Dionisio Ridruejo, en la historia de Espa?a

Cuando un hombre se va, la tentaci¨®n primaria de sus amigos suele ser la de la biograf¨ªa apolog¨¦tica, edulcorante y bals¨¢mica. Es infrecuente en nuestra literatura el homenaje superador de un cordial ramillete de necrolog¨ªas. Por eso hay que saludar con efusi¨®n la radical seriedad con que un nutrido grupo de colaboradores, agrupados por Taurus, encaran ahora la reconstrucci¨®n biogr¨¢fica de la peripecia humana y pol¨ªtica de Ridruejo. En esas condiciones, la obra Dionisio Ridruejo, de la Falange a la oposici¨®n es el estudio de un itinerario, la reconstrucci¨®n de una vida, la investigaci¨®n de cuarenta a?os de pol¨ªtica espa?ola, la documentaci¨®n de una crisis de conciencia y, en fin, la ocasi¨®n para que una serie de gentes, doloridas, reflexionen sobre la historia con tempor¨¢nea de Espa?a y aporten a ella datos esclarecedores, puntos de vista silenciados, luz, bastante luz.He le¨ªdo este libro, de tinta tan fresca, con prisa y sin reposo. Lo he hecho as¨ª por razones de urgencia period¨ªstica. Pero, ?puede leerse de otro modo? ?Puede, en un primer repaso, darse a este libro, sangrante, el tratamiento de las obras de serena y tranquila incitaci¨®n? ?Acaso fue serena nuestra reciente historia, o la vivi¨® con paz Dionisio Ridruejo? Juan Benet, que abre el libro, intuye lo que se va a decantar al final de la lectura, y casi lo resume con una hermosa propuesta de epitafio: ?No yace aqu¨ª la esperanza sino quien la despert¨®?. Inmediatamente comienza la demostraci¨®n: dos docenas de personas hablan, rigurosa y directamente, de lo que vieron y oyeron.

As¨ª la obra se abre, l¨®gicamente, con la exposici¨®n y an¨¢lisis de la ?etapa falangista?, a cargo de Narciso Perales, Antonio Tovar, Gonzalo Torrente, Alberto Crespo y Ram¨®n Serrano S¨²?er, quienes siguen a Ridruejo desde su aparici¨®n en Valladolid, en los comienzos de 1937, hasta su renuncia a todos los cargos, en 1942. (Revelaci¨®n apasionante: la dicotom¨ªa entre la empresa pol¨ªtica y la empresa militar). Manent, Velloso, Menchaca, Gorkin, Fern¨¢ndez Santos, Gull¨®n y Cratchfield se encaran con la vinculaci¨®n catalana de Dionisio y con sus extraterramientos: Roma, Par¨ªs, Munich, Austin. (El sereno resumen de Ridruejo: ?Emigra, pero no te exilies?). La vida pol¨ªtica es contada por Garc¨ªa Lahiguera, Aranguren, Gil-Robles y Garagorri, desde el momento de la prefundaci¨®n de ?Uni¨®n Social-Dem¨®crata espa?ola? hasta su muerte. (Dos sentimientos personales: ?Yo no soy un pol¨ªtico de vocaci¨®n, sino de deber? y ?A lo que se ve, este pa¨ªs est¨¢ lleno de protestatarios, pero no de militantes?). Altares, Cela y Rosales, se ocupan del escritor, periodista y poeta. La¨ªn repasa el largo padecer f¨ªsico de Ridruejo. Y Mar¨ªa Rubio y Ferm¨ªn Solana cierran el libro con una sensacional revisi¨®n de ?fechas y notas de entorno?, que valen como documento aut¨®nomo, imprescindible para el conocimiento, bastante pormenorizado, de la actividad, honor y padecimiento de una parte considerable de la oposici¨®n al r¨¦gimen franquista. El car¨¢cter razonado de esta cronolog¨ªa la hace, desde ahora mismo, instrumento vivo de consulta y, por supuesto, de pol¨¦mica.

Con gran tino y delicadeza, el an¨®nimo organizador del libro ha seleccionado, en la obra de Ridruejo, aquellos textos po¨¦ticos de mayor valor definitorio y ha abierto, cada cap¨ªtulo, con aquel que, de alguna forma, es una confesi¨®n. Se ilumina as¨ª la intencionalidad subyacente en los bi¨®grafos: presentar el impecable trasluz moral del pol¨ªtico y trascender a un plano hist¨®rico su lucha de cada d¨ªa. ?Esperar, esperar, porque el recuerdo es todo?.

Tremendo, pat¨¦tico, apasionado libro fascinador. Todos sus colaboradores se acercan a Ridruejo f¨¦rvidamente, mas con un gran pudor. Hablan del hombre, del escritor, del poeta, del te¨®rico, del analista, del pol¨ªtico activo, pero lo que est¨¢ latente en cada l¨ªnea es la figura ?inc¨®moda? del moralista diamantino, que no cede en los terrenos de su inmaculada honestidad. La pol¨ªtica, ?ha de practicarse siempre con ?las manos sucias?? No, por cierto. Ah¨ª est¨¢ Ridruejo. Grave cuesti¨®n. ?Dionisio Ridruejo, de la Falange a la oposici¨®n? no es un libro f¨¢cil de instalar en una biblioteca. Despu¨¦s de le¨ªdo, rele¨ªdo y vuelto a leer, ?d¨®nde se coloca? No entre las biograf¨ªas. No con los libros de historia. No con los an¨¢lisis pol¨ªticos. Quiz¨¢s, quiz¨¢s habr¨¢ que buscarle una vecindad que lo comprenda. Personalmente, creo que lo colocar¨¦, en fraternal convivencia, junto a otro libro de pasi¨®n, lucidez y dolor: la ?Espa?a invertebrada?