Una nueva picaresca
?Olvidando la Espa?a magn¨ªfica y conquistadora de tiempos de Carlos V -escribe Am¨¦rico Castro, a prop¨®sito de nuestra novela picaresca-, el inter¨¦s se concreta ahora sobre una figura humilde, vac¨ªa de valores estimables para aquel mundo, aunque llena de conciencia de su desnuda persona y de la voluntad de sostenerla, frente a los m¨¢s duros acontecimientos.? Estas y otras consideraciones vienen a la memoria, tras conocer el film argentino cuyo nombre alude a un personaje real, esta vez al otro lado del Atl¨¢ntico. Seguramente por la ra¨ªz aut¨¦ntica, espejo de la vida, y tambi¨¦n por elemental afinidad, en ¨¦l se dan muchas de las caracter¨ªsticas de una de nuestras m¨¢s importantes aportaciones en el campo del arte literario. As¨ª, el estilo autobiogr¨¢fico, el tratamiento lineal de una serie de episodios en los que la vida de la protagonista parece irse desarrollando al azar, vida que sirve de nexo de uni¨®n y que a su vez no tiene fin, cuyo desenlace nos remite otra vez a su principio. Inquietud, esp¨ªritu de aventura, en medio de un mundo en decadencia, cansancio y desenga?o ante mitos vac¨ªos, se repiten en este film donde no hay, en cambio, cinismo ni af¨¢n de ejemplaridad, sobre esa vida que se nos invita a penetrar en su intimidad, a conocer, desde el fondo de la propia experiencia. Todas estas constantes explican mejor el estilo, la profundidad de esta reciente y pat¨¦tica historia argentina, mas que otras influencias que se han querido apuntar, Bu?uel aparte, de cuyo cine en absoluto desmerece. Incluso en su intenci¨®n social, raz¨®n. para Castro esencial en el nacimiento de la picaresca, se evidencia una tradici¨®n de rebeld¨ªa popular, un alzamiento moral de los humildes. La Raulito se nos aparece pues, dentro de esta cultura nuestra en dos orillas, por su forma y fondo, por su lenguaje vivo y actual, incluso en la vocaci¨®n furiosa, independiente y rebelde de su protagonista a quien le ir¨ªan bien aquellos prop¨®sitos de nuestro Lazarillo: ?Caminar por los caminos m¨¢s libres.?Hay en los labios de esta protagonista, en la secuencia mejor de la pel¨ªcula: -su confesi¨®n en el despacho- del juez, relatando su vida-, una pregunta constante H2?A qui¨¦n molestaba yo?? Eterna cuesti¨®n. La Raulito como todos los desplazados, olvidados o marginados, siempre molestan, viene a ser la mala conciencia del mundo, no importan las circunstancias ni los siglos. Pero no a todos. No al menos a los que hemos visto c¨®mo este personaje inolvidable, gracias al buen oficio de Lautaro Mur¨²a y sobre todo a la magn¨ªfica interpretaci¨®n de Marilina Ross, viene a confirmarse, por encima de tanta mixtificaci¨®n, imitaci¨®n e inercia, como uno de los m¨¢s ricos, humanos y dram¨¢ticos que se han asomado a nuestras pantallas en los ¨²ltimos a?os.
La raulito
Argumento y gui¨®n: J. M. Paolantonio, J. C. Gene y M. Mercader. Direcci¨®n: Laurato Mur¨²a. Fotograf¨ªa: Miguel Rodr¨ªguez. Int¨¦rpretes: Marilina Ross, Duilio Marzio, Mar¨ªa Vaner, Luis PolittiCine Pe?alver.
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