

Problema de cierta envergadura es tambi¨¦n el de los intercambios comerciales entre los dos pa¨ªses. Las perspectivas de estos intercambios por parte espa?ola son te¨®ricamente inmensas, pero la competencia francesa por un lado y las inconstantes relaciones marroco-espa?olas han dificultado su desarrollo.

El tema pesquero se encuentra tambi¨¦n en ciernes. Existen, al menos en teor¨ªa, algunas empresas mixtas, pero hasta ahora han funcionado al ?relanti?. La presencia d¨ªas pasados de una Delegaci¨®n marroqu¨ª presidida por el Director general de Pesca, el ingeniero Dahman Layachi, parece haber abierto enormes perspectivas.

Por razones hist¨®ricas, psicol¨®gicas, econ¨®micas y sociales, Espa?a y Marruecos han permanecido de espaldas durante largos a?os. La reivindicaci¨®n saharaui y otros contenciosos territoriales, as¨ª como una diplomacia titubeante, el desinter¨¦s creciente de los industriales y comerciantes espa?oles ante un mercado dif¨ªcil, han ido disminuyendo las posibilidades de colaboraci¨®n entre estos dos pa¨ªses que, seg¨²n el rey Hassan, ?est¨¢n condenados a entenderse?.

El viaje del se?or Areilza servir¨¢, sin duda, para apuntalar las actuales relaciones