Alemania Federal, otra vez sin peri¨®dicos

La editorial Heinrich-Bauer, de Colonia, solicit¨® ayer la ayuda de la polic¨ªa, para la distribuci¨®n y venta de sus publicaciones. Tambi¨¦n a consecuencia de la huelga de artes gr¨¢ficas, la editorial Girardet, de Essen, no pudo distribuir sus publicaciones. Los Sindicatos y las empresas period¨ªsticas en Alemania Federal vuelven a estar enfrentadas y no se ven con claridad perspectivas para la soluci¨®n de la crisis.

La Rep¨²blica Federal Alemar otra vez sin peri¨®dicos. Las empresas period¨ªsticas alemanas y el Sindicato del Papel y de las Artes Gr¨¢ficas, no se pusieron todav¨ªa de acuerdo sobre el aumento de salarios y sueldos para los 146.000 empleados de este ramo industrial.En la ¨²ltima ronda de las negociaciones sobre un nuevo convenio colectivo, la parte empresarial ofreci¨® un aumento de salarios del 5,8 por 100, m¨¢s un 0,2 por 100 para mejoras diversas, mientras que el Sindicato se atrincher¨® detr¨¢s de su exigencia del 6 por 100 y 0,2 por 100. Ayer a las seis de la ma?ana se reanud¨®, en consecuencia, la huelga interrumpida d¨ªas atr¨¢s. Una huelga que en los primeros cinco d¨ªas de duraci¨®n produjo ya p¨¦rdidas calculadas en unos 28 millones de marcos (709,millones de pesetas por d¨ªa, o sea, m¨¢s de 3.000 millones de peseta s en total.

A esta suma hay que a?adir los 15 millones de marcos (390 millones de pesetas) que el Sindicato tuvo que invertir para ?subvencionar? a sus afiliados, cuyo n¨²mero asciende a 80.000.

Es decir, que 65.000 trabajadores en el sector de las artes gr¨¢ficas se quedaron sin salario durante los d¨ªas que dur¨® la huelga. Hay que tener en cuenta adem¨¢s que los impresores y tip¨®grafos figuran salarialmente entre los elegidos de la Rep¨²blica Federal, con sal¨¢rios/hora entre 15 y 18 marcos (390 a casi 500 pesetas).

A las p¨¦rdidas, de por si cuantiosas, hay que a?adir las que habr¨¢n sufrido las empresas y el comercio por el descenso de ventas como consecuencia de la falta de publicidad, cuyas cantidades no pueden calcularse a¨²n. Es natural que m¨¢s all¨¢ de la huelga hayan vuelto a suscitarse discusiones sobre el eterno problema de la concentraci¨®n l¨ªcita o il¨ªcita de las, empresas en el sector de la prensa.

El hecho de que el primer d¨ªa despu¨¦s de la reaparici¨®n de los peri¨®dicos alemanes, algunos ofreciesen en el lugar destinado al editorial, sendos espacios en blanco, por negarse los impresores a la publicaci¨®n de comentarios sobre la huelga, provoc¨® comentarios para todos los gustos. En general se condena esta nueva forma de censura period¨ªstica ?desde abajo?, cuyas consecuencias, de hacer escuela, podr¨ªan ser gravisimas.

Por otra parte, se preguntan propios y extra?os a qu¨¦ se debi¨® este conflicto laboral, y cu¨¢les son las motivaciones de sus protagonistas, especialmente los l¨ªderes sindicales. M¨¢s que probable es que el sindicato haya empleado sus a armas legales de lucha laboral por el temor fundado de aumento del paro estructural o tecnol¨®gico en las artes gr¨¢ficas, sector en que las modernas t¨¦cnicas de impresi¨®n y composici¨®n hicieron ya estragos. De ah¨ª que la huelga en el campo de la prensa adquiriese mayores dimensiones. Con ella no se tratar¨ªa de conseguir s¨®lo un aumento salarial menor o mayor para un grupo de trabajadores de por s¨ª privilegiados, sino de asegurar para el futuro cerca de 150.000 puestos de trabajo.