Exceso de velocidad en las ciudades
Es desgraciadamente frecuente en la prensa diaria la publicaci¨®n gr¨¢fica y escrita de espeluznantes accidentes de tr¨¢Fico que se producen en las noches de las grandes ciudades. Resulta la mayor¨ªa de las veces casi incre¨ªble comprobar la violencia y los tr¨¢gicos resultados en alguno de estos casos; por otro lado, el aumento alarmante del n¨²mero de peatones muertos -casi la mayor parte en los n¨²cleos urbanos- hacen pensar que algo no funciona como debiera.No se trata -Dios nos libre- de atribuir culpas en tema tan delicado. Remediar la sangr¨ªa del tr¨¢fico es tarea de todos, ya que de un moIdo u otro todos llevamos alg¨²n n¨²mero en esta macabra loter¨ªa. El Estado toma medidas y arbitra leyes en constante lucha por remediar el problema y espera del buen sentido de todos que ¨¦stas se cumplan, pero la indisciplina, la idiotez y la falta de solidaridad humana de muchos protagonistas, hacen que el castigo y la vigilancia sean exigibles a cualquier precio y en defensa de los que s¨ª cumplen.La limitaci¨®n general de velocidad en las ciudades es de 60-km/h y no creemos que a estas alturas haya automovilista que pueda aducir que ignora este punto. La medida, pr¨¢cticamente general en todas las ciudades de Europa, est¨¢ tomada en funci¨®n y como resultado de una serie de estudios: capacidad de reacci¨®n del conductor medio, distancia de frenado, configuraci¨®n de las v¨ªas urbanas, distancia entre sem¨¢foros, duraci¨®n de luces cambiantes (luz ¨¢mbar) fluidez del tr¨¢fico y, adem¨¢s, se entiende que los 60 km/h. son utilizables en condiciones ¨®ptimas y, como su nombrE indica, como l¨ªmite m¨¢ximo; rebasarlo, aunque no lo parezca, puede ser temerario
Podr¨ªa asegurarse sin necesidad de comprobaciones y por ser el hecho p¨²blico y notorio, que a ciertas horas de la madrugada los l¨ªmites de velocidad son olvidados peligrosamente por muchos inconscientes conductores y de forma a veces tan alarmante, que el resultado muchas veces; es la noticia diaria a que nos refer¨ªamos al principio, pero lo triste es comprobar que casi siemprelas peores consecuencias, y los da?os, los recibe el ciudadano prudente que conduce o camina confiado y al que no le sirven ,despu¨¦s de nada las acciones contra el causante, sobre todo, si no vive para contarlo. El bien p¨²blico y los derechos m¨¢s elementales, demandan con urgencia vigllancia y protecci¨®n que, en estos momentos, son pr¨¢cticamente inexistentes. Controles de radar, polic¨ªa urbana en n¨²mero suficiente y la mano dura que requiera cada caso, no deben hacerse esperar m¨¢s.
Aunque suponemos a las autoridades municipales enteradas del problema, damos a continuaci¨®n algunos datos comprobados por ilosotros con la ayuda de cuatro j¨®venes estudiantes de Caminos.
Datos tomados en la calle de Vel¨¢zquez, el d¨ªa 13 de mayo, desde las 0,30 h. a las 2,00 h.:
Total de coches cronometrados en varios puntos con referencias de 500 metros: 470. Coches cuya velocidad no sobrepas¨® los 60 km/h.: F75. Coches cuya velocidad sobrepas¨® los 60 km/h.: 295.
Expresados los datos en %: Coches a menos de 60 km/h.: 37,7%; coches a m¨¢s de 60 km/h.: 62,9 %.
Dentro de los coches que sobrepasaron la velocidad permitida, los valores medios expresados en % fueron: entre 60 y 70: 65 %; 70 y 80: 19%; 80, 90 o m ¨¢s: 16 %.
como an¨¦cdota, un turismo deportivo y una moto de. gran cilindrada alcanzaron la velocidad de 140 km/h., pasando ambos el sem¨¢foro en rojo.
En la hora y media que dur¨® esta comprobaci¨®n, 37 veh¨ªculos cruzaron el sem¨¢foro en rojo, repartidos de la siguiente forma: 7 taxis, 3 autobuses, 1 moto y 26 coches particulares.
Dentro de los coches que pasaron el disco en rojo, lo hicieron un coche patrulla de la Polic¨ªa Armada y unjeep de la Guardia Civil.
Entre los coches que circulaban por encima de los 60 km/h., el 30% aproximadamente correspondi¨® a taxis.
Se ha elegido un mi¨¦rcoles como d¨ªa de menos tr¨¢fico. ?Qu¨¦ resultados nos dar¨ªan la comprobaci¨®n simult¨¢nea de varias grandes avenidas en madrugadas de viernes o s¨¢bado?
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