"Los ciudadanos deber¨ªan ser consultados"
No todos los sectores de opini¨®n se muestran favorables a la energ¨ªa nuclear. AEORMA es una asociaci¨®n que lucha por la mejora y ordenaci¨®n del medio ambiente. Su secretario general, Carlos Carrasco, se ha manifestado en una conversaci¨®n mantenida ayer con EL PAIS contrario a la construcci¨®n de centrales nucleares en Espa?a mientras los ciudadanos no sean consultados. Considera que existe un peligro real y, lo que es m¨¢s importante, opina que debe irse hacia un consumo racional de la energ¨ªa frente al caos energ¨¦tico actual.
El tema nuclear no es s¨®lo tina cuesti¨®n relacionada con el medio ambiente. Es un problema en el que est¨¢ implicada la econom¨ªa y la independencia nacional. Debe tenerse en cuenta un hecho importante: Espa?a no ha firmado el Tratado de No Proliferaci¨®n de Armas Nucleares. Espa?a puede fabricar la bomba at¨®mica y de hecho el ministro de Asuntos Exteriores, se?or Areilza, afirm¨® el pasado 6 de marzo en una cadena de televisi¨®n norteamericana que nuestro pa¨ªs va a hacer la bomba at¨®mica. Nos consta que se va a llevar a cabo una pol¨ªtica de inversiones nucleares —una segunda Junta de Energ¨ªa Nuclear— en la provincia de Soria por valor de cuatro mil millones de pesetas.
—Pero respecto a la aplicaci¨®n pac¨ªfica de la energ¨ªa nuclear, ?por qu¨¦ se oponen ustedes, por qu¨¦ se opone AEORMA a la construcci¨®n de centrales nucleares?
—Porque matan. Matan a nivel generacional. Puede llegar a haber mutaciones. Estamos frente a un terreno experimental desconocido.
—Usted sabe que en la apertura del Congreso Foratom de Madrid te ha afirmado que no se han producido accidentes graves en las centrales nucleares.
—Eso es absolutamente falso. Por poner un ejemplo, el libro Medicina nuclear, publicado por un grupo de autores en Editorial Salvat, muestra fotograf¨ªas de diversos cad¨¢veres, producidos por accidentes de criticalidad. Eso s¨®lo se puede producir en una central nuclear. Me da lo mismo que sean reactores de uso militar o civil. Lo cierto es que se producen esos accidentes.
-?Abogan ustedes por la supresi¨®n de esta fuente de energ¨ªa?
—Nosotros queremos que el pa¨ªs entero se decida sobre las alternativas energ¨¦ticas. En un pa¨ªs no democr¨¢tico como el nuestro, una cadena de decisiones tan importante escapa del control popular. Le pondr¨¦ a usted un ejemplo: en los Estados Unidos, el que fue presidente de la Agencia de Energ¨ªa At¨®mica de aquel pa¨ªs, un premio Nobel, fue depuesto por el Tribunal Supremo al principio de la d¨¦cada de los setenta. Se le acus¨® de haber faltado a la verdad en todo momento, al informar mal al p¨²blico norteamericano. En Espa?a esto no sucede. Aqu¨ª debiera decidir todo el pa¨ªs si queremos o no centrales nucleares, tras disponer de una informaci¨®n absoluta.
-?C¨®mo funcionan otros pa¨ªses en esta materia? ?Existe con popular?
—Bueno. En todo el Occidente capitalista, quienes hacen los planes de consumo energ¨¦tico Son los que est¨¢n vendiendo la energ¨ªa. Es un gran negocio internacional. Nosotros proponemos una oratoria. Parar diez a?os el tema y efectuar una pol¨ªtica de amplia consulta.
— ?Puede admitir la sociedad un retraso de diez a?os en la pol¨ªtica energ¨¦tica de origen nuclear? —Hay una cosa previa: el despilfarro de energ¨ªa. Se trata de que los ciudadanos decidan c¨®mo quieren vivir. Si se va a seguir derrochando energ¨ªa o no. El pueblo espa?ol debe decidir si quiere malgastar sus recursos naturales y energ¨¦ticos, dentro de una econom¨ªa libre de mercado, con todo tipo de riesgos de c¨¢ncer, leucemia y otras secuelas destructivas o si quiere vivir de un modo m¨¢s racional, m¨¢s planificado, donde no s¨®lo se utilice la energ¨ªa nuclear, sino I solar, la geot¨¦rmica. Esta debe ser una de cisi¨®n democr¨¢tica tomada por todo el pueblo cuando est¨¦ informado.
-?Conoce experiencias de ese tipo?
—En los pa¨ªses socialistas, la producci¨®n de energ¨ªa nuclear es tan s¨®lo aun nivel experimental y m¨ªnimo. S¨®lo un 6 por 100 de energ¨ªa el¨¦ctrica tiene ese origen.
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